Ética Del Supervisor

El supervisor es un elemento clave dentro de cualquier organización. La calidad del trabajo, el rendimiento, la moral y el desarrollo de buenas actitudes por parte de los trabajadores depende de él. Son labores imprescindibles del supervisor dirigir y evaluar el trabajo de todos los trabajadores, a quienes él debe conocer uno a uno. Por otro lado, la ética es la rama del saber que se ocupa del estudio de las acciones morales de los individuos y de los grupos, así como de las reglas y normas que rigen ese comportamiento en una sociedad determinada. La ética en los negocios tiene mucho que ver con la relación entre la práctica en los negocios y el concepto moral del bien y del mal.

Los supervisores deben prestar mucha atención a las consideraciones éticas al momento de tomar decisiones o resolver problemas en su entorno de trabajo. Deben tener un gran interés por el bienestar de los demás, tanto dentro como fuera de la organización. Debido a esto, es de suma importancia que los supervisores acaten todas las leyes, y se ajusten a los códigos de ética de las prácticas establecidos por su patrón y la sociedad, y que, además, dispongan de un conjunto personal de principios éticos que guíen sus acciones.

La ética trata de las normas que se usan para juzgar que es lo correcto o incorrecto en el comportamiento de una persona hacia los demás. El comportamiento ético requiere consideraciones de justicia; un trajo justo para las personas sobre su contratación, colocaciones de empleo, quejas, prestaciones, etc. Para que un supervisor sea justo, deben equilibrarse ciertas prioridades, se debe poner tanto interés en las personas y sus problemas como en las consideraciones económicas y financieras. Las personas éticas ubicadas en cualquier nivel gerencial saben cómo y cuándo dejar el egoísmo y las necesidades personales y actuar de una manera favorable hacia los demás.

Hoy en día los supervisores han cambiado su rol, no son como los supervisores tradicionales, que solo dirigían y exigían que sus órdenes se cumplieran, no dejaban dudas sobre quien mandaba y quien tenía la autoridad y poder en el grupo. Eran los principales responsables y se esperaba que enfatizaran en los aspectos técnicos o de la tarea. Actualmente, estos se preocupan por sus empleados y se olvidan del egoísmo, es decir, saben equilibrar los intereses personales con otros sujetos involucrados en el problema; y dan igual consideración a los empleados y sus problemas como a los factores económicos del trabajo.

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