Ética en la fijación de precios

Determinar un precio va más allá del aspecto monetario ya que entran en juego otras variables como la percepción del consumidor en cuanto a un valor así como la utilidad del producto o servicio que se esté comerciando. [pic 1]

Es aquí donde entra la ética que según Raluy, A. (1990) “- ...Es la rama de la filosofía que tiene por objeto de estudio la naturaleza moral de los actos humanos y sus consecuencias en la vida social” que, si lo relacionamos con la fijación de precios, nos da como resultado un precio justo.

Para establecer un precio justo y tomar decisiones correctamente la filosofía clásica es una base sólida. Hay dos corrientes bajo las cuales inclinarse, la primera de ellas, la teleológica que indica un balance entre el bien y el mal según el nivel de contribución que se aporta, y la deontológica que se deja llevar por una promesa o un proceso de lealtad según los actos. Estos factores hacen que las decisiones que se tomen sean éticas ya que velan por un beneficio general e implementan criterios correctos socialmente hablando como la justicia y la salud buscando así un equilibrio. Sin embargo, algunos factores como la falta de un bien en cierta región pueden inclinar la balanza a optar por un precio mayor, pero sin llegar a ser un exceso.

 “El precio justo de los bienes no depende de la necesidad del vendedor o la utilidad de un producto para el consumidor.”

Actualmente, con la situación que estamos viviendo referente a la pandemia algunos productos han comenzado escasear, entre ellos los tanques de oxígeno, es por ello que lamentablemente en algunos casos los fabricantes los proveen a los revendedores y estos últimos los venden al consumidor final en precios sumamente excesivos aprovechándose de la necesidad y la utilidad que tiene este producto para la persona interesada y de la necesidad económica que tiene el revendedor gracias a la economía actual. Es por eso que el precio nunca debe depender de esos factores porque es entonces cuando se deja de lado la ética.

Personalmente considero que la combinación de ambas clasificaciones de la filosofía clásica permite que al fijar un precio lo hagas pensando en tener un efecto positivo no sólo en ti como vendedor sino también para el comprador y la sociedad en general según sea el caso, además, si también somos justos, el alcance es mayor. La fijación de precios sirve como instrumento a las empresas para influir en las decisiones de consumo. Si como empresa se logra el manejo de precios justos, el desempeño de las ventas y el éxito de la organización misma serán favorables. Como mercadologos es fundamental que entendamos la importancia que tiene el precio dentro de nuestro campo y como afecta tanto externa como internamente. Fijar un precio depende de muchas variables, pero siempre debemos tener presente la más importante, la ética.   [pic 2]

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