Actitudes poderosas

Cuando las actitudes son poderosas

Todos conocemos lo que significa estar en “modo automático”, cuando reaccionamos frente a una situación sin siquiera pensar en lo que hacemos o decimos, pues cuando actuamos de esta manera las actitudes permanecen latentes. Como argumentó el filósofo Alfred Whitehead, “la civilización avanza al aumentar el número de operaciones que podemos realizar sin pensar acerca de ellas”. Es una triste situación, pero muy cierta, cada vez queremos realizar más acciones y cuando no tenemos que pensar tanto en ellas al hacerlas es mejor.

Pero en situaciones nuevas nuestra conducta no puede ser automática, a pesar de asociar ciertos aspectos con vivencias pasadas, no contamos con un libreto para ello y pensamos antes de actuar. Esto lleva a una pregunta cuando la genta piensa sobre sus posturas antes de proceder, ¿serán más autenticas consigo mismas?

Quienes son conscientes de sí mismos suelen estar en contacto con sus actitudes. Asi que esto las lleva a reflexionar sobre sí, enfocándose en sus convicciones internas, por ejemplo haciéndolas actuar frente  a un espejo, concientizar a las personas de esta forma promueve congruencia entre palabras y actos. Ejemplos claros tenemos muchos, uno de ellos podría ser el experimento realizado por Edward Diener y Mark Wallborn en 1976, en el cual pusieron a trabaja a jóvenes de la Universidad de Washington en una tarea de solución de anagramas (se les dijo que era para predecir el CI) y les pidieron que se detuvieran cuando sonara una campana en la habitación. De los estudiantes que se les hizo trabajar frente a un espejo mientras escuchaban sus voces grabadas, sólo el 7% hizo trampa. Este experimento deja la incertidumbre si al colocar espejos a la altura de los ojos en las tiendas haría a la gente consciente de sus actitudes respecto al robo.

Como podemos observar, de acuerdo a las circunstancias, la relación entre las actitudes expresadas y el comportamiento oscila desde una ausencia completa de relación hasta un fuerte vínculo. Las actitudes predicen nuestros actos sí:

• Otras influencias son mínimas.
• La actitud es específica de la acción, y
• La postura es poderosa como cuando nos acordamos de ella.

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