Adicciones en el infante

ADICCIONES EN EL INFANTE

INTRODUCCIÓN

Con este ensayo pretendo dar a conocer las adicciones en el infante. Cuando uno escucha la palabra adicción, directamente el problema es relacionado con drogas.

Sin embargo es necesario aclarar que la adicción a las drogas no es la definición de adicción en sí, ya que se puede tener una adicción a otra cosa sin ser necesariamente una sustancia, en este caso la droga.

También se pretende dar a conocer las causas que llevan a los niños a las adicciones, podemos mencionar que entre los problemas más frecuentes se encuentran los de tipo familiar, de salud, psicológicos y escolares.

Es por ello que la infancia y la adolescencia se relacionan más frecuentemente con las adicciones. El paso de niño a adolescente implican cambios tanto físicos como emocionales y mentales.

Aparecen tensiones entre padres e hijos dificultando la convivencia, por el hecho de que los padres a veces no saben qué papel juegan en la vida del adolescente y el adolescente, intenta encontrar su función tanto en la familia como en la sociedad.

Debemos tener en cuenta de que la familia no es el único círculo de convivencia del niño-adolescente, están los amigos, la escuela; todos estos momentos condicionan al adolescente a desarrollar una adicción, entre los cuales podemos mencionar la depresión, ansiedad y los trastornos de la alimentación

Aunado a todo lo anterior mencionado, se describirán las principales adicciones en el infante, los daños y los signos de identificación.

DESARROLLO

“La adicción es el hábito que domina la voluntad de una persona. Se trata de la dependencia a una sustancia, actividad o relación”

Toda sustancia en exceso es mala, ahora imaginemos una acción. Las adicciones llegan a controlar la vida de un individuo, modifican los pensamientos de la persona llegando a cambiar el comportamiento, sólo desea conseguir la sustancia o la satisfacción al hacer alguna acción.

El cambio en su comportamiento llega a afectar sus relaciones personales, los adictos se alejan de sus familias, se ponen en peligro e incluso llegan a cometer crímenes, con tal de seguir su adicción.

Como se mencionó anteriormente, entre las causas más frecuentes se conocen los de tipo familiar (81.8%), de salud (42.5%), psicológicos (38.6%) y escolares (36.6%), entre otras.

Entraremos a lo que son los problemas de tipo familiar. Los adolescentes al vivir una etapa de crisis, buscando evadir los problemas se encuentran con salidas fáciles como forma de olvidarlos, por lo regular este caso lleva a la adicción de alcohol y drogas.

En este caso los adolescentes no son los único que enfrentan los cambios, entre los padres también hay un gran desconocimiento sobre su papel frente a su hijo adolescente, uno que ya no sigue las órdenes e indicaciones que se le daban, pero que tampoco ha alcanzado la madurez propia de la juventud. Algunos matrimonios llegan a disolverse por esta razón, creando así otro peso emocional en el adolescente.

Esta etapa de desarrollo, adolescencia, demanda un trato y una comprensión diferentes que deben adecuarse a la aparición de situaciones que ameritan una intervención oportuna.

Entre los problemas sociales encontramos las influencias del medio, por ejemplo de los amigos, que es el caso más común. El adolescente busca su lugar en la sociedad como individuo, busca ser aceptado lo que lo lleva a ser altamente influenciable.

De esta causa podemos mencionar aquellos grupos sociales que piden como entrada ya sea dar una calada a un cigarro o administrar droga. Otro caso que encontramos diariamente es el estereotipo del cuerpo perfecto, todo obra de los medios, los cuales llevan sobre todo a las jóvenes de ingerir pastillas inhibidoras del hambre.

Del anterior problema podemos derivar la curiosidad insana, en la cual el adolescente busca imitar, por el simple hecho de saber qué se siente.

Juntando los problemas de tipo familiar y social encontramos las causas que reflejan una depresión emocional: regaños, golpes, desconfianza, incomprensión, conflictos económicos de la familia e incluso padres adictos o divorciados. Todos esto puede hacer que el niño-adolescente sienta una sobrecarga emocional: rencor, ira y vergüenza.

Como estudiantes, nos vemos en la necesidad de mencionar la causa escolar. A veces los maestros no se dan cuenta de que están presionando mucho a los alumnos los cuales a veces pasan horas desvelándose para poder terminar un trabajo y para poder seguir despiertos acuden a sustancias dañinas para su organismo.

...