Cómo dar malas noticias.

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE MEDICINA

DEPARTAMENTO DE PSICOLOGIA Y PSIQUIATRIA

MEDICINA PSICOLOGICA Y COMUNICACIÓN

TAREA 5 “Resumen Artículo (Tesina) “Cómo dar malas noticias”.

Alumna: Karen Ibeth Lucio Hernández                                                    Grupo: 3152

Durante nuestro paso por la Facultad de Medicina no hay una asignatura en la cual se nos enseñe a comunicar malas noticias, la educación está centrada en los conocimientos del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades.

En la cultura occidental se consideran como principios básicos: la juventud, salud, riqueza y bienestar, de modo que comunicar a una persona que ha perdido la salud implica que su valor social ha disminuido.

Comunicar malas noticias es una de las tareas más difíciles que deben enfrentar los profesionales de la salud. Y no haber desarrollado habilidades de comunicación durante la práctica médica tiene gran repercusión en la relación médico-paciente-familia, pudiendo ser motivo de quejas y hasta demandas legales.

Para lo cual distintos autores se vieron en la necesidad de desarrollar modelos para comunicar malas noticias. Se define a una “mala noticia” como aquella que afecta de forma drástica y negativa la perspectiva del paciente en relación con sus expectativas a futuro.

Las personas que conforman al equipo médico (especialistas y enfermeras) se resisten a comunicar malas noticias porque generan estrés, emociones y un gran peso por la responsabilidad el impacto emocional que ésta noticia representa para el paciente así como temor a la reacción del paciente.

Existen propiamente factores del equipo médico que pueden sesgar el proceso de comunicar malas noticias como: El miedo a causar dolor, ya que como profesionales de la salud estamos acostumbrados a aliviarlo, no a provocarlo y cuando no podemos hacer nada nos causa frustración; Miedo a ser culpado, miedo a la falla terapéutica, miedo legal, miedo a decir “no lo sé”, miedo a perder el control y expresar emociones, y en general, miedo a lo desconocido.

Durante el proceso de comunicar malas noticias lo más importante es ser completamente honesto, competente y atento tanto con el paciente como con su familia y seres más allegados ya que fungen como principal soporte emocional. Se debe tratar de hacer uso de la familia como aliados que puedan brindar un servicio de acompañamiento y contención para que el paciente pueda elaborar una nueva realidad soportable sobre su estado.

El principio bajo el que hay que comunicar las malas noticias en la actualidad, es el principio de Autonomía, ya que es el paciente quien decide todo lo referente a su enfermedad, debiendo constatarlo en un documento escrito conocido como Consentimiento Informado.

Todos los modelos descritos en el artículo convergen en 5-6 pasos: Lo primero es preparar el ambiente en el cual se dará la mala noticia, cuidar la privacidad del espacio físico, prever las posibles interrupciones (apagar el teléfono celular, comentar con las personas afuera de la sala, etc.) y hacerle mención a la/las personas que deben prepararse emocional y mentalmente. Lo siguiente es comenzar a preguntarle al paciente cuánto sabe acerca de su enfermedad y qué es lo que el espera conocer, para lo cual le diremos sin rodeos lo que está sucediendo, llamaremos a las cosas por su nombre (tumor, metástasis, cáncer, muerte) y procederemos a dar un momento para que el paciente lo asimile esperando una reacción emocional y física. En este momento según el médico lo considere puede ser útil tomarle la mano, colocar la mano sobre el hombro del paciente ofreciendo apoyo y/o brindarle en silencio un pañuelo. Después elaboraremos un breve resumen de lo previamente dicho de forma que preguntemos al paciente si hay alguna duda o inquietud que no haya sido resuelta. Finalmente podemos empezar a hablar de las opciones terapéuticas o las medidas que se tomaran conjuntamente brindando esperanza realista y sin afán de ser frío o cruel, dejando en claro que el equipo médico está abierto para responder preguntas y abordar algunas otras necesidades que puedan surgir.

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