¿Cómo trabajar desde la Psicología en el favorecimiento de la salud mental en el contexto colombiano del siglo XXI?

¿Cómo trabajar desde la Psicología en el favorecimiento de la salud mental en el contexto colombiano del siglo XXI?

La salud mental es un aspecto fundamental para el desarrollo del ser humano y aunque ya se ha mencionado en tiempos anteriores su importancia, esta a cobrado relevancia en la época moderna con la creciente preocupación mundial sobre la salud mental en esferas individuales y laborales, así como la profundización y estudios de este campo por profesiones como el trabajo social, la medicina y específicamente la psicología. Dado el creciente interés por esta área no solo ha fomentado el cuidado de la salud mental sino estudios a profundidad sobre la misma y cómo esta influye en la calidad de vida de los individuos y por ende a gran escala en el desarrollo de las sociedades.

Ahora bien, si analizamos el término salud mental también debemos centrarnos en que no es la salud mental y entender que a lo largo de la historia las enfermedades de origen mental, conductas anormales y los comportamientos que no se encontraban acordes al parámetro social eran considerado desde un delito, hasta un castigo divino y sólo fue con el pasar del tiempo y el desarrollo de la ciencia tal como lo es la psicología que se construyeron las bases académicas y científicas para el análisis de las patologías y por ende la protección de la salud mental, aunque cabe resaltar que la salud mental no solo hace referencia a la ausencia de patologías si no “a un estado de bienestar general” tal como lo menciona la OMS.

Si nos situamos en el siglo actual XXI son muchas las acciones encaminadas a la protección de la salud mental, sobre todo aquellas que se encuentran dirigidas a países en vía de desarrollo como es el caso de Colombia que debido a sus condiciones internas: como su alta tasa de desempleo, desplazamientos, conflicto armado, analfabetismo y pobreza cuentan con una alta tasa de factores de riesgo que pueden llegar a comprometer el desarrollo social e individual de la población, ya que como mencionado por autores como Marks (2002) y  Marks, Murray, Evans & Willig (2000), entre otros. La psicología de la salud a influido en las tasas de mortalidad y en la evolución de las enfermedades dado que se ha podido establecer relaciones causales entre estos aspectos y los estilos de vida de los individuos así como el componente psicológico de los mismos en el curso de una enfermedad o de la salud física del individuo.

Teniendo en cuenta lo anterior, se resalta el abordaje de la psicología para el favorecimiento de la salud mental en el contexto colombiano, tomando como ejemplo la intervención psicológica a personas desplazadas o víctimas del conflicto armado las cuales, según Red Nacional de Información para el año 2018 (citado por Sánchez et al, 2019) fueron más de un millón de persona desplazadas y de éstas más del 40% de la población eran jóvenes entre los 15 y 29 años de edad, los cuales tienen una mayor probabilidad de generar cuadros traumáticos y ven en estas situaciones de violencia y desplazamiento forzado una visión negativa de la realidad lo que impide la construcción de su personalidad individual y desarrollen comportamientos violentos o negativos como resultado de esta exposición a temprana edad a situaciones de conflicto armado, así mismo, se resalta que es precisamente esta población la que marca el desarrollo social a mediano plazo y que los países dependen de la formación de la población joven y su construcción como seres humanos integrales para que estos aporten al crecimiento social y formen una mejor sociedad en el futuro.

Otra área de interés y de aporte de la psicología para la salud mental en el contexto nacional se encuentra en el área la salud mental en los pueblos indígenas de Colombia, la cual a través de investigaciones y estudios psicológicos a esta comunidad, que si bien es cierto en minoritario en Colombia y de difícil intervención debido a sus prácticas culturales, la cual ha sido afectada no solo por los desplazamientos forzosos y el conflicto armado, sino también por el olvido estatal, la falta de recursos y la explotación de los recursos naturales de sus territorios con fines comerciales, todas estas situaciones, entre otras, implican gran cantidad de factores de riesgo para dichas comunidades que parten desde la concepción cultural que tienen sobre la salud mental y su estructura social cerrada que impide mayores avances e intervenciones por parte de profesionales para dotarlos de herramientas y recursos que pueden aplicar para el mantenimiento y cuidado de su salud mental sin que esto influya de alguna manera sobre sus costumbres propias (Vélez et al, 2020).

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