Descripcion de la realidad inteligencia y rasgos de personalidad
Enviado por Mariana Echenagucia • 19 de Marzo de 2017 • Documentos de Investigación • 956 Palabras (4 Páginas) • 106 Visitas
Inteligencia emocional y rasgos de personalidad en bailarinas de ballet clásico en la Escuela de Baile del Teatro de la Opera (TOM)
Descripción de la realidad
El ballet es considerado por muchos como la perfección hecha arte, y esto se debe a que esta danza se basa en movimientos que buscan tener el control total y absoluto del cuerpo para lograr así un baile totalmente armónico; es decir, que el ballet o danza clásica es un género dramático cuya acción es representada por medio de pantomimas y danzas. Es, también, el nombre específico dado a una forma concreta de danza y su técnica.
Además de la complejidad que reviste y que entonces lleva a que sea una danza que deba aprenderse desde niño si se desea prosperar como profesional, se requieren ciertas condiciones físicas y psíquicas también, como por ejemplo delgadez y estilización de la figura, coordinación, elasticidad, sensibilidad musical, desarrollar el tono muscular adecuado, postura correcta para mantener en condiciones óptimas la estructura ósea, fuerza y sobre todo capacidad para soportar exigencias y sacrificios. Estas últimas son imprescindibles ya que al bailarín se le demanda una entrega constante a su labor que implica largas jornadas de entrenamiento antes, durante y hasta después de una presentación. Y en general las bailarinas, en especial las de ballet se ven altamente presionadas por sus instructores, y hasta por ellas mismas, debido a que como se ha mencionado, cada profesional de la danza buscara que su pieza a representar sea lo más cercano posible a la perfección según su percepción y esto no lo lograra si no es con fuertes y largas jornadas de entrenamiento y también con algunos sacrificios, yendo de la mano con la presión de su instructor que este buscará también la perfección en la presentación de la pieza, es decir, que la bailarina de ballet necesita tener como característica principal la resistencia y no solo resistencia física, sino que también una resistencia mental que va desde soportar presiones hasta soportar dolor físico, el dolor que esta arte implica.
Además del ámbito físico que esta danza exige, la bailarina necesita desarrollar habilidades para una correcta expresión corporal, para ello utiliza su cuerpo realizando movimientos y formas que necesita para lograr expresar diferentes tipos de ideas, emociones, sensaciones, entre otras; pues trabajan con su cuerpo más que con la palabra. La expresión corporal requiere gran dominio y conocimiento del cuerpo propio así como también mayor expresividad ya que se debe poder transmitir con movimientos los que otros dicen con palabras. Así, una bailarina expresa amor, miedo o alegría en una obra mejor con su cuerpo que con palabras. Es por ello que son ya muchos los autores que, desde el ámbito de la expresión corporal, ponen la influencia que tiene este aspecto sobre las emociones o vivencia emocional (Salzer, 1984; Schinca, 1988; Villada, 2002)
Otro aspecto muy particular es que la bailarina debería desarrollar habilidades a lo largo de su carrera tales como: perseverancia, motivación, control de los impulsos (por lo menos en el momento de la presentación), agilidad mental; y esto no es más que características de la inteligencia emocional.
La inteligencia emocional le servirá al bailarín entonces para potencializar sus capacidades como profesional. Es decir que es importante que en la preparación de la bailarina, haya un buen desarrollo de sus emociones y aprenda a utilizarlo de manera correcta, ya sea interna o externamente, para lograr un mejoramiento en sus actividades, teniendo un mejor desempeño al momento de hacer alguna presentación, pues la bailarina podrá transmitir con éxito todo lo que ella, le quiera hacer sentir al público. Por ello es importante fomentar el desarrollo del autocontrol emocional en bailarinas, es decir, la capacidad para manifestar y reconocer de forma apropiada las emociones en si mismos de forma apropiada las emociones en si mismo en si mismos y en los demás. Es por ello que numerosos proponen una educación emocional, también llamada “escolarización de las emociones” o entrenamiento en habilidades sociales (Goleman,1997; Kelly, 1987; Vallés y Vallés, 2000).
...