EL ARTE DE AMARGASE LA VIDA

Ensayo. El arte de amargarse la vida.

El autor de este libro muestra la realidad de la vida en  cuanto a amargarse la vida, pero no es tan simple como eso; me pone a pensar que no solo es amargarse la vida, si no que  el autor también  maneja la palabra el <> es entonces cuando me viene al pensamiento que hasta para amargarse la vida utilizamos creatividad, pericia, ingenio y que sin darnos cuenta nos amargamos la vida a cada instante, es como ser masoquista porque cuando la solución es simple, buscamos y nos inventamos ideas en la cabeza, la cosa es que la vida complicada nadie me la hace, yo misma me la creo.

Y… ¿Qué seria mi vida sin esos momentos?, No hay otra realidad que nos pasamos gran parte de la vida quejándonos por todo lo que nos pasa, el punto es que siempre nos estamos amargando la existencia y en ocasiones hasta influimos en la vida de las personas que nos rodean, buscando amargársela también.

El autor inicia  su primer capítulo diciéndonos que hay que ser fieles a nosotros mismos, esto significa que debo  creer en mis capacidades y no solo eso, ser fiel a mis sentimientos, creencias y convicciones, defender en todo momento mis pensamientos y opiniones, sin afectar a terceras personas, que es válido escuchar los consejos de nuestro prójimo, pero jamás traicionar mi  propia fidelidad, porque sería como ignorar mis pensamientos y sentimientos, lo que hace de mí una persona sin identidad, por lo contrario si soy autentica,  muestro al mundo  la esencia de lo realmente soy,  y de esta forma puedo sentirme  en libertad sin remordimientos, sin sentirme víctima y adquiriendo  madurez en mis  decisiones, sin importarme y sin que me afecte  que los demás me  critiquen o juzguen. <>

 También hace una importante mención que dejemos nuestras heridas y sufrimientos al tiempo, el cual se encargara; no de borrarlas si no de sanarlas;  olvidarnos de pensamientos como  <>, si nos estancamos en el pasado, nos olvidamos de vivir el presente;   tal fue el caso de la historia bíblica  que nos narra  de la mujer de Lot la cual no quería dejar por completo su pasado. Con esta historia el autor nos enfatiza el punto que si no estamos dispuestos a dejar  el pasado atrás, corremos el riesgo de vivir todos los días cargando la amargura y quedar atrapados en nuestro pasado  y convertirnos en victimas de nuestro propio destino, tratando de solucionar el pasado, situación que pienso es totalmente inútil porque en mi opinión el pasado ya fue y no encuentro un motivo de fuerza para que lo traiga al presente a afectar mi vida.

Continua en su tercer capítulo con una interrogante que realizo la antropóloga Margaret Mead, sobre cuál era la diferencia entre un ruso y un americano, la respuesta fue que un americano tenía que fingir un dolor de cabeza para excusarse de alguna obligación social, mientras que el ruso no necesitaba  disculparse, a menos que realmente sintiera dolor de cabeza, esto pienso que se da muy a menudo entre la sociedad buscan excusas para no hacer frente a sus responsabilidades, sin embargo para mí es complicado excusarme porque siempre he dicho lo que pienso, aunque esto me a traído muchos problemas porque no he sabido expresarme con asertividad y tal vez en el camino e lastimado personas con mi forma de ser.

La lectura continúa con la narración de un hombre que necesita un martillo y  desea pedírselo a su vecino sin embargo sus pensamientos se embargan con ideas negativas, imaginando hasta palabras en la boca de su vecino, es así como nuestra histeria en ocasiones  habla por nosotros y dejamos que nos domine, pensando o imaginando que el mundo entero está en nuestra contra; que nuestros vecinos o amistades hablan mal de nosotros en cuanto tienen oportunidad, y esto en lugar de ayudar a nuestra madurez nos manda a la banca llenos de amarguras y rencores que albergamos innecesarios, por telarañas  que permitimos  y damos cavidad en nuestra cabeza.

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