EL PROCESO DE DUELO ANTE EL NACIMIENTO DE UN HIJO CON DISCAPACIDAD Y LA INTERVENCIÓN DEL PEDAGOGO

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Universidad Tres Culturas Plantel “TOREO”

Trabajo: Reflexión: EL PROCESO DE DUELO ANTE EL NACIMIENTO DE UN HIJO CON DISCAPACIDAD Y LA INTERVENCIÓN DEL PEDAGOGO.

Asignatura: Educación Especial.

Nombre del alumno (a): Castillo Iglecias Brenda.

Matrícula: SL1-907-060.

Grupo: 7SLPED1A

Profesora: Barrientos Martínez Cynthia.

Licenciatura: Pedagogía.

Modalidad: Escolarizado. 

Fecha de entrega: 09-10-2020.        

CUATRIMESTRE 2020-3

EL PROCESO DE DUELO ANTE EL NACIMIENTO DE UN HIJO CON DISCAPACIDAD Y LA INTERVENCIÓN DEL PEDAGOGO.

Lo que era esperado como un acontecimiento alegre, se convierte en una catástrofe de profundas implicaciones psicológicas.

Torres y Buceta 1995.

En experiencia propia diré que muchas parejas y en especial las mujeres fantaseamos o anhelamos con tener un hijo y generamos ideales sobre la realidad de nuestros futuros hijos antes de empezar a concebirlos, es aquí cuando nos hacemos una idea del tipo de niño que se desea tener, bajo este contexto, en el caso del nacimiento de un niño(a) con discapacidad la mayoría de las veces sorprende e impacta a la familia por el encuentro con el niño “real” y es que cada familia es única y procesa esta crisis de diferentes modos, los conflictos no surgen a nivel familiar como consecuencia directa de la discapacidad, sino en función de las posibilidades de la familia de adaptarse o no a esta situación. Muchas parejas salen fortalecidas, el niño(a) con discapacidad los une, para otras, la situación es ruptura vincular.

Miller (2007), menciona que cuando uno de los hijos presenta una discapacidad, en la relación de padres existe una especie de asociación, y ambos tratan de ser fuertes, creando crisis en el sistema familiar, ya que existe un impacto psicológico en la ruptura de fantasías.

Los roles desempeñados por los padres y madres ante el nacimiento de un niño con discapacidad son significativamente diferentes y atraviesan un proceso de duelo, cuando el diagnóstico es preciso produce un impacto psicológico en los padres como “un balde de agua fría”; en este instante empieza el duelo (shock), el rechazo consciente o inconsciente de la realidad de los hechos, se procesan un sin número de sentimientos y muy intensos; desconcierto, inseguridad, desilusión, dolor, culpa, miedo, rabia, etc. Así mismo, se combinan con otros positivos; sentimientos de amor, ternura, deseos de preparación y brindar el mayor de sus esfuerzos para otorgarles posibilidades al niño(a) y sacarlo adelante, y sobre todo sentirse enfrentando un desafío permanente.

Consecutivamente, lleva al reconocimiento de estos sentimientos (reacción) tan ambivalentes, el expresarlo, sin negarlos o disfrazarlos, buscando nuevos diagnósticos o sugerencias, los padres comienzan a aceptar la situación de su hijo discapacitado y poco a poco van tomando conciencia que no es el hijo(a) deseado, descubren al hijo (a) real y como tal deben asumir las consecuencias, representando una serie de demandas y necesidades, requiere atención permanente e implica una dependencia durante el ciclo de vida de la persona discapacitada.

Finalmente se pasa al periodo de equilibrio (adaptación), aún siguen con interrogantes pero disminuye el sentimiento de culpa y empieza el proceso de integración de la discapacidad, la visión cambia porque se busca equilibrar el desarrollo personal y la colaboración de rehabilitación, desde el contexto familiar se reorganizan y se redefinen los roles de los miembros dándose rotundos cambios, en este proceso no quiere decir le gusta vivir en esta nueva realidad, simplemente acepta que sus vidas hay un nuevo cambio y que no hay regresión. Por ejemplo, el dolor desaparece o la lucha termina y llega el momento de descanso, para llegar hasta aquí requiere de mucho tiempo y trabajo.

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