El Duelo: EL PROCESO DE MORIR
Enviado por Navid • 9 de Enero de 2012 • 6.992 Palabras (28 Páginas) • 1.507 Visitas
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La muerte de los seres humanos supone el final del ciclo vital y ese final
suele acontecer normativamente en la ancianidad, aunque puede sobrevenir en
cualquier otro periodo de la vida. Así, los seres humanos tenemos la gran
ventaja pero también el gran inconveniente de ser conscientes de nuestra
finitud y ello en algunos casos puede provocarnos miedo.
Miedo a un cambio del que las pocas experiencias que hemos vivido
siempre sean presentado como dolorosas, un cambio para el que no tenemos
estrategias personales de ningún tipo y del que no sabemos donde nos llevara
o incluso si nos llevara a alguna parte.
Saber que dejaremos de existir como materia viva, como seres
pensantes y relacionales, provoca miedo no sólo a lo desconocido sino también
a la posibilidad de caer en el olvido de un mundo en el que nuestra existencia,
independientemente de cómo sea, es siempre significativa.
Según Kübler-Ross (1972), cuando volvemos la mira atrás y estudiamos
las culturas de los pueblos antiguos, constatamos que la muerte siempre ha
sido desagradable para el hombre y probablemente siempre lo será. Esto,
desde su punto de vista es muy comprensible y quizá puede explicarse mejor
por el conocimiento básico de que, en nuestro inconsciente, la muerte nunca es
posible con respecto a nosotros mismos. Para nuestro inconsciente, es
inconcebible imaginar un verdadero final de nuestra vida, y si esta vida nuestra
tiene que acabar, el final siempre se atribuye a una intervención del mal que
viene de fuera. Por lo tanto, la muerte de por sí va asocia a un acto de maldad,
es un acontecimiento aterrador, algo que exige pena y castigo.
Pero por otra parte, saber que vamos a morir, hace que se pueda
trabajar sobre este último proceso de cambio. Presentar a los pacientes y
familiares recursos que les ayuden a afrontar de una manera más o menos
madura y serena, este último gran salto de nuestro desarrollo evolutivo puede
ayudar a conseguir que este último paso se convierta en algo distinto.
Recordando los planteamientos de Erikson (1970), el hecho de que la
persona consiga la integridad, hace que la muerte pierda ese carácter
atormentador que tiene en nuestra sociedad, por el contrario, si no se consigue
esta integración se teme a la muerte y se cae en la desesperación.
Intervención Evolutiva en Procesos del Envejecimiento Tema 9: El proceso de morir.
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1.- EL PROCESO AGONIZANTE.
Abengózar (1994), delimita el proceso agonizante desde el momento en
que el sujeto tiene conocimiento de su enfermedad crónica o terminal hasta su
muerte. Según esta autora, parece ser que durante este proceso existen
cambios progresivos de naturaleza cognitiva y de personalidad, muy sutiles a
veces: bajas puntuaciones en pruebas de inteligencia; decremento en las
puntuaciones de pruebas de aprendizaje y memoria; así como en las de
complejidad emocional e introspección; aumento de las puntuaciones en
docilidad y dependencia.
Por otra parte, parece ser que por lo que respecta al recogimiento
personal o actividad espiritual, se pone de manifiesto una actividad
contemplativa abundante en los sujetos cuando se acercan a la etapa final de
su vida.
1.1.- Teoría de los estadios de Kübler-Ross.
Kübler-Ross (1972), define cinco fases por las que pasan los enfermos
terminales en su desarrollo emocional. Estas fases no se deben tomar como
una secuencia invariante y universal que todas las personas deben recorrer
necesariamente, sino que, por el contrario, existen diferencias individuales.
La primera de las fases definidas por esta autora, es la que se denomina
negación. Se suele producir en el momento en que los pacientes reciben la
noticia. Así, sufren un choque inicial, recibiendo la información con incredulidad
y siendo incapaz de integrar la noticia, y mediante la negación se protegen de
tanto dolor inicial.
Según Kübler-Ross (1972), la negación, por lo menos parcial, es habitual
en casi todos los pacientes, no sólo durante las primeras fases de la
enfermedad, o al enterarse del diagnóstico, sino también más adelante. Así, la
negación, funciona como un amortiguador después de una noticia inesperada,
permite recobrarse al paciente y, con el tiempo, movilizar otras defensas menos
radicales. Generalmente la negación suele ser sustituida por una aceptación
parcial, pudiendo incluso hablar brevemente de la realidad de su situación, pero
esta necesidad de negar, suele ir y venir
En segundo lugar aparece una fase caracterizada por la ira, en la que el
paciente considera las posibilidades que tiene de morir. Así, una vez no puede
mantener la negación, ésta, es sustituida por una nueva reacción de ira, rabia,
envidia y resentimiento; se vuelve agresivo, exigente, se enfada consigo mismo Intervención Evolutiva en Procesos del Envejecimiento Tema 9: El proceso de morir.
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y se rebela contra todo. ¿Por qué yo? Es la frase que podría resumir esta fase.
Además, los pacientes, llegados a este punto, suelen descarga su agresividad
o cólera normalmente con el personal médico y familiares que están a su
alrededor, por el hecho de que la noticia de su muerte cercana constituye la
última frustración de su vida, dado que sus proyectos quedarán inacabados y
sus ilusiones truncadas. Esta etapa debe afrontarse hablando con el paciente,
mostrándole comprensión por padecer la crueldad de la muerte, aunque ello
suponga profundizar en su bajo estado de ánimo.
Si son ancianos se enfurecerán por la juventud y salud que ya no
disfrutan, además de no poder recuperar el tiempo perdido en actividades que
no hayan satisfecho. Esta actitud irracional conviene que sea perfectamente
entendida por los profesionales de su alrededor, para que no se interprete
como recriminaciones personales o falta de competencia
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