Educación y concienciación

Educación y Concienciación

Paulo Freire (1921-1997), uno de los pedagogos más importantes del siglo XX quien, con su principio del diálogo, enseñó un nuevo camino para la relación entre profesores y alumnos. Expone un caso desarrollado en una comunidad de Brasil. En el que la concienciación y desarrollo de un método educativo incluyente de la cultura local da como resultado el interés por alfabetizarse por parte del local (educando) y la adquisición de nuevas experiencias educativas y culturales para su posterior aplicación por parte del educador, tomando como principal herramienta el diálogo como primordial elemento de la comunicación.

Partiendo de la cuestión de la democratización de la cultura que, es a groso modo, la difusión y extensión de la misma (proceso en el que debe quedar claro que: La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados “ignorantes” son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una “cultura del silencio”.1 ) y de la observación y análisis de los déficit cuantitativos y cualitativos de la educación en Brasil, que es fácilmente extrapolable a muchos países de Latinoamérica, por la similitud en términos educativos predominantes.

Se proponen métodos y técnicas que lejos de ser un conjunto de instrucciones que se deban seguir como una receta, son una propuesta de actividades capaces de cambiar la conciencia ingenua en crítica, desencadenando además actos creadores, promoviendo que el hombre no sea una forma de espectador u objeto sino el sujeto central del conocimiento. Que el mismo se vea motivado a conocer más de su realidad, para lo cual no se necesita estar alfabetizado sino consiente de que basta ser hombre para lograrlo.

Señala Álvaro Vieira, filósofo brasileño, que la conciencia crítica es la representación de las cosas y de los hechos como se dan en la existencia empírica, en sus correlaciones casuales y circunstanciales. La conciencia ingenua por el contrario se cree superior a los hechos dominándolos desde afuera y por eso se juzga libre para entenderlos conforme mejor le agrada.2

Según lo anterior no es difícil entender la forma de pensar de los pueblos antiguos (e incluso contemporáneos) de Latinoamérica que en muchas ocasiones asociaban sucesos naturales que escapaban de su comprensión, a entes imaginarios, lo cual satisfacía el no poder hacer algo para comprenderlos y se mantenían o mantienen sin la necesidad de una mente reflexiva. Lo que puede considerarse como conciencia mágica.

Para lograr superar esa conciencia mágica deberíamos como se expresa en el texto: Educación y Concienciación, promover una educación que fuese capaz de colaborar con el pueblo en la indispensable organización reflexiva de su pensamiento. Para que no se mantenga a expensas de los medios que hacen de falsos educadores como la televisión o programas políticos de “educación” como es el caso de las reformas educativas en las que lejos de buscar la inclusión activa del pueblo para desarrollar mentes reflexivas y analíticas de su realidad para su progreso. Se ofrecen programas técnicos para seguir al pie de la letra dejando de lado la cultura local y generalizando la educación para todos, siendo que no es posible generar el conocimiento de la misma forma en una comunidad que carece de medios tecnológicos que en localidades con todos los accesos. Entendiéndose que debe inducir el conocimiento desde adentro y no desde afuera.[pic 1]

...