El Hombre en Busca de Sentido. Persona & Humanismo
Enviado por Quetzal Salinas • 20 de Enero de 2016 • Ensayo • 2.532 Palabras (11 Páginas) • 313 Visitas
El Hombre en Busca de Sentido
Quetzalcóatl Salinas Aguirre
Persona & Humanismo
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Índice
Introducción…
Primera Fase…
Segunda Fase…
Tercera Fase…
Conclusión…
Bibliografía…
Pág… 2
Pág… 3
Pág… 4
Pág… 7
Pág… 8
Pág… 10
INTRODUCCIÓN.
En el libro “El Hombre en Busca de Sentido” Viktor Frankl, un psicólogo que se encuentra en un campo de concentración en plena época nazi nos narra su obra autobiográfica de lo que vivió el médico psiquiatra en este lugar, durante la segunda guerra mundial.
Él nos narra cómo fue privado de su libertad junto con su familia y muchas otras personas, como llegaron a los campos de concentración en trenes y como pensaban que iban a una fábrica de municiones, pero que nunca esperaron llegar al lugar donde la mayoría moriría y solo algunos que se arriesgaban a métodos poco prácticos y éticos para salvaguardar sus vidas.
Nos dice como los analizaban y eran seleccionados cual, ganado, los que se veían fuertes y resistentes los sometieron a trabajos forzosos, los demás eran llevados a las cámaras de gas, crematorios y algunos otros eran sometidos a experimentos que rayaban en lo inhumano y que ni usando la imaginación podríamos llegar a comprobar lo sádico, cruel y deshumanizado fue estar ahí durante más de cuatro años.
Él nos describe las situaciones que se le fueron presentando y las decisiones que debe tomar en el campo, antes del campo y postcampo, decisiones que le llevan a plantearse de frente con la idea del suicidio, pero que también lo invitan a hallar por cuenta propia el sentido de la vida; única e irrepetible.
Antes de todo esto es necesario precisar que él tuvo la oportunidad de salir del país y dedicarse a lo que él siempre quiso, pero él toma la decisión de quedarse con su familia en Viena, en lugar de irse a Estados Unido; aun sabiendo que el futuro de sus vidas en la Europa de los 40´s era incierto.
Esta obra no trata de enfatizar los horrores que se vivieron en los campos de concentración donde él permaneció y vivió en carne propia dichos maltratos; esta obra se enfoca en el prisionero desde el punto de vista psicológico, donde Frankl puede clasificar -al prisionero- en tres fases: Primera fase: Internamiento en el campo, Segunda fase: La vida en el campo y Tercera fase: Después de la liberación.
Primera Fase.
Tras ser deportados a Auschwitz, estas personas fueron represadas en un lugar estrecho, todos los prisioneros fueron resguardados aquí, aunque no hubiera espacio suficiente. Esto en mi creencia de que les querían hacer perder poco a poco toda la fe posible para que se fueran haciendo a la idea de que no saldrían de aquí. Considero que por esta misma razón los despojaban de sus pocas pertenencias y de sus familiares más cercanos para que poco a poco se desmoralizaran y cayeran.
Estuvieron varios días en este lugar, sintiendo la presión por parte de todos los que los rodeaban, creo que era el plan de los nazis, hacerlos sucumbir a sus peores miedos y una vez que estuvieran ahí, sin moral y sin nada que los atara, los iban a matar en una especie de “acto humano”.
Todos fueron examinados físicamente y los parecían enfermos o débiles eran exterminados, mientras que a los demás los utilizaban para trabajar. Los primeros, pienso que corrieron con un poco más de suerte, pues no les dio tiempo a los nazis de torturarlos y llevarse lo mejor de ellos mismos.
Este es el lugar donde él se separa de su madre y su esposa para nunca más volverlas a ver, y unos cuantos días después ve a su padre morir. No puedo imaginarme el desplome que hubo en su estado de ánimo después de los recientes hechos, y durante toda su estancia en Auschwitz, es difícil concebir que hechos pueden llevar a una persona a pensar en el suicidio como la mejor opción.
“Esa turbadora sensación, más el presentimiento de las atrocidades por venir, le arrastraron hacia la idea del suicidio como liberación.”[1]
Creo que ante tal situación era lógico que la gente se estuviera planteando ideas como el suicidio tras ver todas las atrocidades que eran capaces de hacer, y solo puedo creer que al estar en esa situación él pensó que solo era cuestión de tiempo para que decidieran matarlo a él de la misma manera o de una más atroz. Muchos se arrojaban a la alambrada eléctrica a terminar sus vidas, pero muy en el fondo nuestros instintos de supervivencia nos dicen que seamos fuertes y que hay esperanza, creo que esto fue lo que llevo a Frankl y a muchos otros a seguir con vida.
En esta primera fase había un estado de shock en donde las personas no sólo no querían creer lo que estaba pasando, sino que también no querían aceptarlo de ninguna manera, pues esto significaba que habían perdido todo en la vida y no les quedaba nada más. Esto me recordó mucho al precepto la triada trágica, en donde se menciona que la primera fase ante la muerte es la negación.
Segunda Fase:
En la segunda etapa las personas aprisionadas entraban a una fase de apatía, en donde reprimían toda emoción, esto a mi parecer en una forma de aceptar su suerte y resignarse a lo que pudiera pasar. Ellos estaban inmersos en sus pensamientos que parecían muy lejos. Tenían esa clase de recuerdos que todos hemos tenido en donde extrañamos nuestro hogar y a nuestros seres amados, pero ellos a diferencia de nosotros sin verle un fin a la situación, sin saber que les iba a ocurrir, lo cual creo que los llevaba a repudiar todo a su alrededor.
Cuando recién habían llegado, los prisioneros trataban de apartar sus miradas cuando maltrataban a los demás, a mi parecer en una forma de evitar ver a los demás en sus peores momentos y así evitar sentirse tan mal por sus situaciones. Pero para esta segunda fase, creo que al vaciar sus emociones, ya se habían acostumbrado a ver a los demás sufrir y al trato inhumano, se había adaptado a la violencia y empezaban a dejar de sentir.
Como he mencionado anteriormente, creo que los prisioneros más que recibir un daño físico, recibían daños psicológicos, los guardias y personas que estaban a cargo de su supervisión se encargaron de afectar la psique de los prisioneros hasta hacerlos cambiar de forma casi irreversible. Los hacían querer morir, lo cual creo y reafirmo como lo peor que le puedes hacer a una persona, creo que necesitas estar verdaderamente enfermo para disfrutar del dolor de los demás.
“Un trozo de pan de unos ciento cincuenta gramos fue nuestro único alimento durante cuatro días.” [2]
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