El animo a jugar

¿A qué se debe la necesidad de jugar y por qué pasamos gran parte de nuestra vida jugando? Un juego es un intento voluntario de superar obstáculos innecesarios.

Chris Crawford (diseñador de videojuegos) define al juego como una acción donde se produce una interacción con un objeto o contexto. A su vez se plantea un objetivo o desafío, y otros agentes que pueden llegar a interferir en tus acciones.

Los videojuegos nos tratan al igual que a los animales, a modo de ejemplo están los experimentos de Skinner, en donde estudiaba el estímulo-respuesta o reacción con animales, es decir condicionamiento operante. Por ejemplo, en su experimento con palomas, ellas picoteaban un botón el cual prendía una luz, y por esta acción recibían alimento como compensación. Luego, las palomas automáticamente en un futuro apretarían el botón iluminado ya sabiendo cual sería la consecuencia.

Lo mismo sucede con las personas al jugar videojuegos, al apretar un botón sabemos cuál será la consecuencia, o cual es la secuencia de botones a apretar para que el personaje realice determinado combo. Estos juegos son los llamados videojuegos reactivos, es decir, el usuario reacciona frente al estímulo esperando determinada consecuencia en el juego. Esta mecánica es la mecánica principal que hizo por ejemplo que los juegos arcade tuvieran tanto éxito hace 40 años.

Esto nos lleva directamente a plantear el sistema de recompensa que tienen los videojuegos, y como esto es tan importante en la psique del jugador. La recompensa puede aparecer de varias formas, por ejemplo, puntos, desbloqueo de ítems, conseguir más oro dentro del juego, la posibilidad de subir de niveles y continuar con la historia del juego. Es similar a las terapias conductuales para niños, se espera que el mismo realice determinada acción para premiarlo.

De la mano con las recompensas, viene lo que sucede si no se supera el desafío planteado, que es la derrota dentro del juego, es decir, el castigo. Esto obviamente genera frustración en el jugador, el sentir la necesidad de volver a jugar para demostrarse a sí mismo que es mejor que el juego, que el juego no puede derrotarlo. Sin embargo, la derrota es muy importante dentro del juego, ya que es lo que impulsa al jugador a desarrollar técnicas nuevas, es decir, aprender sobre el juego para elevar su habilidad y poder seguir avanzando. Aquí es cuando entra en juego la habilidad de los programadores para no hacer el juego muy fácil, y tampoco muy difícil.

También tenemos los videojuegos de estructura y secuencia, a modo excelente de ejemplo tenemos el Tetris, ¿por qué fue tan exitoso?

El cerebro humano está hecho para buscar patrones reconocibles y memorizables, por eso hay una sensación de placer o paz cuando vemos patrones terminados o secuencias fluidas. Esa necesidad de ordenar y encajar, es la que se encuentra detrás del éxito del tetris, pero también es lo mismo que se encuentra detrás del éxito de los puzles de mesa.

Otro concepto importante dentro del éxito de un videojuego, es el de la cinestesia, es decir, las distintas sensaciones de poder que podemos llegar a experimentar mientras jugamos un videojuego. Por ejemplo, el sonido que produce un arma al ser disparada en un Call Of Duty, o el sonido de un motor acelerando en Need for Speed, produce sensaciones dentro del cerebro del jugador, emulando completamente la sensación real, como si efectivamente se estuviera disparando un arma de alto calibre o manejando un vehículo súper deportivo en una carrera clandestina.

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