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El hombre en busca del sentido Reseña del libro


Enviado por   •  7 de Agosto de 2015  •  Reseña  •  2.599 Palabras (11 Páginas)  •  245 Visitas

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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE BAJA CALIFORNIA
FACULTAD DE MEDICINA CAMPUS MEXICALI

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ENSAYO DEL LIBRO “EL HOMBRE EN BUSCA DEL SENTIDO”

MAESTRA DELIA ISAURA RIVAS GOMEZ

ALUMNA DANITZA NALLELY MAURIN SIERRAS

GRUPO 333

ABRIL 2015, MEXICALI B.C

Desarrollo del tema

En la primera parte del libro se habla acerca de la selección de los prisioneros al llegar a la primer parada que es el campo de concentración de Auschwitz y en las condiciones que llegaron, ya que los transportaban en vagones de tren en los cuales apenas tenían espacio para permanecer parados y los alimentaban con medio pedazo de pan por una semana y con muy poca agua, también menciona que tuvieron cierto optimismo al ver que subían prisioneros a los vagones que se veían en muy bien estado, con las mejillas rojas y llenos de vida, eran los denominados capos que mencione anteriormente y que se alimentaban bien, incluso mejor que antes de entrar a los campos.

Primera fase: Internamiento en el campo

Al llegar a la estación de Auschwitz los prisioneros eran puestos en fila y los encargados de la SS los miraban y se encargaban de seleccionar quienes serían trasladados a otros campos o quienes se quedarían en Auschwitz y serian enviados  a las duchas, los desnudaban y les daban una barra de jabón, pero en realidad eran enviados a la cámara de gases, usualmente eran los que venían enfermos o se veían débiles, en cambio los de aspecto más saludable y los jóvenes eran trasladados a otros campos de concentración para ser explotados en trabajos pesados en los que el desgaste físico era demasiado con el poco tiempo que les daban de descanso y la poca comida que ingerían, después de que llegaban al campo eran completamente rasurados y les quitaban las pocas pertenencias que les quedaban y eran enviados a las duchas, algunos intentaban conservar el optimismo y bromeaban de que en esta ocasión si irían a las duchas y no a la cámara de gases. Si el prisionero tenía buenos zapatos se los cambiaban por unos más viejos y les daban la ropa de los antiguos prisioneros, gastada y vieja, con esto ellos comprendieron que lo único que poseían era su existencia desnuda, sus cuerpos delgados y cansados. Algunos capos les decían que podían guardar relojes u otras cosas en sus botas, pero al llegar a la revisión les eran encontrados los objetos que tenían escondidos y eran castigados severamente mientras los demás prisioneros escuchaban los gritos y los golpes que sus compañeros recibían.

La primera noche que pasaron en el campo estaba llena e curiosidad e incertidumbre, dormían en literas de tres camas 9 personas, muy apretados aunque por una parte eso les ayudaba para soportar un poco el frio. Conforme pasaban los días la desesperación se apoderaba de los prisioneros al ver que su situación no se resolvía y muchos optaban por el suicidio a lo que ellos llamaban “lanzarse contra la alambrada” que era aventarse al cerco que estaba electrificado a lo que muchos reflexionaban entre ellos el Dr. Viktor en si era la mejor opción mejor suicidarse y acabar con el sufrimiento y todo lo que padecían, pero trataban de conservar ciertas esperanzas y ganas de vivir, las cuales ciertos compañeros habían perdido por completo.

Segunda fase: La vida en el campo

En esta fase los prisioneros del campo empiezan a cambiar de manera de pensar, al ver todo lo que pasa a su alrededor y lo que les pasa a ellos mismos empiezan a sentir apatía y una pérdida de sentimentalismo y empatía por los demás, se vuelven más fríos y eso les hace construir como una coraza que los protege y no les afecta tanto lo que viven a su alrededor, les ayuda un poco a sobrevivir y a ignorar las burlas y los insultos que reciben por parte de los alemanes los cuales no se detienen para insultarlos, mientras ellos trabajan, como en una ocasión en la cual el Dr. Viktor estaba trabajando en la nieve a temperaturas bajo cero y se sentía cansado por lo cual había bajado un poco el ritmo de su trabajo, a lo que un oficial de la SS le dijo que seguramente antes de ingresar a los campos había sido un médico o un banquero debido a que se fatigaba fácilmente porque no estaba acostumbrado a realizar ese tipo de trabajo, llamándolo “cerdo”, él le contesto que era psiquiatra, y el alemán no quedando conforme le replico que era de los médicos que cobraban grandes cantidades de dinero por su trabajo a lo que el le contesto que no lo hacía, incluso había ocasiones en las que no cobrara honorarios, a lo que el alemán no contesto nada, dándole una bofetada, el Dr. Sintió rabia al no poder contestarle como se debía, pero igualmente había aprendido a que no debía importarle los insultos que recibían casi a diario, lo cual amortiguaban con otro tipo de pensamientos, como los sueños que tenían y las cosas que pensaban realizar cuando recién salieran del campo, unos pensaban en volver con sus esposas e hijos y empezar una nueva vida, aun sin imaginarse que tal vez sus esposas e hijos ya habían muerto en alguno de los campos, esos sueños les mantenían las esperanzas vivas y las ganas de vivir para poder realizarlos, aunque eso no pudiera quitarles el cansancio ni el hambre que padecían, diario recibían una ración de sopa y si tenían suerte un pedazo de pan, pero esa sopa no alcanzaba a nutrirlos debido a que solo les servían caldo y si tenían suerte alcanzaban algo de verduras, ya que los platos de sopa mejor servidos estaban reservados para los capos a los cuales les tocaba una “cucharada del fondo” a lo que algunos de los prisioneros bromeaban.

En ocasiones cuando un prisionero realizaba una labor importante o que trabajaba arduamente les daban unos cupones que llamaban “cupones hjnckjkd” los cuales podía cambiar por 6 cigarros o en su caso por 6 raciones de sopa, el

Dr. Viktor había recibido dos cupones en todo el tiempo que estuvo en el campo debido a que cavo el solo un hoyo para colocar unas tuberías debajo de un ferrocarril en donde colocarían unas traviesas, todo eso lo hizo el solo y por eso se hizo merecedor de estos cupones, los cuales eran muy bien recibidos por los prisioneros que no despreciarían esas raciones de sopa, aunque algunos prisioneros que eran vistos cambiando los cupones por cigarros en lugar de las raciones de sopa era porque ya habían perdido las ganas de vivir y solo esperaban su muerte.

Los prisioneros tenían muchas cosas en su mente, como escapar, como seria sus vidas después de salir del campo de concentración, pero en ninguna de ellas se encontraba la sexualidad o cosas relacionadas, debido al agotamiento emocional y físico, tenían en otras cosas que pensar, como por ejemplo en la política, que para la mayoría de los presos era un tema de incertidumbre debido a que no estaban enterados de nada y no sabían que pasaría con ellos, cuanto más duraría la guerra, si faltaba mucho o poco tiempo, etc.  

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