Habilidades básicas del pensamiento
Enviado por VALENSDJ • 25 de Julio de 2021 • Resumen • 3.452 Palabras (14 Páginas) • 110 Visitas
Habilidades del pensamiento
Contenidos temáticos del Módulo 1
Habilidades básicas del pensamiento
1.1 Habilidades básicas del pensamiento.
1.1.1 ¿Es posible aprender a pensar?
La respuesta a la pregunta anterior es la siguiente: en un nivel básico no se aprende a pensar, en un nivel experto sí. Para aclarar estas afirmaciones se toma como ejemplo el proceso de respirar: todos respiramos, pero no todos somos conscientes de cómo respiramos, ni tampoco de que existen diferentes tipos de respiración; de igual manera, todos pensamos, pero a menudo no somos conscientes de cómo pensamos ni de que existen diferentes tipos de pensamiento y que con entrenamiento y disciplina podemos hacernos mejores pensadores.
Aprender a pensar es uno de los aprendizajes esenciales para la vida académica, personal y profesional en que se sustenta la educación en este siglo; supone el desarrollo de procesos mentales como observación, descripción, comparación, relación, análisis, síntesis, argumentación, solución de problemas, entre otros, así como la habilidad para darse cuenta (metacognición) de cómo se aprende y de cómo se desaprende. También requiere reconocer que pensar implica compromiso y actitud, pues a menudo resulta ser un acto al que se pone resistencia o a veces hasta se intenta evitar pensar; sin embargo, es posible desarrollarlo con la práctica.
Aprender a pensar implica también aprender a reconocer los propios pensamientos y las consecuencias que éstos tienen, así como aprender a expresarlos y defenderlos. Aprender a pensar tiene que ver con educar la manera de pensar y ejercitarla, de la misma forma que se ejercita para algún deporte.
Lo anterior supone asumir una actitud ante el conocimiento y ante el aprendizaje, lo que coloca a quien aprende en un papel protagónico como principal responsable de su propio aprendizaje, formación y actualización a lo largo de toda la vida, con el fin de poder dar respuesta con éxito a las demandas de una realidad social y productiva en constante transformación, la cual exige un pensamiento analítico crítico y creativo para la solución de problemas tanto de trabajo, como de la vida personal, académica y profesional.
1.1.2 ¿Qué es el pensamiento? y ¿Qué es pensar?
El término pensamiento es utilizado de forma genérica para definir los productos y procesos que la mente genera, incluyendo las actividades racionales del intelecto o las abstracciones de la imaginación y todo aquello que sea de naturaleza mental es considerado pensamiento, bien sean éstos abstractos, racionales, creativos, artísticos, etc. Esta definición pone énfasis en el pensamiento como producto y como proceso de la mente.
Otra manera de definir al pensamiento es como un proceso mental por el cual se conoce y se vive, en el sentido de que todo en la vida requiere de un proceso de cognición que tiene que ver con el acto de pensar.
La palabra “pensar” se emplea con distintas acepciones, dependiendo del contexto y del propósito con el que se utilice. Se presentan algunos ejemplos en las siguientes expresiones: ¡Piensa antes de actuar¡o ¿Qué piensas de tu infancia?
¿A qué tipo de pensamiento se refieren las expresiones anteriores? En el primer caso se trata de una invitación a analizar, reflexionar, argumentar, justificar una decisión; en el segundo caso se solicita evocar un recuerdo.
Lo anterior muestra que la palabra pensar suele estar asociada a recordar, exponer una idea, dar una opinión, analizar, reflexionar, imaginar, argumentar.
En este curso la intensión es promover el pensamiento reflexivo y no memorístico, mediante la ejecución de actividades y tareas cuyo objetivo primordial es ejercitar el pensamiento analítico, crítico y creativo. A manera de ejercicio se puede notar ¿qué tiempo se dedica para pensar y ordenar las ideas antes de hablar o de ponerlas por escrito, con la finalidad de que sean claras para sí mismo y para los demás? Pensar es procesar información, y a menudo se hace tan rápidamente que no se nota la forma en que se está pensando, sucede algo así como cuando se come de prisa y no hay una adecuada asimilación de los alimentos por falta de una buena masticación, para una apropiada digestión. Pensar se puede interpretar también como una habilidad porque se desarrolla con la práctica y tiene que ver con ejecutar con destreza los procesos mentales que permiten el manejo y la transformación de la información de manera competente, es decir, con un cierto nivel de perfeccionamiento.
En resumen, pensar constituye una serie de procesos mentales por medio de los cuales se comprende, reflexiona, analiza, argumenta, se crean y recrean realidades, se construyen y reconstruyen significados, se conoce y se vive. Dichos procesos se pueden desarrollar y perfeccionar con la práctica.
1.1.3 ¿Para qué aprender a pensar?
Una respuesta inmediata remite a “pensar para vivir mejor” ser más consciente de cómo se piensa, cómo se siente y actúa, seguramente llevará a la obtención de mejores resultados. Desde una perspectiva amplia, aprender a pensar es fundamental para el desarrollo de diversas actividades, tanto profesionales como personales y académicas; por ejemplo:
1. Tomar decisiones.
2. Considerar prioridades.
3. Buscar alternativas de solución.
4. Escuchar diferentes puntos de vista y opinar sobre algún hecho.
5. Resolver problemas de la vida cotidiana.
6. Tomar la iniciativa.
7. Trabajar en equipo.
8. Ser operativo (saber hacer)
9. Comunicar de manera efectiva y eficaz.
10. Cambiar la manera de pensar.
11. Generar nuevos conocimientos.
12. Vivir con plenitud y capacidad de gozo.
Otras razones importantes, son las evidencias de la actual forma de pensar y actuar en el mundo, tanto en el ámbito de la conducta individual como colectiva, ejemplo de ello son las numerosas amenazas con las que se enfrenta la humanidad como la polución del medio ambiente, el agotamiento de los recursos naturales, la inestabilidad económica internacional, la desigualdad, la pobreza de muchos, la acumulación de la riqueza en unos cuantos. Estos ejemplos justifican el aprender a pensar con más eficiencia; de lo contrario, como individuos y como especie enfrentaremos grandes retos y, en consecuencia, se heredarán grandes problemas humanos a las próximas generaciones (Nikerson: 1987).
Se puede afirmar que hay razones suficientes para aprender a pensar, que es posible aprender a pensar de manera analítica, crítica y creativa y, sobre todo, es importante ser conscientes de cómo pensamos, así como darnos cuenta de las consecuencias de nuestra manera de pensar y actuar con el fin de autorregular y usar de manera intencional, con ética, y de manera contextualizada
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