Identifique los personajes principales y reflexione a través de ellos la sexualidad en ese momento de la historia.

TALLER

1. Identifique los personajes principales y reflexione a través de ellos la sexualidad en ese momento de la historia.

R/ Mortimer Granville, un joven médico visionario adelantado a su tiempo que se siente reprimido por la sociedad. Pero que finalmente logra los riesgos y las recompensas de enfrentarse a las convenciones victorianas en la forma de elección, pues aunque tenía una concepción de sexualidad guiada a lo tradicional de aquel momento social asume esa vida de creer en cosas de verdad sacrificando así, ese vivir perfecto y seguro.

Pero en aquella época también había muchísima gente saltándose los límites y arriesgándose como fue el caso de la protagonista:

Charlotte Dalrymple, quien es una mujer llena de ideales a la que la sociedad mira con malos ojos. Debate el tema de la sexualidad femenina, a partir de un pensar donde la mujer debe dejar de ser el trono del hogar, encajada en practicar virtudes como la castidad, la abnegación y la sumisión. Además de reivindicar esa postura de maternidad como la función femenina por excelencia, donde el acto reproductivo nada tenía que ver con el disfrute de la sexualidad, desde su perspectiva las mujeres tenían todo el derecho de que sus esposos tuvieran el valor de hacerlas sentir.

Charlotte Es una chica progresista que lucha por la igualdad de la mujer tanto en su casa como en la sociedad. Desafía las convenciones de la época, actuación de la cual su padre no estaba muy contento, ya que él pertenece a esa clase de gente con una mentalidad conservadora.

2. Identifique las interpretaciones, que se le hacían en la época, al orgasmo de la mujer.

R/ En pleno siglo XIX, la histeria fue considerada una plaga, se conocía como histeria femenina, cuyos síntomas incluían insomnio, retención de fluidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, irritabilidad o pérdida de apetito. Lo que realmente ocurría en aquella época es que las mujeres no eran consideradas seres sexuales. Estaban por debajo del hombre y no podían disfrutar. Lo que se conoce como discriminación, donde se les ignoraba y se les veía como ornato, regidas por una sumisión ante el hombre. Los doctores victorianos creían que tenían una epidemia de locura femenina en sus manos, la práctica se extendió por Inglaterra como nunca antes. Con ello llegó la teoría de que estos tratamientos no eran eróticos de ninguna manera. La reacción física que resultaba no podía estar relacionada de ninguna manera con lo que solo ocurre entre marido y mujer, sino más bien una liberación que permite expulsar la toxicidad del sistema nervioso.

Los órganos femeninos enmarcado hasta el punto del paroxismo conocido este como el momento más intenso o agudo, de una sensación, de un sentimiento, de una pasión, de una excitación, de una historia, que bajo el punto de vista victoriano era una liberación perfectamente clínica del sistema nervioso, y no debía ser confundido con el orgasmo, además de no ser considerado en ningún aspecto sexual.

Había una creencia real, hasta hace muy poco de que la mujer no podía obtener placer sexual con la penetración, así es como los médicos podían hacer esa separación entre lo medicinal y lo sexual. Pero las mujeres siempre supieron lo que pasaba.

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