LA ADMINISTRACIÓN DEL RORSCHACH

Cátedra de Introducción al test de Rorschach

Ficha de cátedra

                                                                                            Autora: María Elena Ocampo

LA ADMINISTRACIÓN DEL RORSCHACH

   La administración del test de Rorschach consta de tres momentos:

1. La administración propiamente dicha;
2. El interrogatorio
3. El examen de límites.

Instrucciones  para la administración de la prueba.

   El administrador se sentará en lo posible en ángulo recto con el sujeto, cuidando de tener  comodidad suficiente para escribir, apoyar las láminas que aún no ha usado, y apartar del sujeto las que ya haya visto.

   Tener cuidado de que la luz sea suficiente, similar a la natural necesaria para la lectura. Si el sujeto usa anteojos para leer, debe ponérselos.

   Apilar las láminas boca abajo cerca del administrador, de modo que la I quede arriba y la X abajo y última. TENER ESPECIAL CUIDADO DE VERIFICAR ANTES DE COMENZAR QUE LAS LÁMINAS ESTÉN EN EL ORDEN Y LA POSICIÓN CORRECTOS PARA SU PRESENTACIÓN.

   No se proporcionan explicaciones al sujeto sobre la prueba, sus objetivos ni la forma en que las manchas fueron generadas. El sujeto, con quien ya se ha tenido una entrevista previa, no lo necesita para establecer el rapport y poder realizar la prueba.

CONSIGNA

“Te voy a mostrar (o le voy a mostrar) diez láminas, una por una, para que me digas lo que ves en ellas. Yo lo voy a escribir. Cuando termines y no veas más nada, por favor devolveme  la lámina”. Se le alcanza la primera lámina, ofreciéndola con el gesto para que la tome en la mano, diciendo: “Esta es la primera. ¿A qué puede parecerse? Decime todo lo que ves”.

Procedimiento de registro de la producción.

   El psicólogo toma nota:

1. De la hora reloj en que entrega cada lámina. Al terminar el sujeto de

responder a la última L., se vuelve a anotar la hora.  

1. Del tiempo de reacción (TR).
2. De la posición de la lámina mientras el sujeto da cada  respuesta.
3. De todo lo que dice, textualmente, sea o no una respuesta.

   El registro de la hora, en horas y minutos ( ej., 6,31) en que se entrega cada lámina, permitirá luego por diferencia establecer el Tiempo por Lámina. La diferencia entre la hora inicial y la de terminación, brindará el Tiempo Total de la prueba.

   El tiempo de reacción se registra en segundos. No consideramos que se justifique el uso de cronómetro. Será suficiente contar mentalmente o hacer  puntos sobre la hoja a uno por segundo, desde que se entregó la lámina hasta que el sujeto da LA PRIMERA RESPUESTA. (Ej.: TR  6”).

   Este tema será objeto de consideración en la clase siguiente, dedicada a “la problemática de la respuesta”. En efecto, pueden suscitarse dudas sobre si lo dicho por el sujeto constituye o no una respuesta (una interpretación de la mancha).

   Si el sujeto realiza pausas considerables, registrar este dato en segundos.

    En caso de que el sujeto no haya logrado responder nada, y no haya decidido entregar la lámina, luego de pasados cinco minutos (un tiempo más que prudencial) se le sugerirá que la deje y se le entregará la siguiente.

   Se recurre para indicar la posición en que se encuentra la lámina en cada momento del discurso del sujeto, o bien a la convención de los ángulos (tal como si el signo representara el hilo del que cuelga un cuadro), o bien a la de las letras: a para la posición “normal”, b para un cuarto de giro a la derecha, c para la “posición invertida”, y d para otro cuarto de giro a la derecha. La realización de uno o varios giros completos sin dar respuesta, se representa con una flecha enroscada en “caracol”.

   Las palabras del sujeto se anotarán al pie de la letra, como si se tratara de una entrevista. No se contestarán preguntas, a lo sumo se puede salir del paso contestando “como Ud quiera”, “dígame todo lo que ve”. En caso de que el sujeto haga gesto de devolver la lámina luego de la primera respuesta, solamente en la primera lámina preguntarle si ve algo más., reforzando la tácita autorización dada en la consigna a dar más de una interpretación.

   Si se observan conductas no verbales o paraverbales (movimientos, suspiros, toses), tratar de registrarlo; si bien no se trata de “respuestas Rorschach”, estas conductas forman parte de la reacción del sujeto ante la lámina.

   Cuando el sujeto devuelve la lámina, apartarla y ponerla boca abajo , para evitar que vuelva a verla o intente tomarla nuevamente. Si solicita volver a tomarla, decirle que la verá de nuevo más adelante.

   Terminada la primera pasada de láminas o administración propiamente dicha, se pasa al segundo momento, o “interrogatorio”.

CONSIGNA DEL INTERROGATORIO

   Te voy a volver a mostrar las láminas. Quiero que me digas otra vez todo lo que ves. Te voy a hacer algunas preguntas para saber dónde lo ves, por qué te parece eso… Si ves algo nuevo, podés decirlo también.

   En este momento de la prueba, el papel del administrador es no solamente de observación y registro, sino de investigación activa a través de preguntas, dirigidas a conseguir la mayor información posible sobre la producción, para poder determinar en la clasificación la sigla que mejor corresponda para dar cuenta de cada uno de los “factores de la prueba”. Ellos son:

• la localización;
• los determinantes;
• el contenido
• la frecuencia;
• el nivel formal;
• y por fin, los posibles fenómenos especiales.

 Los alumnos irán estudiando estos factores sucesivamente, lo que les permitirá pulir el interrogatorio. Por ahora, corresponde tener en cuenta como una regla general que las preguntas no deben ser inductoras, ni incluir cosas que el sujeto no haya mencionado. Se puede recurrir siempre a pedir que el sujeto diga “algo más” sobre el objeto que dijo ver, así como repetir interrogativamente lo que dijo (técnica de Rogers).

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