La Piel y El Dolor

Universidad Católica Andrés Bello[pic 1]

Psicología General

Profesora: Roraima

La Piel y el Dolor

Los sentidos de la piel:

De todos los sentidos, el tacto puede ser el más reconfortante.  Al tocar y ser tocados por otros, superamos, al menos momentáneamente, nuestro aislamiento y damos y recibimos ternura y atención. Casi en todas las culturas los amantes se expresan su afecto besándose, tomándose de las manos y acariciándose.

El tacto juega un papel crucial en el desarrollo humano. Hace unos años, los bebés prematuros eran colocados en “aislamiento” y se les tocaba lo menos posible por creer que eran muy frágiles, pero numerosos estudios encontraron que al los bebés tener tacto, crecían con más rapidez y salían más pronto del hospital. Nuestra piel, es nuestro órgano sensorial más grande. Nos protege del ambiente y regula nuestra temperatura. Parte de la información pasa por la médula y el tálamo y de ahí a la corteza sensorial en el lóbulo parietal del cerebro, que es donde se presume que surgen nuestras experiencias del tacto.  Otra información pasa por el tálamo y luego a la formación reticular, la cual, es responsable de activar el sistema nervioso o tranquilizarlo.

Los receptores de la piel dan lugar a las sensaciones de presión, temperatura y dolor, pero la relación entre esos receptores y nuestras experiencias sensoriales es sutil. Nuestras expectativas también influyen sobre los sentidos de la piel. Al igual que otros sentidos, los receptores de nuestra piel experimentan adaptación sensorial. Cuanto mayor sea el área y más intensa sea la presión, más tiempo se requiere para adaptarnos.[pic 2]

El dolor:

        Es una señal de advertencia, la cual nos dice que hemos sido lastimados o que algo anda mal. Uno podría suponer que existe una relación directa entre el daño al cuerpo y el dolor. Pero no siempre es así. Las personas pueden sufrir daño físico y no sentir dolor. Como también pueden sentir dolor sin daño físico.

Los científicos han tenido dificultades para encontrar los receptores del dolor. Lo mas probable, es que se encuentren en la simple terminación nerviosa libre. Las ultimas investigaciones sugieren que cuando ocurre una lesión se estimula la liberación de sustancias químicas que convierten las terminaciones nerviosas en sensores de dolor.

Los individuos presentan variaciones frente al dolor. Cada persona tiene un umbral y una tolerancia diferente con respecto al dolor. El umbral, es la cantidad de estimulación requerida para sentir dolor. La tolerancia, es la cantidad de dolor que se es capaz de resistir.

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