La familia, factor clave en el desarrollo integral de los adolecentes

La familia   factor clave en el desarrollo integral de los adolecentes

La adolescencia es un periodo de transición del desarrollo donde se da paso de la niñez a la adultez, en el cual ocurren importantes cambios físicos, cognitivos y psicosociales  que influyen en el comportamiento del adolescente (Papalia, Wendkos y Duskin 2010). Durante esta etapa es normal que el adolescente sienta la necesidad de experimentar diferentes cosas  que lo orienten hacia  la búsqueda de la identidad.

Sin embargo, durante este proceso de búsqueda de la identidad, los adolescentes están más propensos a factores de riesgo,  los cuales se podrían definir como una característica o cualidad individual en el contexto social, que aumenta la probabilidad de daño hacia la integridad de la persona (Herrera, 1999)

En la actualidad, uno de los mayores factores de riesgos a los que son propensos  los adolescentes es el consumo de sustancias psicoactivas; esto se ve reflejado en una investigación realizada por la Universidad de la Sabana en estudiantes de sexto a once bachillerato de seis colegios públicos de Bogotá. Este estudio revela  que el 11 % de los estudiantes consume marihuana; el 7 % aspira inhalantes; el 6 %, ácido LSD, y el 4% inhala cocaína, prueba éxtasis o consume bazuco;  además se evidencio que algunas conductas antisociales se relacionan directamente con el consumo de sustancias psicoactivas (El tiempo, 2015)

Los altos niveles de consumo de sustancias psicoactivas de los adolescentes representa un tema de  gran preocupación para nuestra sociedad, ya que este tipo de conductas, están relacionadas con  la rebeldías,  bajos niveles de afrontamiento, disminución del autoestima, una escasa habilidad comunicativa y la tendencia a la desintegración familiar.

Lo anterior mencionado nos lleva a preguntarnos ¿Los patrones de crianza de familias disfuncionales influyen en el consumo de sustancias psicoactivas en los adolescentes?  La familia juega un papel primordial como factor protector ante los  riesgos  que se presentan en la adolescencia. Las familias disfuncionales presentan inconsistencia en el manejo  de la autoridad, límites difusos o rígidos, lo cual representa una condición de riesgo así como lo menciona Díaz y García (2008), “el consumo de sustancias ilícitas está asociado significativamente con la desorganización y la falta de apoyo y control familiar, la separación de los padres, la pérdida del sentido de pertenencia, la baja cohesión y la rigidez adaptativa, así como con el involucramiento o el distanciamiento excesivos de los padres.” (p. 224)

Es importante resaltar que no es el único factor que influye en esta conducta, pero si es uno de los más importantes; así como lo menciona Cáceres et al. (2006), “La disfunción familiar. Está caracterizada por patrones negativos de educación y crianza, actitud negativa hacia la familia, sistema familiar en crisis o un escenario disfuncional enmarcado por el abuso de alcohol y drogas en el hogar. Se ha asociado a los primeros consumos en los adolescentes”.

Por tal razón, si un adolecente vive en un ambiente familiar donde los limites son difusos o no hay control de la autoridad, el adolescente buscara la manera de conseguir afecto o aceptación en  amigos o pares los cuales pueden llegar a influenciar en el consumo de sustancias psicoactivas; así mismo, el consumo puede iniciarse como una forma de encontrar refugio en ellas, para aislarse de la realidad que está viviendo en su familia.

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