La palabra que no falta

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Es común ir caminando por los pasillos de los edificios de la universidad, mas cuando ya se acerca el momento de cierre del periodo académico, escuchar la palabra que no falta en las conversaciones de los estudiantes “estrés”, acompañado por su puesto de frases como “ya no aguanto este estrés”, “que estrés”, “este estrés me va a matar”. Pero, realmente ponemos atención a esa palabra o ¿solo la utilizamos porque hace más llamativo nuestro juego de palabras?

Siendo la palabra estrés tan popular, es normal que su definición no sea del todo clara y las opiniones de que significa entren en conflicto, los mismos expertos y estudiosos del tema ven el estrés de diferentes maneras, una de ellas de la mano del fisiólogo francés Claude Bernard habla del estrés como una respuesta adaptativa física y psicológica del organismo a un estimulo externo (estresor) tratando así de buscar de nuevo el equilibrio, si la magnitud del estimulo supera la de la respuesta del organismo el efecto del estimulo era nocivo. Años más tarde el fisiólogo Walter Cannon definía el estrés no como la respuesta, sino, como el estimulo y desarrollo la teoría “reacción de alarma” en la cual la adrenalina tiene una función primordial.

Como vemos el termino estrés se ha popularizado mucho sin que la mayoría tenga claro que significa, al buscar literatura del tema se obtienen gran cantidad de conceptos que abordan el estrés, desde la perspectiva de estrés como estimulo, como respuesta o como consecuencia. Nosotros manejaremos estrés como: la respuesta adaptativa del organismo ante diversos estresores; (Hans Selye, 1936).

Con el fin de conocer los estresores de la comunidad estudiantil me di la tarea de recolectar algunas opiniones de los cuales resultaron algunos que llamaron mi atención ya que no solo el estrés en la universidad está relacionado con tareas o exámenes como se cree en principio, claro que las tareas y exámenes ocuparon un espacio importante como principales estresores en los estudiantes, pero entre otros tenemos trabajos en grupo, profesores que improvisan en clases, exposiciones, no encontrar lugares para comer comida saludable.

Como podemos ver el tema estrés involucra más de lo que pensamos, la comunidad estudiantil está expuesta a este “mal”, sí “mal”; cometemos el error de creer que el estrés es solo respuestas negativas del organismo, el estrés tiene una cara “buena”. El estrés “bueno” (Euestres) es el que da energía y ayuda disfrutar la vida y a que los estímulos se conviertan en retos,  ayuda a hacer lo que nos gusta y a hacer las cosas bien, pero nosotros no redirigimos los estímulos y solo nos quedamos con la cara negativa del estrés (diestres).

Para redirigir el diestres al euestres debemos en primer lugar definir cuál es mi estimulo estresor. Para los que identifican las tareas o exámenes como estimulo estresor traten de elaborar horarios de estudio para evitar la acumulación de trabajo y evitar dejar todo para las semanas finales, buscar diferentes formas de estudio la que mejor nos resulte, tales como resúmenes, cuestionarios , presentaciones de power point o simplemente subrayar. Si nuestros estímulos estresores son trabajos grupales como exposiciones, investigaciones o trabajos de campo, explotemos los atributos individuales de nuestros compañeros, siempre hay alguien que se le facilita más hablar que escribir, o investigar que redactar, si identificamos los atributos individuales los trabajos en grupo podrían convertirse en disfrute y resultar de mejor manera.

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