La personalidad. Etapas del desarrollo

La personalidad.

La personalidad se entiende como las características de una misma persona, un conjunto de motivaciones psicológicas, es decir, su organización psicológica interna, que determina la forma en que el individuo responde a una situación concreta.

En otras palabras, la personalidad es un patrón recurrente de actitudes, pensamientos y sentimientos. Estas actitudes, pensamientos y sentimientos son más o menos estables durante la vida de una persona y tienen un cierto grado de flexibilidad en su estilo de vida.

La personalidad es un modelo funcional que se ajusta a sí mismo (aunque no exento de contradicciones), que suele consolidarse y resistirse al cambio. Sin embargo, debido a que es una forma psicológica internalizada, opera de manera diferente en diferentes situaciones y no dependen mucho del mundo exterior.

Características.

Por otro lado, los elementos de la personalidad no solo se relacionan con la respuesta a determinados estímulos y situaciones, sino que también se relacionan con el estilo de vida, creencias y motivaciones, e incluso percepciones del mundo.

Etapas del desarrollo

1. El primer momento

En el momento en que nace un bebé, no podemos considerar que tenga una personalidad obvia, porque el nuevo individuo aún no le ha hecho una experiencia específica de alguna manera de ser, pensar o actuar. Sin embargo, es cierto que a lo largo del tiempo, hemos visto cómo un niño muestra sus tendencias conductuales de cierta manera: por ejemplo, podemos observar si lloró o lloró un poco, cómo el método de alimentación o la respuesta al tacto está lleno de miedo o curiosidad.

Estas primeras características son parte del llamado temperamento, que es parte del físico natural de una persona, que puede moldearse aprendiendo en el futuro. El temperamento se basa en la biología, principalmente de la herencia genética de los antepasados. Como componente principalmente relacionado con la emoción, es el componente original y servirá de base para la construcción de la personalidad.

2. Infancia

A medida que se desarrolla el tema, desarrolla gradualmente diferentes habilidades cognitivas y físicas, que le permitirán captar la realidad y comenzar a tratar de comprender cómo funciona el mundo y cómo el yo influye y participa en él.

La característica de esta etapa es obtener valores, creencias y normas de países extranjeros a través del método de imitación inicial, y casi no hay atmósfera de crítica. La personalidad comienza a formarse de acuerdo con las características del temperamento, se enfrenta a la realidad, adquiere la forma de comportarse y la forma de mirar el mundo, y forma una personalidad.

En esta etapa, dado que los menores suelen ser muy valorados en el entorno familiar, la autoestima suele ser alta. Sin embargo, al ingresar a la escuela, debido a que el ambiente familiar fue abandonado y se ingresó a un ambiente desconocido, en este ambiente muchas visiones tienden a fusionarse, por lo que esta tendencia tiende a disminuir.

3. Pubertad y adolescencia

La adolescencia es la etapa en la que crecemos y es la etapa clave en la formación de la personalidad. Se trata de una etapa de la vida compleja en la que el cuerpo se encuentra en proceso de cambio, al mismo tiempo que aumentan las expectativas de comportamiento personal de las personas y comienzan a experimentar diferentes aspectos y realidades.

Este es un momento crucial, que se caracteriza por la necesidad de distinguir, muchas veces la ruptura o separación del responsable, y seguir cuestionando todo hasta que se inculque.

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