La perspectiva motivacional. ¿Cuánta gente es necesaria para provocar un cambio social?
Enviado por anamf99 • 7 de Mayo de 2019 • Trabajo • 1.438 Palabras (6 Páginas) • 94 Visitas
Primera Actividad Práctica complementaria: La perspectiva motivacional.
¿Cuánta gente es necesaria para provocar un cambio social?
Introducción
Tras leer el artículo del sociólogo Damon Centola sobre la influencia de la mayoría sobre la minoría y,
como gana fuerza esta última si cuenta con un número mayor o igual al 25% de los individuos que se ven
involucrados, se han buscado diferentes artículos para dar otra perspectiva sobre cómo la motivación
juega un papel importante en los cambios en la sociedad.
La influencia de unos pocos sobre el resto de la población es un tema estudiado desde hace años tanto por
la psicología de las masas como por la psicología social, entre otras, y una de las cosas que se han de
tener en cuenta en el ámbito de la psicología es que se trata de una ciencia multiparadigmática y por tanto
hay diferentes puntos de vista.
En este caso, ya que el estudio es sobre algo social, no solo debemos observar la complejidad de esta
disciplina sino que, además, hay diferentes culturas y diferentes sociedades que pueden hacer que los
resultados varíen. También hay que subrayar la dificultad de esta clase de estudios, ya que deben
englobar a toda una población y deben poder controlar todas las variables que esta puede provocar.
Es por esto que, en este trabajo podemos encontrar otras formas en las que una minoría influye en una
mayoría y las formas en las que los procesos motivacionales intervienen en esta situación.
Resumen
Esta investigación demuestra que un grupo social minoritario (masa crítica) puede modificar las ideas o
conductas de la mayoría social, explicando de esta forma sucesos relevantes que han acontecido a lo
largo de la historia de la humanidad con repercusión negativa o positiva.
En el experimento, 194 sujetos fueron divididos en grupos, primero se les pidió que por parejas elegidas
al azar y de forma rotativa, atribuyesen un nombre a la imagen de un rostro, finalmente, llegaron a un
consenso. Después, se introdujeron en cada grupo participantes que pretendían modificar el nombre que
se había acordado previamente. Comenzaron con un 15% de masa crítica sin observar cambios, hasta
llegar al 25% (punto de inflexión) donde se observó una modificación, y superior a este se mantuvo el
éxito. Se debe resaltar, que en el 24% no se obtuvieron los mismos resultados siendo la única diferencia
un 1%.
Un artículo que apoya esta visión de Centola es “Autocomunicación de masas y movimientos sociales en
la era de internet”, escrito por Manuel Castells.
Evidencias Científicas
El artículo de Damon Centola, en ciertos aspectos tiene toda la razón.
Un gran ejemplo de cambios sociales producidos por minorías se da en el caso de las redes sociales en las
que un grupo pequeño de personas puede iniciar un mensaje y que este se haga completamente viral.
Esto es debido a la falta de miedo que hay en las redes sociales.
Ante una injusticia sentimos miedo e indignación, sin embargo, las respuestas para estas dos sensaciones
son completamente antagónicas. El primero podría producir una respuesta que paraliza mientras que la
segunda podría inducir a actuar.
En las redes sociales, al expresar el miedo, y gracias a que otros usuarios se identifiquen con este, la
persona se siente respaldada y lo olvida, dejando paso así a la indignación, que queda en un primer plano.
Esto tiene como consecuencia que, en lugar de que el miedo frene la acción, la indignación lleve al
individuo a arriesgarse, y esto puede generar entusiasmo y así llegar poco a poco a que sea la mayoría la
que exprese su descontento porque, en ese ámbito sí se sienten cómodos.
También cabe destacar la consideración de su compañera de campo, Emily Erickson, que admite en un
artículo en la revista de Scientific American que, de alguna forma, el mensaje de Centola es que “las
voces extremistas pueden adueñarse fácilmente del discurso público”. (Noonan, 2018).
Gracias a la afirmación de la socióloga de Yale, llegamos al siguiente ejemplo en el que ya no hablamos
de minorías, sino de individuos que con una buena propaganda y diferentes mecanismos en sus discursos
han conseguido la motivación suficiente como para generar un cambio social.
Hay muchos ejemplos de esta clase de procesos como preparar un buen inicio y un buen final en el
discurso, usar adverbios acabados en mente para exagerar expresiones, la utilización de una
argumentación centrada en la descripción, la desacreditación de la posición contraria, la promesa de
conseguir un ideal de justicia que es contrapuesto a lo que está establecido y se considera injusto, sacar
provecho de la posición de víctima y otras herramientas discursivas y de expresión corporal e imagen que
debe dar el personaje de referencia que inicia el cambio social.
Estas dos situaciones si nos muestran que una opinión poco respaldada estadísticamente en la sociedad
puede crear un impacto que llegue a provocar un cambio social, sin embargo, ni el experimento del
sociólogo estadounidense ni ningún otro han podido respaldar
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