Legislacion penitenciaria

Como mención inicial comenzaré por resumir el objetivo de la referida norma, la cual establece las directrices del moderno sistema penitenciario y que consagra como rasgos más sobresalientes el principio de legalidad en la ejecución de la pena, la potenciación del régimen abierto, la implantación del Juez de Vigilancia y en definitiva la instauración de un moderno sistema penitenciario basado en la concepción de la pena como una medida de prevención especial encaminada a la reeducación y reinserción social de los penados.

Cara al éxito de este cometido resulta necesario fomentar la participación del interno en la planificación y ejecución de su tratamiento, estimulando para ello su satisfacción e intereses. Este punto supone un enclave no exento de polémica, dado que una parte importante de la sociedad muestra su malestar por lo que entienden que en ocasiones la vida en los centros penitenciarios es complaciente en exceso con los reclusos, facilitándoles estímulos a los que en el exterior sus víctimas y una buena parte de la sociedad no tienen acceso (gimnasio, piscina, formación completamente gratuita, etc.).

Para cada interno se establecerá un tratamiento conforme a los siguientes principios:

a) Estudio científico del delincuente recogido en el protocolo del interno.

b) Diagnóstico y pronóstico global de la personalidad, actividad delictiva y datos ambientales del interno.

c) Debe ser individualizado y multidisciplinar.

d) Es complejo tanto por la variedad de sus métodos a emplear, como por la necesidad de situarlos en la dirección y marco adecuados.

e) Su desarrollo será programado conforme a un plan general en el que se establece la forma de emplear los diferentes métodos y delimitará las funciones o cometidos de los especialistas.

f) Dependiendo de la evolución de la personalidad del interno se adecuará de forma continúa y dinámica.

La dirección del centro penitenciario coordinará las diferentes actividades del tratamiento conforme a los principios de especialización y coordinación.

Una vez es llevado a cabo el estudio del interno y se establece su tratamiento resulta preciso proceder a su clasificación, para lo que se tendrá en cuenta dicho estudio previo, así como también la duración de la pena y el entorno al que regresará tras su puesta en libertad.

Conforme a la evolución del tratamiento y del sistema de individualización científica de los internos, se irá adecuando el régimen penitenciario y establecimiento del interno, según la siguiente clasificación en grados:

-- PRIMER GRADO: régimen cerrado, excepcional con medidas de control y seguridad más estrictas.

-- SEGUNDO GRADO: régimen ordinario, el interno puede convivir de forma normal pero sin capacidad para hacerlo en semilibertad.

-- TERCER GRADO: régimen abierto, el interno está capacitado para vivir en semilibertad.

En este último caso el régimen no solo se aplica conforme a la evolución del tratamiento sino que también se tienen que dar una serie de requisitos legales de carácter normativo.

La mayor evolución positiva del interno supondrá un aumento del grado, acrecentando la confianza en él depositada y en sintonía con la importancia de las

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