Los niños y adolescentes y la adicción a las tecnologías

Para dar inicio al tema en cuestión, es menester aclarar ciertos puntos a tener en cuenta.

Por un lado, cabe aclarar el sentido de la palabra adicción, un término al que se hace mención frecuentemente, y por lo general, en el consumo de determinadas sustancias; pero no es el caso. Se trata de una enfermedad multifactorial, es decir, puede deberse por cuestiones psicofísicos, ambientales, genéticos, influencias en el desarrollo, etc; y se trata de acciones continuas del cual el sujeto no tiene control sobre las mismas.

Estamos pasando por una época en la que el desarrollo de nuevas tecnologías han beneficiado a la humanidad en diversos aspectos como la de facilitar algunas acciones que anteriormente se hubiera hecho demasiado esfuerzo y perdido mucho tiempo en su realización, así también evidenciando la mejora en la comunicación y el entretenimiento que fundamentan su demanda en el mercado (por ejemplo, los celulares). Sin embargo, a pesar de esto, hay que reconocer que en la actualidad surge un gran dilema ante el mal uso de las mismas. Esta afirmación se debe a la variedad de casos registrados de personas adictas a los dispositivos tecnológicos, principalmente en niños y adolescentes.

En la actualidad, y en el avance en el mercado de los videojuegos, los jóvenes se entretienen con estos de tal forma que pueden llegar a ser perjudiciales, algunas investigaciones afirman que los juegos con alto contenido de violencia puede influir en el comportamiento de los niños. Aunque esta última afirmación no es del todo acertada, ya que no se da en todos los casos, es un problema que preocupa a muchos padres y adultos responsables de ayudar al niño en su desarrollo personal.

Así también se podría decir que tantos algunos videojuegos como otros medios tecnológicos se ha pretendido transmitir conocimiento y llevar adelante la educación enseñándoles a los chicos a usar de forma correcta estas herramientas para que sean aprovechadas.

Se reconoce el tiempo de utilidad que se le da a estos dispositivos. Según una investigación hecha en Mar del Plata el año pasado, un 94% de niños (sobre todo varones) ocupa su gran parte del tiempo en los videojuegos, mientras que un 6% no lo hace.

Como dice el informe de J. Barboza: “Según diversas investigaciones que se han hecho en torno a los videojuegos entre ellas la de Gifford (1991), Funk (1993), Estallo (1994), entre otros, los videojuegos pueden ser beneficiosos en tanto se oriente al logro de determinados aprendizajes. Además se afirma que incluso pueden ayudar a fomentar el desarrollo de la creatividad ,la atención, la resolución de problemas así como la inteligencia espacial , pues se desenvuelven en un mundo virtual donde no hay nada concreto en sí ;y la socialización ,ya que se requiere en la mayoría de juegos que diversos participantes interactúen para lograr una meta”.

Desde de este punto de vista, podemos

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