MÓDULO PSICOPEDAGÓGICO “EL PARADIGMA HUMANISTA EN LA EDUCACIÓN”
Enviado por quinosdeath • 28 de Enero de 2019 • Trabajo • 2.373 Palabras (10 Páginas) • 291 Visitas
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INSTITUTO LATINOAMERICANO DE CIENCIAS EN LA EDUCACIÓN
MAESTRIA EN COMUNICACIÓN Y TECNOLOGÍAS EDUCATIVAS
9ª GENERACIÓN,
SEDE: COLIMA
MÓDULO PSICOPEDAGÓGICO
“EL PARADIGMA HUMANISTA EN LA EDUCACIÓN”
ALUMNAS:
Bayardo Gaitán Alma Delia.
Pinto Delgado Gloria Mayela.
Rojas Larios Fabiola
TUTOR:
Iran Guadalupe Guerrero Tejero.
Colima, Col., 06 de mayo de 2007.
A lo largo de nuestra trayectoria académica hemos tenido diferentes tipos de profesores, de esta diversidad se recuerdan con gusto aquellos docentes que dedicaban un momento de su clase para escucharnos, nos impulsaban para desarrollar nuestras potencialidades y sobretodo porque nos veían en cada personas y no únicamente como entes académicos.
Esta forma de trabajar, está sustentada bajo el paradigma humanista, tema que se desarrollará en el presente ensayo con la finalidad de explicar brevemente su origen, los principales representantes, haciendo una mención especial a Carl Rogers, quien se destacó por sus contribuciones al campo educativo; las aportaciones a la educación y las formas que en qué concibe este paradigma a cada elemento educativo.
¿Qué es el Humanismo?
Desde el Renacimiento podemos hablar que inician ciertos movimientos de ideas y la concepción de ver al niño de una forma diferente y no solo como aquel que solo recibe información de su profesor sin ir directamente al medio que crea el conocimiento. El tradicionalismo del que tanto se a discutido a lo largo de años y por el cual se siguen renovando planes y estrategias a los profesores como el Humanismo que contempla algunas características con la Escuela Nueva.
Este movimiento de escuela nueva comienza a crear ruido a finales del siglo XIX en varios países de Europa, no sin dejar de lado que en el siglo XIII ya se hacía presencia de este pensamiento de allí que se le considere desde la época medieval. Para ellos su intención residía en constituir a los educandos en una “vida de servicio activo a la comunidad civil, proporcionándoles una base amplia y sólida de conocimientos, principios éticos y capacidad de expresión escrita y hablada”.
Para el humanismo existe la importancia de los sentidos y el adiestramiento, donde la actividad es primordial característica en la educación del aprendiz. Esta enseñanza basada en cierta libertad disciplinada en un medio natural ya predeterminado tiene relación con la búsqueda del conocimiento por parte del alumno de manera innata, es decir según los intereses del educando bajo ciertos límites así serán los resultados de su aprendizaje.
La escuela nueva tiene relación con el Humanismo pues ambos buscan que la base del “ proceso educativo no sea el miedo a un castigo ni el deseo de una recompensa, sino el interés profundo por la materia o el contenido del aprendizaje; el niño debe sentir el trabajo escolar como un objetivo deseable en sí mismo; la educación se propondrá fundamentalmente el desarrollo de las funciones intelectuales y morales, abandonando los objetivos puramente memorísticos ajenos a la vida del niño; la escuela será activa, se impondrá la obligación de promover la actividad del alumno; la principal tarea del maestro consistirá en estimular los intereses del niño y despertar sus intereses intelectuales, afectivos y morales; la educación será personalizada atendiendo a las necesidades e intereses de cada uno de los niños, etc.”. La preocupación de estás teorías coinciden en tratar el alumno como un ser integro, capaz de pensar y de poder apropiarse a los conocimientos que el medio le proporcionan. Los valores por su parte es formar a un alumno con principios éticos donde el apoyo entre compañeros fortalezca la autoeducación que se proponen.
Uno de los más fuertes precursores del Humanismo menciona en su teoría “la fuerza de vida que llama la tendencia actualizante. Esto puede definirse como una motivación innata presente en toda forma de vida dirigida a desarrollar sus potenciales hasta el mayor límite posible”. Considerando así las aportaciones que sus antecesores hacían como Montessori y Decroly y que coinciden con el en ver la apropiación innata de conceptos por medio de la naturaleza que nos rodea en una formación esencial para la vida.
Carl Rogers
Carl Rogers es probablemente quien más ha analizado el aprendizaje desde el punto de vista humanista, él menciona el aprendizaje significativo y dice que se logrará solamente si durante el proceso enseñanza/aprendizaje se logra integrar elementos como los procesos afectivos y cognitivos.
Se enfoca a las necesidades del alumno y en cómo apoyar para el logro de sus objetivos personales promoviendo un ambiente de respeto y comprensión y autenticidad en el salón de clase.
En su publicación “On Becoming a Person” (el proceso de convertirse en persona), Carl Rogers se preocupa como buen humanista por cómo poder ayudar en la vida de una persona a su crecimiento, desarrollo y madurez entre otras cosas.
Él menciona que por nosotros mismos no podemos curar, cambiar o sanar a una persona, sino que debemos enfocarnos por entender cómo nuestra relación hacia ellos puede hacerlos que desarrollen su propio crecimiento.
Parte importante de esto inicia desde la relación padre/hijo. Menciona que en varios estudios realizados se ha demostrado que los niños que en casa tienen más aceptación demuestran más capacidad y facilidad de crecimiento personal como originalidad, seguridad y control emocional, además de ser sociables y mostrar una actitud positiva en la escuela.
Por otra parte dice que en familias donde se muestra rechazo hacia el niño, trae consigo un bajo desarrollo intelectual, son emocionalmente inestables, rebeldes y pendencieros.
El humanismo en la educación
El paradigma humanista aunque fue un enfoque terapéutico, varias de sus ideas fueron recuperadas y aplicadas en la educación; lo que generó nuevos objetivos educacionales, tales como: ayudar a desarrollar la individualidad de las personas, apoyar a los alumnos a que se reconozcan como seres humanos únicos y asistir a los estudiantes a desarrollar sus potencialidades (Hamachek, 1987; en Hernández, 1997). Dichos objetivos, aún es nuestros días son directrices que la misma UNESCO ha marcado en uno de los cuatro pilares de la educación: aprender a ser; en donde menciona que la educación debe contribuir al desarrollo global de la persona [...] (Delors, 1996)
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