Más Allá De La Conciencia “El Inconsciente Levantando Su Voz”

Escrito

Más Allá De La Conciencia

“El Inconsciente Levantando Su Voz”

Presentado por:

Aura Cristina Cortés Herrera

Jhon Kevin Usma Latorre

Presente a docente:

Ana Lucia Sanín Domínguez

Universidad Católica Luis Amigó

Fundamentos del Psicoanálisis

Psicología-Grupo 02

Manizales-Caldas

 Más Allá De La Conciencia

“El Inconsciente Levantando Su Voz”

¿Qué sabemos en realidad del inconsciente? ¿Qué se ve representado en este? ¿Cómo y

cuándo se manifiesta? ¿Qué supone para la persona su manifestación? ¿Cómo debe ser

analizado?

Estos, a nuestro parecer son cuestionamientos que marcan el inicio de un tema extenso y

difícil de abarcar como lo es “la existencia del inconsciente y sus manifestaciones”, pues este

supone el estudio y la comprensión de muchos y pequeños detalles que se entrelazan para formar

su significado.

Trataremos a continuación de hacer un recorrido no muy extenso pero si claro de lo que

supone cada uno de estos interrogantes, haciendo referencia en temas importantes e influyentes

que nos den razón sobre la demostración que Freud logra de la existencia del inconsciente.

Para esto es necesariamente importante hablar y dedicar gran parte de este escrito a los

fenómenos psíquicos “sueños, actos fallidos y síntomas” a los cuales Freud denomina como

formaciones del inconsciente.

Los invitamos entonces a conocer acerca de cómo estos fenómenos constituyen

representaciones del contenido inconsciente y como dejan de ser solo hechos aislados para

convertirse en actos psíquicos de pleno derecho e importancia.

Palabras Claves: inconsciente, sueños, actos fallidos, síntoma, pulsiones, mociones,

interpretación, asociación libre, represión, formaciones de compromiso, actos psíquicos.

 Para dar un orden lógico al escrito tendríamos que comenzar hablando sobre el

inconsciente y lo que este supone para Freud, remitiéndonos hasta el momento en el que su

práctica profesional lo lleva a percatarse de unas manifestaciones, que radicaban su origen no en

un traumatismo orgánico como era conocido normalmente si no en uno psíquico.

La investigación de estas le permite hallar un espacio en el que son inmersas ciertas

situaciones, deseos, pulsiones, mociones que en su momento por considerarlas inmorales fueron

aisladas u ocultas. Encuentra entonces una diferencia entre lo conocido, lo moral y lo auténtico

denominado como “consiente” y lo oculto, lo desconocido y lo privado este nombrado como

“inconsciente”.

En este orden de ideas debemos avanzar un poco más en las teorías y trasladarnos al

momento en el que se plantea la primera tópica Freudiana, con la cual se describe el aparato

psíquico, haciendo referencia a tres sistemas, el primero de estos es la conciencia en la cual nos

vamos a topar con aquello de lo que nos percatamos permanentemente, el segundo lo va nombrar

preconsciente y va hacer referencia a todo aquel contenido latente susceptible de consciencia al

que temporalmente ha salido de la conciencia pero que con un esfuerzo de voluntad o gracias a

un estímulo va a poder ser percibido por la conciencia.

Adicionalmente tenemos el tercer sistema que es el inconsciente, definido desde

diferentes sentidos, el descriptivo haciendo alusión a su característica de actualmente no

consiente, el tópico que va marcar este como correlativo de represión y de mecanismos de

defensas, contenido de lo propiamente inconsciente que va a ser desfigurado durante su

exteriorización a causa de la censura situada entre el inconsciente y el preconsciente.

En contraste con la idea anterior Freud también nos expone algunas propiedades que van

a ser compartidas por el sistema preconsciente y consiente tales como principio de realidad,

orden cronológico, organización y temporalidad; estas a su vez van a marcar la diferencia entre

lo inconsciente en un sentido descriptivo y lo propiamente inconsciente.

Quisiéramos entonces en este momento adentrarnos en aquellos procesos mentales o

psíquicos a los que Freud a diferencia de otros especialistas denota un interés mayor,

mencionando en repetidas ocasiones que el sentido o contenido que estos realmente quieren

expresar es lo que los hace altamente importantes frente al psicoanálisis.

En primera instancia tenemos los sueños, a los que se dedican numerosos textos en

explicación, Freud (1915-1916) define que “el sueño como un todo es el sustituto desfigurado de

algo diverso, de algo inconsciente” (p.103, conferencia 7°). Tenemos entonces que por medio de

esta sustitución se va a ver representado el inconsciente a través de los elementos oníricos.

Pero ¿qué ocurre con dicha manifestación para que esta no se muestre de una manera

transparente ante el soñante? Como hemos mencionado ya, para que ese contenido se halle en el

inconsciente tuvo que haber sido deliberado como inmoral en algún momento, sucede que

mientras el periodo de relajación nocturno, estas mociones de carácter inconsciente intentan

emerger dada la disminución de la energía del yo, sin embargo existen otras fuerzas de represión

que van a tratar de impedir el paso de estas a un estado consiente, actúan tanto las investiduras,

tratando de salir como las contra investiduras, evitando esta salida.

Es en este momento donde debe de haber una especie de conciliación entre estas dos

fuerzas “formaciones de compromiso” logrando una nivelación y dando como resultado un

contenido manifiesto que va a ser el presentado en el sueño este desfigurado y un contenido

latente, aquel que no pudo emerger de una manera transparente y al que se debe llegar por medio

de las ocurrencias.

Hablábamos entonces de unas fuerzas de represión del yo, en el caso de los sueños

nombrada como la censura onírica, a la que se atribuye la prohibición de la exteriorización

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