Personalidad en Psicología General

Lizanny Medina

C.I: 27.162.506

Lic. Katerin Trosell

Personalidad en Psicología General

Desde tiempos remotos, siempre ha existido curiosidad por entender y/o estudiar la mente humana, ya que predominaba el interés por la anatomía física, pero muchos se preguntaban qué ocurría en el cerebro, cómo funcionaba al determinar los actos, pensamientos y características de un individuo y se implementó lo que hoy en día conocemos como psicología. Sin embargo, cada autor se enfocaba en diferentes áreas creando su propio criterio en base a teorías, pero todos aportaron distintas perspectivas de las mismas; una de esas tantas áreas es la personalidad, que no es más que las características cognitivas, volitivas y conativas que a su vez influyen en el v aspecto corporal, siendo esta la característica física,         que cataloga la forma de ser de una persona y lo hace distinguible ante otros individuos.

En base a esto, el autor Sigmund Freud desarrolló 5 modelos de personalidad que son considerados como teorías complementarias o actualizaciones de varios conceptos fundamentales. El primero fue el “modelo topográfico”  donde Freud, divide la mente en 3 regiones: la inconsciente, la preconsciente y la consciente, y en cada una hay procesos biológicos diferentes; el inconsciente es la parte más profunda de la mente ya que en él se almacenan los pensamientos, impulsos y fantasías que son difíciles de acceder desde el consciente, básicamente está dirigido por los procesos primarios y por el principio de placer; la preconsciente es como un punto de unión entre las otras 2 regiones y desde ésta, es posible conocer los contenidos de la consciencia mediante la concentración de la atención, y por último, la consciencia, esta funciona por el sentido de la realidad, la cual permite nuestra interacción con el entorno, la cognición y la motricidad.  

Asimismo, también está el modelo dinámico, este se basa en el conflicto de los impulsos o fuerzas instintivas, así como de los mecanismos de defensa que inhiben los instintos. En este modelo, el señor Freud concibe los síntomas psicopatológicos como formaciones del compromiso que permiten una gratificación parcial de los impulsos a la vez que causan malestar, actuando así, como un castigo contra la conducta que presente la persona. El modelo económico está constituido por pulsiones biológicas, que pueden darse debido a la tensión corporal, y esto favorece a que la persona busque un fin determinado, teniendo como función u objetivo, la supresión de estados fisiológicos desagradables. La teoría más conocida es el modelo genético, en el cual se describen las cinco fases del desarrollo psicosexual, el comportamiento humano está regido por la búsqueda de la gratificación en relación a las zonas erógenas del cuerpo, cuya importancia depende de la edad existiendo así la fase oral, anal, fálica, período de latencia y fase genital.

Por consiguiente, el último modelo es el estructural, en el cual se destaca la separación de la mente en 3 partes que se desarrollan durante la infancia, tales como el Ello, el Yo y el Súper Yo, y los problemas que tengan entre ellos darían origen a síntomas psicopatológicos. El Ello representa los impulsos inconscientes relacionados con la sexualidad o agresividad, el yo se concibe como un desarrollo del ello ya que evalúa los modos de satisfacer los impulsos teniendo en cuenta el entorno, y es donde ejercen los mecanismos de defensa, por último, el súper yo es el que actúa como supervisor del resto de instancias y como modelo de conducta, supone una especie de “el yo ideal” y puede verse influenciado por las normas sociales, es por ello que se le considera una especie de conciencia moral.

Por otro lado, Carl Jung se apartó de los conceptos de Freud y profundizó con respecto al inconsciente, y según su análisis estableció 12 arquetipos de personalidad, definiéndolos como “una tendencia innata a generar imágenes con intensa carga emocional que expresan la primacía relacional de la vida humana”. Se comprenden en: sabio, el cual corresponde a quien se guía por el pensamiento lógico y analítico; inocente, corresponde a alguien optimista que siempre le ve el lado bueno a todo; explorador, abierto a la aventura con el afán de descubrirse a sí mismo; gobernante, arquetipo relacionado con el poder y corresponde a un líder clásico; creador, digno de alguien ocurrente lleno de imaginación; cuidador, desea proteger a quienes lo rodean pero corre peligro de volverse un mártir a partir de sus sacrificios; mago, se refiere a un revolucionario en constante progreso o trasformación; héroe, una persona con mucha vitalidad y resistencia; forajido, se refiere a la rebeldía e independencia de la opinión de otros; amante, una persona amorosa y estética; bufón, se toma como el arquetipo del “loco” ya que lo suyo es disfrutar la vida; y por último huérfano, caracterizado por hacer el papel de víctima o inocente pero tiene un talante cínico.

Con respecto a Carl Rogers, éste propuso una idea de que la personalidad de cada persona puede analizarse según el modo en que este se acerca o aleja a un “modo de ser” y vivir la vida a la que tiene como etiqueta de persona altamente funcional, esto supone que alguien se caracteriza por estar en constante renovación, es decir, buscando un ajuste perfecto para con sus objetivos y metas vitales; en palabras simples, las personas altamente funcionales tienen un modo de vivir la vida adaptándose a las circunstancias constantemente. Estas tendrían como rasgos personales, la confianza en ellos mismos, abiertos a la experiencia, creatividad, carácter constructivo, desarrollo personal y libertad de elección. Sin embargo, las definiciones de Rogers al ser muy abstractas y ceñidas a conceptos muy rígidos van en contra de la idea de una personalidad basada en la “auto-actualización”, ya que el desarrollo personal fluye constantemente y escapa a las convenciones.

En cuanto a la teoría de los constructos personales, desarrollada por George Kelly, éste concibe al ser humano como una especie de científico que construye y modifica con experiencias sus conocimientos e hipótesis, al anticipar su conducta y otros acontecimientos, esto se logra con la formación de los constructos personales, que son categorías descriptivas para dar concepto a un evento. Estos pueden ser dicotómicos o bipolares, esto significa que podemos entender la personalidad y experiencias humanas a partir de adjetivos con polos opuestos, como pueden ser “feliz/triste” o “inteligente/ignorante”; Kelly considera que al estudiar la personalidad y el pensamiento humanos, es mejor centrarse en la relevancia de una interpretación de la realidad para una persona.

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