Prejuicio en la poblacion mexicana hacia los consumidores de drogas

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Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Estudios Superiores Zaragoza Campus I

Quintanar Zamora José Pablo

Seminario de investigación

Angel Pacheco

Prejuicio hacia los consumidores drogas en la población mexicana

En la actualidad los consumidores de drogas sufren de deshumanización, marginación, y rechazo a causa de la estigmatización a la que son sometidos.

La propuesta presentada a continuación tiene como objetivo identificar si existe el prejuicio social dirigido hacia las personas consumidoras de drogas.

Según Goffman (1963) la estigmatización es un atributo social negativo que crea diferencias entre las personas que lo tienen y las que no, creando situaciones de rechazo y menosprecio hacia quienes poseen dicha condición.

Link y Phelan (2001)  dicen que el estigma es resultado de un proceso que consta de cinco componentes: en el primero, se le etiqueta a la persona por sus diferencias; en el segundo, se crea un estereotipo alrededor de la persona debido a conductas no deseadas; en el tercero, se genera una diferencia entre “ellos” y “nosotros”; en el cuarto, se pierde la condición de sujeto, así como la discriminación, el rechazo y la exclusión; y, por último, en el quinto componente se crea un escalón de diferencia entre quienes tienen las características no deseadas y las que sí.

La creación del estereotipo siempre será de orden social y colectivo, es decir, es creado por un entendimiento general causado por el prejuicio y el estigma que genera el consumir drogas. Ahora, este pensamiento colectivo se desencadena hacia conductas que no son bien vistas ante el orden social, aquello que es diferente de lo normal, lo raro.

Los consumidores de drogas se enfrentan a muchas otras adversidades derivadas de el estigma creado alrededor de ellos, son despojados de todo rastro de humanidad, y a su vez se piensa que no son acreedores a un trato digno o derechos básicos como la salud, la educación o el trabajo, de igual manera son excluidos de espacios públicos o programas de ayuda, estas situaciones les imposibilitan llevar una vida digna a causa de las dificultades que enfrentan para encontrar vivienda, y que afectan a sus relaciones sociales y a su autoconcepto.

Sin embargo, no solo se habla de marginación y exclusión, sino también de miedo. Se tiene la creencia de que los individuos consumidores de drogas al estar bajo el efecto de estas sustancias pierden el sentido para discernir de aquello que es lo correcto y lo incorrecto, pierden su humanidad y raciocinio, situación que ha generado miedo y rechazo hacia los consumidores de drogas debido a que se piensa que pueden lastimarse a si mismos o peor aún a otra persona.

No obstante esta idea no es del todo equivocada, ya que, se cree que más de uno de cada diez personas consumidoras de drogas son problemáticas y/o han desarrollado una adicción, al igual aquel individuo consumidor de drogas, dependiendo de las drogas que consuma, si adquiere una cierta discapacidad para la realización de actividades o en la misma conducta, condición que no le permite desenvolverse de una manera “normal” o socialmente aceptada, situación que le lleva a ser rechazado en trabajos o por la misma sociedad, sin embargo, esto no debería ser así debido a que no son personas incapaces de realizar actividad alguna. El conjunto de estas adversidades puede y ha llevado a estas personas al apartamiento social.

Ahora, una de las mayores adversidades a las que se enfrente el consumidor de drogas es a la adicción, condición que llega a mermar la mente de los consumidores, así como sus capacidades sociales, sus procesos básicos y condiciones físicas, esto aunado al poco apoyo que tienen por parte de las instituciones gubernamentales, que se han encargado de prácticamente desparecer a este sector de la población, imposibilita si quiera la creencia de que un drogodependiente pueda buscar ayuda o si quiera ser merecedor de una buena calidad de vida. De igual manera se realizo un estudio donde se pone en evidencia la actitud que tiene el personal de la salud con los consumidores de drogas y drogodependientes siendo que muchas veces optan por darlos como casos perdidos debido a su complejidad en el tratamiento.

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