Preocupa la salud mental tras el paso de María por la Isla

Preocupa la salud mental tras el paso de María por la Isla

La salud mental de los puertorriqueños se encuentra en un momento de fragilidad luego del huracán María. Es importante discutir las consecuencias emocionales de este dramático evento. Mucho más en ancianos, niños y jóvenes, ya que necesitan más atención y herramientas emocionales para trabajar la resiliencia como mecanismo de aprendizaje y fortaleza.

No todos tienen el mismo nivel de tolerancia para superar esta situación. El conocer que el servicio de electricidad podía tardarse hasta un año en llegar a muchos hogares y a las escuelas fue un detonante para que muchos puertorriqueños tomaran la decisión de irse de la Isla. Esto afectó el estado emocional de los familiares que se quedaron en Puerto Rico y sufren la ausencia o el aparente abandono de dicho familiar. Otro aspecto que ha afectado el estado emocional ha sido el vivir como refugiado en casa de algún familiares o deambulando debido a la perdida de los hogares. Esta situación llega el momento en que la convivencia se torna insoportable, ya que cada individuo tiene unas costumbres que en la otra casa no puede realizar y se ve en la obligación de hacer lo que otro diga. Esto trae problemas familiares y emocionales mayores, hasta el punto de tomar la horrible decisión de suicidarse.

El gobierno mantiene una página de estadísticas donde informa como va progresando el suministro de agua, la electricidad, el recogido de basura o escombros y la cantidad de muertos por el paso del huracán María. Según los afectados algunos de estos procesos están llegando con mucha lentitud y los residentes están al borde de la locura. Algunos alegan que la cantidad de muertos relacionados con el huracán pueden pasar de los 200 fallecidos. El gasto en gasolina o en alimento es más alto de lo normal por la falta de energía y el pueblo puertorriqueño ya no aguanta más.

La angustia, la desesperación, la soledad, la inestabilidad, la falta de dinero y el cansancio son los enemigos número uno para que la salud emocional se vea afectada y esto es lo que estamos viviendo. Debemos buscar la ayuda necesaria, tocar puertas a las agencias para podernos enfrentar esta situación. No es fácil, pero tenemos que aprender para poder ayudar a otros. Realizar labores voluntarias, dar la mano a los que lo necesitan es una herramienta para subsanar un poco el dolor de nuestros hermanos puertorriqueños.

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