Procesos Psicológicos y la Salud Mental

Las emociones ya sean instintivas o reactivas nos mantienen en contacto con el medio; son una constante interacción entre nosotros y lo que nos rodea. También nos caracterizan. Su manejo nos invita cada día a aprender más de nosotros mismos y en muchas ocasiones determina qué tanto equilibrio poseemos.

Se dice que, debido al uso coloquial de distintas palabras relacionadas a lo emocional, se hace difícil concretar una definición de emoción; sin embargo, estudiosos del área han realizado esfuerzos por hacerlo, entre ellos: Cofer y Appley (1971) quienes la conceptualizan como una reacción o respuesta de gran intensidad ante una situación estimulante.

Los estados emocionales sin duda influyen en la salud física de las personas. De hecho, constituyen uno de los factores determinantes de esta. Para mejor comprensión pueden separarse las emociones en dos grandes grupos, emociones agradables o positivas y las emociones desagradables o negativas. Estas últimas se consideran unas de las principales causas y mayor riesgo para contraer enfermedades físicas o mentales. Ya entonces, se asoma la importancia del equilibrio emocional y también de la profunda relación existente entre las emociones y la salud, intensificándose aun más en pacientes de cuidados paliativos.

Precisamente de esta relación entre la emoción y la salud, nacen variadas corrientes cuyos estudios en gran parte se centran en demostrar como influyen y así brindar estrategias para que sean usadas a favor de fortalecer la salud. Por ejemplo, la psiconeuroinmunología, la programación neurolingüística, biodescodificación, etc.

De manera científica la psicología de la salud se abandera de una concepción biopsicosocial, viendo a la salud y a la enfermedad como el producto de una combinación de factores, incluyendo las características biológicas: como la predisposición genética, los factores de comportamiento: como el ritmo o estilo de vida, el estrés como patología y las condiciones sociales: como la cultura, las relaciones familiares, asistencia social, etc.

Los profesionales en psicología de la salud buscan entender cómo los factores biológicos, conductuales, y sociales influyen en la salud y la enfermedad. Usan sus conocimientos para promover el bienestar general y comprender la enfermedad física. Están especialmente entrenados para ayudar a las personas a lidiar con los aspectos psicológicos y emocionales de la salud y la enfermedad.

Por su parte la personalidad, entendida como rasgos distintivos de un individuo cuyas características se reflejan en respuestas recurrentes ante diferentes situaciones. Y la salud mental como bienestar emocional, psíquico y social, una facultad de adaptación humana que genera un ajuste del organismo a su medio. Ambas, personalidad y salud mental, en combinación se traducen caracterizando a una persona como alguien capaz de responder y reaccionar de forma equilibrada ante situaciones de presión, el ser seguro de sí mismo, el demostrar cierta capacidad de reconstruir sobre circunstancias o factores adversos (resiliencia) entre otros aspectos; sin duda se concibe que la salud mental incide de forma positiva en la construcción de la personalidad como proceso.

Por su parte los procesos psicológicos

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