Psicología y dislexia
Enviado por Diana Cáceres • 13 de Enero de 2023 • Apuntes • 7.849 Palabras (32 Páginas) • 64 Visitas
- Introducción
El desconocimiento de estrategias de intervención psicopedagógica para el manejo del trastorno específico de la lectura, representa un problema en el contexto educativo dado que implica que los docentes perfeccionen su metodología de enseñanza y adecúen un plan de contenidos curriculares idóneo para dificultades específicas de lectura, tomando en cuenta que estos estudiantes requieren de otras estrategias alternativas para lograr un óptimo rendimiento lectoescritor. Al ser considerado un enfoque de investigación reciente, ciertos docentes pueden haber logrado adquirir pocas habilidades o conocimientos acerca de estas estrategias para intervenir en problemas de dislexia por lo que también pueden ser utilizadas por psicólogos educativos y psicopedagogos como una forma de prevención en estos trastornos. En las instituciones educativas se presentan casos de niños que han sido diagnosticados con este tipo de dificultad, siendo los docentes y psicólogos el primer filtro de apoyo durante el acompañamiento escolar, permitiéndoles detectar posibles dificultades que se manifiestan en el proceso de lectura para posteriormente requerir del apoyo de profesionales externos e internos al ministerio de educación que los ayuden en la implementación de programas psicopedagógicos.
Algunos docentes pueden no disponer del conocimiento suficiente e instrucción profesional en el ámbito de las estrategias psicoeducativas empleadas en dificultades de aprendizaje, sin embargo, han trabajado con alumnos que presentan un rendimiento académico deficiente en cuanto a lectoescritura. Se pueden observar algunos signos de complejidad en los primeros años de educación primaria, los cuales pueden contribuir a detectar un posible diagnóstico de trastorno lector requiriendo de técnicas de apoyo que les permita leer con fluidez.
Singer y Cuadro (2010) mencionan que el trastorno de lectura se asocia a una alteración en el reconocimiento de palabras, caracterizado principalmente por dificultades en el procesamiento fonológico, siendo fundamental que en los años previos al inicio de su instrucción desarrollen ciertas habilidades cognitivas, lingüísticas y psicolingüísticas que les servirán de base en el manejo del proceso lector. Presentan un déficit en ciertas habilidades implicadas en el procesamiento lector que afecta a su vez el procedimiento ortográfico para reconocer las palabras, por lo que se les dificulta identificar de forma fluida los términos dentro de un texto tendiendo a adivinar o incorporar lexicalizaciones sobre las palabras.
Las estrategias psicopedagógicas pretenden ayudar a solucionar los problemas de lectoescritura mejorando su nivel académico a través de programas que les permitan la asimilación de fonemas, el desarrollo de palabras, fortaleciendo así la comprensión y fluidez en la lectura de acuerdo con las capacidades del estudiante. Al hablar de estrategias psicopedagógicas nos referimos a técnicas destinadas a corregir el proceso de aprendizaje en la lectura y de esta manera lograr su eficacia. Permitiendo alcanzar un nivel idóneo en el rendimiento académico y fortaleciendo los componentes léxicos de comprensión, proporcionando herramientas alternativas que les ayuden a medida que avance su etapa de formación.
Las estrategias psicopedagógicas como mencionan Celdrán y Zamorano “son guías de acciones generadas en el ámbito de la profesión de psicopedagogía que pueden contribuir a solucionar problemas de aprendizaje” (2012, p.40). Estas estrategias pretenden que los estudiantes logren alcanzar un potencial mínimo en ciertas habilidades lingüísticas esenciales involucradas en el proceso de lectura mejorando así su rendimiento en el ámbito educativo.
El diagnóstico temprano del trastorno de la lectura en la etapa preescolar puede resultar imprescindible para prevenir alteraciones del aprendizaje en años posteriores. Para Ripoll y Aguado (2016) la intervención empleada en problemas de lectura debe estar respaldada por dos elementos: argumentación de las causas o factores implicados identificando los componentes lingüísticos que requieren de técnicas que compensen estos déficits apoyándose en los puntos fuertes de cada estudiante, basándose también en la instrucción lectora que recibe en el aula. Tratándose de un problema específico de lectura el docente debe implementar estrategias metodológicas que les facilite a los estudiantes dominar las vías de acceso fonológica y lexical, dependiendo del modelo de intervención utilizado.
Se han observado los avances en cuanto a habilidades lingüísticas, fonológicas y de decodificación y posteriormente sugirieron la realización de constantes evaluaciones de seguimiento tomando en cuenta el grado de evidencia científica respaldado por un alto porcentaje que certifique el progreso de aprendizaje de lectura en el alumnado (Ripoll y Aguado, 2016).
Para tratar el trastorno de lectura se pueden emplear distintos ejercicios y actividades de acuerdo al tipo, nivel de gravedad y características que cada uno de ellos presenta. Los ejercicios que se utilizan contribuyen a identificar las dificultades precisas permitiéndonos establecer un perfil del rendimiento académico del estudiante para así poder desarrollar un programa de intervención eficaz acorde a sus destrezas potenciando un mejor desempeño en habilidades lingüísticas donde se evidencia mayor dificultad.
De acuerdo con Zapata et al. (2012) la propuesta de programas psicopedagógicos con el propósito de fortalecer las habilidades de comprensión lectora pretende demostrar el complejo proceso de ejecución de estos que combinan el método de lectura acelerada junto con la lectura repetida, siendo uno de los más utilizados en la mayoría de programas de intervención para mejorar la fluidez lectora. Adicional a esto se requiere de un constante seguimiento que les permita el perfeccionamiento de estas competencias, por medio de programas digitales para la dislexia y disortografía diseñados como técnicas psicoeducativas complementarias demostraron beneficios imprevistos para los niños, no solo en el manejo de los procesos perceptivos, léxicos, sintácticos, semánticos y demás componentes sino también en su formación integral, evitando otros problemas adicionales consecuencia de su apreciación errónea al momento de leer y como escritores deficientes (Zuppardo et al., 2017).
Por la relación que se establece entre la dislexia y las habilidades fonológicas la aplicación de técnicas como lectura de sílabas, términos y oraciones, entrenamiento de vocabulario y estrategias de comprensión de textos favorecen el perfeccionamiento de lectura. La aplicación de estas estrategias puede resultar beneficioso en la intervención para tratar problemas de dislexia al enfocarse en ejercicios de conciencia fonémica asociando los sonidos por medio de representaciones gráficas pueden contribuir al logro de un mejor nivel de aprendizaje. Entre estas se evidencian otras opciones convenientes para aplicar en el aula de clase, algunas constituyen pautas directas y otras representan adaptaciones psicopedagógicas adaptadas a las necesidades del niño.
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