Psicopatologia. TRABAJO PRÁCTICO N°1 “HABÍA UNA VEZ – UNA CIUDAD DE LOCOS”
Enviado por mileef95 • 31 de Mayo de 2018 • Trabajo • 1.835 Palabras (8 Páginas) • 1.595 Visitas
INSTITUTO SUPERIOR PARTICULAR INCORPORADO N° 9191 “JUAN XXIII”
TRABAJO PRÁCTICO N°1
“HABÍA UNA VEZ – UNA CIUDAD DE LOCOS”
PROFESORA: Natalia Yacuzzi
ALUMNA: Milena Fernández
MATERIA: Psicopatología
CARRERA: Trabajo Social
CURSO: Cuarto Año
FECHA DE ENTREGA: 7/05/18
INTRODUCCION
En el siguiente trabajo la estudiante Fernández Milena articulará los conceptos teóricos brindados por la profesora Yacuzzi Natalia en la cátedra Psicopatología para poder realizar una simetría con la película “Había una vez – La ciudad de los locos”.
Para comenzar a desarrollar el trabajo cabe aclarar que es la Salud y según la Organización Mundial de la Salud como “…un completo estado de bienestar físico, mental y social del individuo…”. Es una simetría inconstante, suspicaz de ser modificada por ciertos factores de riesgos, No refiere solo a esa ausencia de la enfermedad, sino que a una completa armonía del ser.
En el texto de Salud – Concepciones del proceso Salud/Enfermedad, dice que “Todos los grupos humanos desarrollan algún sistema para luchar contra la enfermedad” (…) Esto se ve evidenciado con la manera en la cual cada profesional intervenía con sus pacientes a modo de estudio de la situación por la cual estaba pasando, es decir; en la película se puede observar como un médico llevaba adelante una Crisis Epiléptica Inducida, utilizando técnicas manuales para llegar a su meta, con el fin de evidenciar a un grupo de personas como funcionaba dicha patología mental, con la maldad de provocarla en otra persona haciendo presión en sus globos oculares. Mientras que, en contraposición con dicho profesional, el Doctor Basaglia prefería no inducir un sufrimiento innecesario en otra persona, ni mucho menos para demostrarle a un grupo de aficionados la manera en la cual actuaba la enfermedad en el cuerpo, prefiriendo en su lugar, retirarse de la sala de reuniones.
La escritora Sismondi Adriana en su texto “Cultura y Salud”, establece que la salud como fenómeno cultural y social. Realiza así un enfrentamiento entre proceso y estado, y propone a la salud – enfermedad como todo integral, lo que va a generar que deje atrás esa mirada biologicista para pararse desde una perspectiva más cultural. Lo que genera que la salud sea un proceso en donde es atravesado por distintos factores sociales, históricos, culturales, políticos y económicos.
El papel de la cultura en la especificación del sujeto psíquico: “Todo recién nacido presenta en forma embrionaria la suma total de posibilidades, pero cada cultura y cada período de la historia, retendrá y desarrollará solo unas cuantas de ellas” – quiere decir que cada sujeto se constituye de manera desigual, enmarcado por la cultura de la cual es parte y por la cual también podrá ser modificado y así mismo modificarla a ella también, entrando en un proceso constante de modificación/alimentación. Dichos aspectos son anulados dentro de la institución psiquiátrica por los “superiores”, los cuales crean un sistema determinado para homogeneizar a los pacientes, en tanto y en cuanto puedan con ello, para simplificar su trabajo y respetar la mirada que se poseía (en ese momento histórico) de un convaleciente que se encontraba dentro de una institución psiquiátrica, cuyas características se van desatando desde el poseer todos la misma vestimenta, con números de identificación, reemplazando el nombre de la persona y pasando a ser “uno más” de allí dentro, robándoles sus objetos personales como ser fotos, juguetes, cortándoles el pelo, y dejándolos con la misma ropa toda una semana, haciendo que descansaran todos al mismo horario y realizaran las mismas actividades y a la hora predispuesta por terceros, ajenos al grupo, determinando la imposición de un predominio verticalista y hegemónico, así como también, explícitamente una “Mutilación del Yo”.
Otra de las autoras Amico, Lucía del Carmen; propone un concepto de salud mental, donde lo propone como valorativa. Donde las distintas pruebas a superar para establecer a un ser humano como sano o enfermo, “…varían según las representaciones sociales y paradigmas científicos dominantes en cada cultura y período histórico”.
Las distintas concepciones actuales de salud mental nacen con la modernidad. A partir del nacimiento de la PSIQUIATRÍA, aquí el medico es lo verdadero y efectivo para llegar a la veracidad del fenómeno. La concepción moderna, eliminada de los dogmas metafísicos y también religiosos, con la razón puede explicar el mundo mediante el conocimiento científico.
Este paradigma científico dominador funcionando desde las entrañas de la modernidad – capitalista concibió al Modelo Médico Hegemónico el cuál es definido por el antropólogo Menéndez Eduardo como “… un conjunto de prácticas, saberes y teorías generadas por el desarrollo de lo que se conoce como medicina científica, el cual a fines del s. XVIII ha ido logrando dejar como subalternos al conjunto de prácticas, saberes e ideologías que dominaban en los conjuntos sociales, hasta lograr identificarse como la única forma de atender la enfermedad, legitimada tanto por criterios científicos como por el Estado.”.
Las fundamentales y principales características de este Modelo Médico Hegemónico son: Biologismo – Individualismo, el A – historicismo, el A – culturalismo, la relación asimétrica entre Médico – Paciente y la racionalidad científico técnica. En toda la humanidad este MMH lleva a cabo la función curativa, de control, normalizadora y para legitimar orden social dominador.
La escritora Amico lo conceptualiza de la siguiente manera “… sustentando en los valores de la burguesía, que propone una idea de familia, una clara vinculación con lo normativo, y en un necesario reconocimiento del error y aceptación de los castigos, para que el paciente se acerque a la curación. En este contexto el medico llega a ser la figura central, que aparece legitimando al asilo”.
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