Psicopedagogía Básica.
Enviado por Flor Villapol • 17 de Febrero de 2016 • Apuntes • 1.659 Palabras (7 Páginas) • 244 Visitas
En la clínica psicopedagógica se articulan dos discursos: las entrevistas con los padres y la escena individual. La inclusión de la familia permite acercarse a la intersubjetividad, al vínculo.
La familia es una producción humana y, por lo tanto, simbólica. Permite la humanización. Si lo simbólico, que tiene que ver con la inserción en la cultura, se pierde, la calidad de vida del niño se ve afectada (por ej: si un niño es criado en la selva, no puede irse a vivir a la ciudad porque no sobreviviría a ese ámbito nuevo).
En el proceso de constitución de una familias, todas tienen una conflictiva entre dos tipos de vínculos: el de sangre y el de alianza (cada miembro aporta su historia que al unirse dan origen a una nueva combinación, cada uno debe desprenderse del discurso de su familia de origen para poder constituir una territorialidad propia). Se debe efectuar un corte que reduzca el peso significativo de las familias de origen, entonces hay que trabajar con una historia transgeneracional (de por lo menos 3 generaciones, bisabuelo-abuelo-padre), ya que éstas tres condicionan la personalidad del paciente, intervienen en ella por medio de la crianza. Por lo tanto, el fracaso en el aprendizaje toma nuevos sentidos al conocer la historia de las generaciones de los pacientes.
Aún antes del nacimiento, entran en vigencia identificatorios en los que el niño se reconocerá y llega a un lugar ya significado, marcado y dónde el nombre será un factor muy importante que se ligará a un linaje (antepasados y descendientes de una persona). El nombre es el primer rastro, la primera inscripción de una persona (por ej: si lleva el nombre de su padre/famoso hay un vínculo detrás, una carga familiar determinante, un significado)
A partir del nacimiento surgen las modalidades de cada familia, de flexibilidad o rigidez para aceptar al niño diferente a lo que esperaban, al sueño familiar, pueden darse distintas reacciones frente al nacimiento de un niño con algún tipo de patología. Cada familia significará según su historia de una manera particular al hijo que nace.
En el primer momento de la crianza en importante constituir la vida psíquica de sus hijos, para ello la familia necesita cerrar su discurso y debe ser endogámica en un primer momento, es decir, debe protegerlos, contenerlos, ser su primer sostén. Además lo no elaborado por la familia interferirá en el proceso de constitución de los hijos, ya que es el más débil de ella.
Existe un segundo momento de crianza denominado apertura, en el que debe haber un segundo corte (la edad esperada según la EC y EM es a los 3 años, al empezar jardín) que permita la salida exogámica para dar lugar a nuevas identificaciones, ya que muchas patologías de aprendizaje están relacionadas con la dificultad de las familia para permitir esta salida. La familia al transmitir valores socioculturales introduce al niño en códigos culturales, de manera que se le ofrece diversas alternativas, según el sesgo (marca) que imprima a la cultura que pertenece.
Al recibir consultas de niños pertenecientes a familias migrantes o inmigrantes, sus códigos culturales varían acerca de lo permitido, prohibido, esperado y también el tipo de vida. Es necesario pensar qué sucede cuando la familia se inserta en una cultura diferente, cuyos códigos muchas veces se oponen a los de la sociedad de la que provienen, dando lugar a problemas de aprendizaje.
La familia para constituir la subjetividad del niño puede favorecer u obstaculizar su acceso a la posibilidad de conocer. En un primer lugar debe ocurrir un proceso de libidinización para asentar las bases de la génesis del pensamiento (el niño ubica a sus padres en un lugar de absoluto saber), a medida que el niño crece debe darse un corrimiento de los padres y un corte necesario (dolor para el niño) para que se permita la entrada de significaciones fuera del entorno familiar, para que el niño pueda recibir ofertas diferentes y que sus padres dejen de ser figuras completas. Para que pueda llevarse a cabo, los padres tienen que dar el permiso, tienen que esperar y desear que su hijo logre la autonomía que aporta el pensamiento propio. Sin embargo, no todas las familias se sienten felices viendo a sus hijos pensar.
Con el comienzo del pensamiento, el hijo constituye la capacidad de preguntar, cuestionar e indagar la estructura familiar que no siempre es tolerado y, por ello, suele no preguntar porque el costo sería muy alto. Al generarse movimiento de preguntas, el niño indaga sobre temas que le preocupan, generalmente con su cuerpo, el cuerpo de otros y también con su origen. Conocer no sólo implica conectarse con lo esperado-deseado sino que también incluye lo penoso, luego inicia una aventura de conocimiento que generalmente comienza placentera y si se enfrenta con temas que no puede conocer o no tolera ciertas respuestas, se alejará de la posibilidad de aprender. Por lo tanto, la familia debe dejarle huecos, espacios sin respuestas para que el niño pueda ampliar su conocimiento y enriquecerse fuera de ese vínculo, también la familia va realizando a lo largo del tiempo ofertas de objetos a conocer interesantes, para que el hijo pueda conocer y pensar de manera más compleja.
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