Psicosis pablo palacio.
Enviado por Esteban Perez • 5 de Noviembre de 2016 • Ensayo • 1.676 Palabras (7 Páginas) • 654 Visitas
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA
CARRERA DE PSICOLOGÍA
MANIFESTACIÓN DE LA PSICOSIS
Nombre: Esteban Torres Pérez
Sexto psicología clínica
Ensayo sobre Pablo Palacio y el cuento “El Cuento” del libro Un Hombre Muerto a Puntapiés.
Pablo palacio es un autor Ecuatoriano, considerado por muchos como uno de los más importantes exponentes de la literatura en nuestro país, fue uno de los fundadores de la vanguardia en el Ecuador y América Latina, su vida fue muy difícil desde un comienzo, el nació en Loja el 25 de Enero de 1906. Su madre se llamaba Angelina Palacio y su padre fue Agustín Costa, quien no lo quiso reconocer, aunque años más tarde cuando Pablo Palacio ya era famoso, intentó darle el apellido pero él se negó rotundamente. Su madre fallecería cuando el tenia únicamente 6 años y quedaría al cuidado de un tío. Un aspecto muy importante de su historia es que cuando tenía 3 años tuvo un accidente y sufrió un golpe en el cráneo que le dejaría una cicatriz muy profunda.
En cuanto a su educación y logros, él estudió en la escuela de los Hermanos Cristianos y en el colegio Bernardo Valdivieso de su ciudad natal. En 1925 se graduó en Jurisprudencia en la Universidad Central y ejerció también como profesor de filosofía y literatura en la misma Universidad fue subsecretario del ministerio de Educación y como subsecretario de la Asamblea Nacional Constituyente en 1938. Militó para el partido socialista y cofundó la revista Cartel desde la cual se divulgaban sus ideas socialistas. Trabajó también como periodista, escribiendo artículos de corte filosófico y jurídico, pero sin duda es más reconocido por ser escritor literario.
En 1927 publicaría su libro de cuentos “Un hombre muerto a puntapiés”, considerada una novela muy subjetiva que sobresale por la profundización en la psicología de sus personajes siendo esta una característica fundamental en las obras literarias de Pablo Palacio. Se casó en 1937, después de un largo enamoramiento, con la destacada artista Carmita Palacios
Finalmente en 1939 empieza a manifestar síntomas de una terrible enfermedad, que sería asociada a la demencia, perdía la memoria constantemente y el hilo de las conversaciones, que darían pie a que se den ciertos trastornos mentales que pronto harían que se lo declarare como loco (psicosis), enfermedad por la cual sería internado en un psiquiátrico en Guayaquil donde fallecería 7 años después, el 7 de enero de 1947. Siempre estuvo bajo el cuidado por su fiel esposa quien se ofreció como enfermera en la misma clínica para poder sufragar los gastos del tratamiento.
Su obra “Un hombre muerto a puntapiés” pertenece al género de prosa narrativa y son cuentos de realismo urbano que hacen una denuncia de los seres marginados del mundo urbano. El nivel de escritura es en general culto y está dividido en diez cuentos. Este libro tiene básicamente como fondo el tratamiento de temas típicamente presentes en la realidad de la vida diaria y exige una lectura atenta junto con un análisis objetivo y subjetivo, pues su forma de narrativa no solo encierra una visión amplia del mundo sino también una gran creatividad que hace alusión a temas mórbidos de la sociedad, de los cuales genera una crítica, ya sea solo narrativa o en base sus personajes, expresando un repudio hacia los convencionalismos sociales en ambientes que siempre van a ser de misterio.
Dentro de su obra “Un Hombre muerto a puntapiés” esta un cuento cortó llamado “El cuento” aquí a través de la narrativa Pablo Palacio hace una fuerte crítica a la opinión pública vista como “freno de gobernante y único timón seguro para conducir con buen éxito la nave del Estado” y toma al sociólogo como parte fundamental dentro de la sociedad diciendo que ese sociólogo, que puede ser cualquiera y que incluso lo describe como alguien que debe estar "en la media edad, entre gordo y flaco, entre barbudo y no barbudo,(…) tiene que ser pequeño, de párpados con bolsas, usar jaquet y detestable sombrero y andará lentamente, blandiendo el bastón y moviendo las caderas. Un hombre solterón y aburrido" (Palacio, 2013), dándonos a entender de una forma peculiar las generalidades de la sociedad, al asociar a aquel sujeto al común denominador del político o a un ciudadano ejemplar que debe su lugar a los medios y al qué dirán y quien también tendrá una amiga, descrita como cualquiera que tendría “cualquier nariz –pongamos aguileña–, cualquier cabello –canela–, cualesquiera ojos –pardos–, y será larguirucha y voluntariosa. Quien puede vivir al cabo de una calle sucia y tener amigas muy alegres con quienes celebre sesiones animadas", el común de una prostituta. Finaliza el cuento hablando de un encuentro entre este sociólogo (político) y esta mujer donde el hombre le reclama de un personaje anterior que debió estar con ella y del cual se enteró mientras ella le responderá que si sigue insinuando eso le rajara la cabeza dejando un pensamiento final que dice “Si esta mujer me raja la cabeza, ¿qué dirá la opinión pública?”. (Palacio, 2013)
Sin duda es una fuerte crítica, recordemos que la narrativa de Pablo Palacio pertenecía al realismo abierto y con la cual él busca hacer una denuncia de los seres marginados de la ciudad, del mundo urbano, lo que la separa del realismo social pues este último denuncia las injusticias de las clases marginales. Sin duda su escritura está totalmente influenciada por sus inclinaciones políticas que en este caso eran socialistas. Pero este mismo tipo de escritura y narrativa fomentaron críticas porque eran fuera de lo común y esto no era aceptado por los demás escritores de su época quienes consideraban que sus obras eran irritantes, hirientes, alucinantes, desafiantes, coléricas, absurdas, existenciales y difíciles de analizar. Y en algo tenían razón, pues si son muy difíciles de entender y analizar pero estos factores serían los que destacarían su genialidad y brillantes.
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