Requiem por un sueño. Psicología clínica

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En la película de “Requiem por un sueño” se muestra como un conjunto de personajes abandona sus sueños poco a poco bajo el fuerte peso que ejerce sobre sus vidas el consumo de sustancias estupefacientes.

En cada individuo se puede observar cómo este consumo continuado ejerce una influencia negativa sobre cada uno.

Harry:

El protagonista es un consumidor frecuente de heroína. Hace lo que sea posible para conseguir dinero con tal de adquirir la sustancia para poder consumirla. En el comienzo de la película se puede observar cómo el joven roba la televisión a su madre con el fin de poder pagar el consumo. Todos estos comportamientos demuestran que Harry podría tener un trastorno por consumo de opiáceos.

Tyrone:

Lo mismo ocurre con su amigo Tyrone. A pesar de que Harry muestra aparentemente una mayor adicción que este, se puede decir que los comportamientos de ambos son similares. Tanto el uno como el otro anteponen, a veces incluso de manera inconsciente, el consumo de la sustancia a cualquier otra cosa, aunque esta fuera importante para ellos.  

Sara:

En cuanto a la madre de Harry, Sara Goldfarb, esta también presenta un sinfín de comportamientos que demuestran la posibilidad de que presente una adicción.

Para empezar, se podría decir que sufre de forma intensa la separación de los seres queridos, puesto que a lo largo de la primera mitad de la película se puede apreciar la soledad que desprende desde que su marido murió y su hijo se fue de casa. El hecho de vivir sola en parte hace que comience a preocuparse de manera excesiva por el peso.  

La ilusión que le aparece a partir de la “propuesta” que recibe para acudir a un programa de televisión no es otra cosa que una forma de recuperar el protagonismo de una vida de soledad. De esta manera, comienza con el consumo de anfetaminas para perder peso. El consumo que presenta Sara no dista de la adicción que presenta el resto, puesto que a medida que la película avanza, se observa que la mujer depende por completo de las pastillas. Estas incluso le provocan estados mentales que desembocarían seguramente, si no recibiera tratamiento, en un trastorno más complejo, puesto que pueden observarse delirios y alucinaciones que esta sufre en relación con la comida.

Marion:

Por último se encuentra Marion, la novia de Harry. Esta, siguiendo la línea del resto de personajes, presenta una adicción a los opiáceos.

Esta fuerte adicción se demuestra sobre todo en la segunda mitad de la película, donde hace ver que incluso es capaz de prostituirse para conseguir la droga. Esta comienza teniendo una cita con un antiguo novio, en la que se acuesta con él para conseguir dinero, puesto que tanto Harry como ella están pasando una mala racha económica. Pero cuando la película avanza hacia su recta final, Marion directamente pasa a prostituirse a cambio de de Heroína. Por lo tanto, este comportamiento es una demostración de toda la sintomatología que demuestra que esta joven tiene un trastorno por consumo de opiáceos.

De esta manera, al analizar el comportamiento de todos los personajes, se puede decir que tienen en común una adicción incipiente y en desarrollo al consumo de sustancias estupefacientes. Puede verse cómo esta adicción evoluciona a lo largo de la película hasta el punto de pasar por delante de los deseos y sueños de cada personaje, arrastrando con ella la cordura y la vida de cada uno.[pic 2]

Trastorno por consumo de opiáceos:

Harry:

En el caso de Harry, se manifiestan más de dos de los criterios propuestos en el DSM-5. Presenta un consumo frecuente, además de mostrar un deseo por controlar dicha ingesta. A lo largo de la película se observa como esta creencia decrece, cuando se encuentra con una escasez de la sustancia, a la par que aumenta la necesidad de ingerir más dosis para conseguir los mismos efectos. De igual manera, emplea mucho tiempo en conductas para conseguir droga, como cuando viajan él y Tyron a Florida para poder adquirirla.

También hay que destacar los problemas físicos que sufre, puesto que al final le amputan el brazo. Y con todo esto, en los momentos en los que no puede adquirir la droga, se puede observar la presencia de abstinencia.

Marion:

Esta también cumple la mayoría de criterios diagnósticos  reflejados en el DSM-5 acerca de este trastorno. Ella consume opiáceos con frecuencia. Al comienzo, piensa que tiene un control sobre el consumo, pero después puede verse que esto no es así-

De igual manera, en la mitad final, comienza a manifestar una fuerte ansia por consumir, anteponiendo el mismo consumo a sus relaciones sociales y amorosas así como a sus deberes en el trabajo (al abandonar su deseo de ser diseñadora de moda, por ejemplo).

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