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Rol Psicologia Social


Enviado por   •  18 de Abril de 2024  •  Informe  •  2.294 Palabras (10 Páginas)  •  36 Visitas

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Pichon Riviere trabaja sobre el análisis de los roles que para el son cuatro.

El portavoz, el chivo emisario, el líder y el saboteador que no tienen que ser estereotipados y no tiene que ser la misma persona siempre que ocupa cada rol porque ahí está el problema y el conflicto de base y hay que ir variando, tiene que ser rotativos. Puede ser que durante el primer tiempo que el grupo se conoce se asocia, hay alguien que asume la tarea de liderar o hay dos o tres y se va moviendo bien cuando el tiempo pasa y el grupo empieza a tener la mutua representación interna a conocerse, más identificarse a empezar a pasar por también las posiciones del cono invertido si ya de afiliación ya empieza la comunicación a mejorar a surgir amistades, también hay que observar los subgrupos, la cooperación y todo esto tiene que ir moviendo para que el grupo pueda en esa dinámica enriquecerse.

Entonces vamos a ir a analizar un poquito más cada rol: el portavoz que es uno de lo más importante. Que es ese miembro que denuncia el acontecer grupal que dice que algo por sus propias fantasías que lo mueven, que dice algo que tiene que ver con el grupo, que en el momento que lo dicen no lo sabe. Dice por ejemplo: la persona esta incomoda, me vienen con el chusmerio de acá, chusmerio de allá, que los grupos esto, que los subgrupos, que mira este, que mira el otro. La verdad yo quisiera que acá se hablara, se abriera un poco más este tema, se aclarara, ¿somos un grupo?, ¿somos muchos grupos?, porque no entiendo, no veo que esa afiliación empiece a funcionar, y claro ahí uno cada uno le va a movilizar y a decir: ah bueno yo también porque yo no entendía como era que este grupo trabaja y excluye al otro… Y esa persona por sus propias incomodidades, por sus propias fantasías dijo algo que estaba en el grupo circulando, las ansiedades, el miedo al cambio, el miedo a lo nuevo pero nadie se hacía cargo, Esta persona asume esto sí y habla de esto, las ansiedades necesidades de la totalidad del grupo. Entonces dice lo que emerge del grupo sin darse cuenta sin saberlo y se conjugan en él la verticalidad o sea su historia personal y la horizontalidad del grupo, que es la historia del grupo que empieza a crearse, que empieza a funcionar. En este proceso actual, en este momento. Que están ellos haciendo el grupo que sea, en ese aquí y ahora, y en esa totalidad de los grupos, de los miembros, de los que están, de los que no estaban, de los silentes, de todos. Entonces es un rol adjudicado, que es prescrito o un rol necesitado en el grupo  que tiene que ser cumplido por alguien, entonces el portavoz siempre tiene que aparecer de alguna manera, se necesita que aparezca para decir lo que está pasando, lo que en el grupo no quiere asumir, las fantasías que hay. Ya sean las teorías, las tareas, cuando son grupos de trabajo porque hay que enfrentar algo, porque hay que diseñar una estrategia nueva, porque hay que asumir problemas y nadie quiere. Entonces esa persona asume el rol de portavoz, de denunciar algo. En las familias el caso que más habla Pichon Riviere es en las familias donde hay algún problema de salud mental, hay una persona enferma que con su actuar denuncia que esa familia tiene un problema vincular, de comunicación, de los roles, entonces esa persona es como que está diciendo yo enfermo, pero el grupo familiar es el que está enfermo. Ese es el caso que explica más Pichon Riviere. Pero tenemos que tratar de entenderlo fuera de esta situación de la enfermedad porque funciona en todo el grupo. Entonces, otra cosa importante cuando coinciden los dos roles: prescrito y asumido, se produce un encaje, una articulación en donde eso que yo asumí, y eso que está en el grupo prescripto es decir que está. Que siempre va aparecer de alguna manera. Entonces ese rol toma más fuerza. Es común también ver que el portavoz pasa a veces a ser chivo emisario porque inicialmente está denunciando algo, diciendo algo que incomoda y que pone el grupo en este malestar. Entonces a veces se lo responsabiliza y dice: - no, porque vos viniste con todo eso, y entonces se lo culpa, cuando en realidad, esa incomodidad ya estaba, ya funcionaba, nada más que el problema no parecía estar aclarado, no parecía haber aparecido y a veces se le quiere echar la culpa a esa persona. O sea en la locura, en la enfermedad mental, es muy típico. “El enfermo es él, nosotros estamos todos bien”. Y en realidad no, esa persona está enferma y es la que se ve, pero debajo de eso está toda la estructura enferma.

Por otro lado el chivo emisario, es esa persona a la que se le hace depositario de los aspectos negativos o atemorizantes del grupo, o de la tarea, en un acuerdo tácito, es decir que nadie lo dice, pero vamos a culpar a alguien que es más fácil que hacernos cargo cada uno. Y se compromete entonces a esta persona y a los otros que hay un problema. Aparecen los mecanismos de segregación, o sea de sacarlo, decirle que no tiene que estar, de echarlo, de despreciarlo y el rol de chivo emisario surge como preservación del liderazgo a través de un proceso de disociación necesario al grupo en su tarea de discriminación. Se lo expulsa a esa persona, va aparecer otra, o sea es mucho más decir que la culpa la tiene tal, y no hacerme cargo de qué parte ocupo yo en ese grupo, que parte tal vez no está funcionando con el dinamismo necesario, con la precisión que se necesita o no está avanzando ese trabajo grupa, y es mejor culpar a alguien: que no trajo el material, que no hizo esto, que no hizo lo otro, que dijo, que les dijo, que trajo problemas, pero hay que asumirlo porque ahí la historia (siempre lo mismo), la historia vertical de cada uno, tiene que ver con esta grupalidad que se va formando, entonces sumamos las verticalidades, ahí empezamos a ver los problemas de esa red que se teje entre unos y otros.

Otro importante es el saboteador, que dice muchas veces que es el líder de la resistencia al cambio, porque por ej. Cuando están en prácticas o cuando hay que realizar una tarea en concreto o cuando hay que trabajar sobre planes de acción, es la persona que se resiste: - no, yo no sé, porque tal vez  no funciona o podríamos hacerla de otra manera. Siempre empieza con esto de:- no, otra cosa sería mejor, pero no trae en concreto un plan, no trae en concreto ideas, solamente se queda hablando y diciendo: - mejor esperemos, mejor veamos, mejor le preguntamos a otro que ya sabe. Siempre está a contrapelo de la tarea, siempre está obstruyendo, porque bueno, en el fondo lo que se mueve son las ansiedades, los miedos al cambio y a lo nuevo, porque yo en otro grupo, o en otro momento ocupaba cierto rol, o yo mismo, yo misma, hacia las cosas de cierta manera, y en este lugar me lo proponen de otra, y yo me que como “¿y acá no sé cómo?” o sea, no es consiente todo esto, es inconsciente y entonces de cierta manera uno empieza como a hundir un plan, digamos, para quedarse como retrasado y detener eso. Entonces no funciona ese dinamismo que se necesita en ese grupo. Es bastante claro el saboteador en general, Si vemos películas, siempre aparece el saboteador, si vemos grupos, siempre es bastante fácil de verlo.

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