TRANSICIONALIDAD Y VOCACION. OTRA LECTURA POSIBLE ACERCA DE LO VOCACIONAL (CLAUDIA MESSING)
Enviado por sofia.real • 31 de Julio de 2022 • Documentos de Investigación • 1.000 Palabras (4 Páginas) • 79 Visitas
PROVINCIA DE BUENOS AIRES
DIRECCIÓN GENERAL DE CULTURA Y EDUCACIÓN
DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN SUPERIOR
ESCUELA NORMAL SUPERIOR DE NUEVE DE JULIO
ISFD y TEC 4
CARRERA: TECNICATURA SUPERIOR EN PSICOPEDAGOGÍA
ESPACIO CURRICULAR: ORIENTACION VOCACIONAL
CURSO: 4°
CICLO LECTIVO: 2022
PROFESOR/A: ANDREA MUÑOZ
ALUMNAS: TICERA LAURA, LUNA MARIA CRUZ, GONZALEZ ELIANA
TALLER “TRANSICIONALIDAD Y VOCACION. OTRA LECTURA POSIBLE ACERCA DE LO VOCACIONAL (CLAUDIA MESSING)
Resumen:
El concepto de impulso vocacional como nueva herramienta conceptual para hacer frente a las exigencias actuales de versatibilidad y cambio permanente.
Esta nueva herramienta conceptual es especialmente apta para el trabajo con adultos y se estuvo aplicando con muy buenos resultados a destinatarios de los planes de jefas y jefes de hogar que participaron del programa de micro emprendimientos en Lujan en el año 2003.
El objetivo de este trabajo es proponer una idea diferente acerca de “lo vocacional”, apoyada en los desarrollos de winnicott (1972) acerca del “objeto y fenómenos transicionales” y que recoge una terminología de Leonardo Wender acerca de la “significación, impulso o tendencia vocacional básica”
La palabra vocación viene de latín vocatio. Según Lidia Ferrari seria llamar y ser llamado, donde no se puede precisar si el sujeto de la acción es activo o pasivo: “es lo más íntimo, lo más propio y a la vez, lo más exterior, lo más lejano (como un llamado de Dios).
La vocación tendría características muy particulares, del cual no podremos precisar si proviene del exterior o interior, solo aparece, se lo advierte allí cuando se lo encuentra y es una de las principales características de los fenómenos denominados por winnicott “transicionales”.
Winnicott, hace referencia a la “realidad y juego”: “Ningún ser humano se encuentra libre de la tensión de vincular la realidad interna con la externa y el alivio de esa tensión lo proporciona una zona intermedia de experiencia. Esta zona es una continuación directa de la zona de juego del niño pequeño que se pierde en sus juegos.
El carácter transicional de la vocación son las experiencias transicionales las que constituyen el motor inconsciente, la base pulsional de la vocación, proveyendo contenido y significación peculiares a ese llamado.
Estas experiencias transicionales se acompañan de fantasías, vivencias y sensaciones que pueden ser puestas en palabras y van armando, constituyendo el impulso vocacional.
Wender refiere a que la vocación posee dos elementos, por un lado, la presencia de un impulso vocacional, que tiene su origen en la zona de transicionalidad (psíquico, permanencia y continuidad), por otro lado, el o los objetos vocacionales (variables y sustituidos).
Podemos acceder al contenido de nuestro “impulso vocacional” si hacemos un recorrido por los momentos más placenteras de las distintas actividades que desarrollamos en el presente y en el pasado, tratando de precisar que es lo que nos producía la satisfacción más íntima.
Descubriremos que entre esas vivencias satisfactorias existe un hilo conductor, una continuando, que en algunas personas se remonta hasta los juegos favoritos de la infancia.
Las experiencias transicionales nos protegen, porque nos permiten transformar activamente lo que fue vivido de forma pasiva, donde experimentamos la posibilidad de un encuentro satisfactorio con un objeto que nos satisface y da placer, como en la relación madre- hijo donde accedemos al objeto primario (pecho), es un objeto que nosotros creamos cuando lo necesitamos.
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