Tabla comparativa entre los autores Piaget y Vygotski sobre la adquisición del lenguaje

Autor

Características

Edades

Variantes

Ejemplos

Piaget

Apoya el origen de la inteligencia lógica en las acciones que el bebé realiza sobre su entorno y en su propia acción interpretadora. Señaló que el lenguaje de los niños pequeños denotaba una falta de adaptación a los puntos de vista de los otros, por lo que lo denominó lenguaje egocéntrico, distinguiéndolo de habla comunicativa de los niños mayores.

Piaget reconoce y destaca el papel del lenguaje y la interacción social como promotores del pensamiento lógico, dividió la adquisición en las siguientes edades:

0-2 años:

Desarrollo de la inteligencia sensoriomotora.

3-7 años:

Pensamiento egocéntrico.

8-11 años:

Pensamiento lógico.

Identificó tres variantes de habla egocéntrica:

1. La repetición de sílabas o sonidos.

2. El monólogo donde el niño se engancha en un soliloquio.

3. El Monólogo colectivo en el que varios niños hablan al mismo tiempo, pero sin escucharse ni responderse entre sí.

El habla egocéntrica se enfoca en el niño, a través del monólogo, pero sigue siendo para sí mismo, no reconoce la existencia de los demás: “Voy a jugar con mis muñecas”.
Hacia los siete años empieza la transición hacia el habla comunicativa por la capacidad adquirida para descentrar su pensamiento.

Vygotski

Según este autor, mientras habla para sí, el niño aplica instrucciones verbales similares a las que previamente estuvieron operantes en contextos sociales. Para Vygotski el lenguaje egocéntrico era el resultado de traspasar a la escena individual las formas sociales de comportamiento previamente aprendidas.

La adquisición del lenguaje para Vygotski se divide en:

0-2 años:

Lenguaje (orientado al contacto social y emocional). Pensamiento (instrumental).

2-4 años:

Lenguaje social.

4-6 años:

Lenguaje egocéntrico. Funciones de autorregulación.

6 años:

Lenguaje interno. Pensamiento verbal.

Según Vygotsky el lenguaje egocéntrico no se extingue, sino que se transforma para adecuarse a su función autorreguladora, no desaparece, sino que subsiste en una nueva forma llamada lenguaje interno.

Este lenguaje se caracterizaba por su dimensión no sonora y por asumir una sintaxis particular inclinada a la condensación y a la omisión de información.

Mediante el lenguaje egocéntrico los niños ejercen un control verbal de la conducta. Vygotski en uno de sus experimentos pidió a varios niños que colorearan un dibujo sin advertirles que su tarea había sido obstaculizada. Tal manipulación aumentó el habla egocéntrica: “¿Dónde está el lápiz?, ahora necesito uno azul…”