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Texto Freud Fragmente de análisis de un caso de histeria


Enviado por   •  26 de Abril de 2021  •  Resumen  •  1.708 Palabras (7 Páginas)  •  113 Visitas

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FRAGMENTO DE ANÁLISIS DE UN CASO DE HISTERIA-CASO DORA (1905)-TOMO VII PÁGS. 21-22, 36-38, 42-43 y 46

Freud tratará a una joven de 18 años, cuyo pseudónimo era DORA, quien presentaba ya hace 8 años síntomas neuróticos. En esa época había contraído una disnea permanente (dificultad en la respiración), en forma de ataques muy agudos, que le apareció primero en una excursión a las montañas. Dora tenía un hermano mayor con el cual tenía una relacion muy cercana de pequeña (aspiraba a ser como él), pero de quien se distanció en la adolescencia. Dora presentaba una usual relacion de atracción sexual con su padre (ternura en la infancia), de la misma manera que su hermano la tenía con su madre, y en las peleas familiares, cada quien tomaba el lado de un progenitor.

De pequeña, Dora padecía de habituales enfermedades infecciosas pero que no dejaron secuelas. Según su relato, su hermano solía contraerlas primero en un grado leve, y luego ella las obtenía en manifestaciones más graves. Hacia los 12 años le aparecieron hemicranias (tipo de migraña) y ataques de tos nerviosa, que primero se presentaban juntos y luego se separaron y experimentaron un desarrollo diferente. La migraña desaparece hacia los 16 años, mientras que la tussis nervosa se conserva y perdura. Los ataques se daban de manera característica y un mismo ataque duraba entre 3 a 5 meses y primero presentaba un episodio de afonía total.

El diagnóstico de Freud no se había alterado mucho: “se trataba de nerviosísimo, los variados tratamientos usuales, incluidas la hidroterapia y la aplicación local de electricidad, no había dado resultado₂₁.

Dora, que era ya madura y muy independiente en su juicio, solía burlarse de los esfuerzos de los médicos y renunciaba a su asistencia. Mostraba poca predisposición a las consultas al médico, pero no rechazaba al médico familiar. Todo intento de consultar a un nuevo médico generaba resistencia, y sólo acudía provocaba por la palabra autoritativa del padre.

Dora inicia sus consultas con Freud a la edad de 16 años, aquejada de tos y afonía, a lo que él le prescribió una cura analítica que ella abandona porque este ataque desaparece espontáneamente. Unos meses despues fallece su amada tía y ella permanece en la casa de su tío en Viena, en donde tuvo cuadros febriles que se diagnosticaron como apendicitis.

Luego de su mudanza definitiva a Viena, Dora presenta desazón (dolor o tristeza por un problema físico) y una alteración del carácter, además de cansancio y dispersión mental. No estaba satisfecha ni con ella misma, ni con los demás, enfrentaba hostilmente a su padre, y no podía entenderse con su madre quien la quería atraer hacia las tareas domésticas. Buscaba evitar el trato social, pero cuando podía continuaba sus estudios y recurría a conferencias para damas.

Sus padres encontraron una nota despidiéndose de ellos, diciendo que no podía soportar más la vida. Su padre, quien no creía que culminara cometiendo suicidio, quedó impresionado y decidió confrontarla, lo cual provocó el primer ataque de pérdida de conocimiento seguido de una amnesia.

Al ser dejada bajo el tratamiento de Freud, él puede desarrollar su historial clínico un poco más: “<Petite hystérie> con los mas corrientes síntomas somáticos y psíquicos: disnea, tussis nervosa, afonía quizás tambien migrañas; además de desazón, insociabilidad histérica y un taediun vitae probablemente no tomado en serio₂₂.

Dora descubre la infidelidad de su padre con la señora K, quien estaba casada con el señor K. La señora K parecía detestar su matrimonio, razón por la cual cuando su marido volvía de viaje, ella enfermaba. Dora resultó muy interesada en la relacion de esta pareja, y se enamoró del señor K. Con sus enfermedades ella demostraba su amor por el señor K, de manera que: “enfermaba cuando él estaba ausente, y sanaba tras su regreso₃₆, al contrario de la señora K. Dora entraba en un mutismo histérico cada vez que el señor K no estaba, siguiendo la lógica de que si él no estaba, no valía la pena hablar. Freud recuerda que en su tiempo con Charcot sobre las personas que padecían mutismo histérico, que la escritura tomaba el mismo valor que el habla. Algo así le sucedía a Dora, cuando la afonía no le permitía hablar, la escritura le era muy fluida. El señor K le escribía mucho cuando estaba de viaje, asegurando su lógica de que no valía la pena hablar si su amado no estaba, por lo tanto cuando no estaba, ella le escribía con entusiasmo.

Freud aquí aclara que “todo síntoma histérico requiere de la contribución de dos partes. No puede producirse sin cierta solicitación (transacción) somática brindada por un proceso normal o patológico en el interior de un órgano del cuerpo, o relativo a ese órgano₃₇. El síntoma histérico no trae consigo un significado o un sentido, sino que le es prestado y es diverso de acuerdo a los pensamientos sofocados que pugnan por expresarse. Para la terapia, las destinaciones dadas dentro del material psíquico accidental son las más importantes, los síntomas se solucionan en la medida que se explora su intencionalidad psíquica. Solo cuando el psicoanálisis elimina de los síntomas todo lo relacionado al psiquismo, es cuando podemos aclarar sobre las bases de lo somático, por lo general orgánico-constitucionales, de los síntomas. Freud tratará de encontrar la solicitación somática que pudiera expresar la inclinación que Dora sentía por su amado temporalmente ausente. Debemos recordar y destacar que TODAS LAS EXPRESIONES SOMÁTICAS DE LOS SÍNTOMAS (FENÓMENOS PATOLÓGICOS) SON UNA PRÁCTICA SEXUAL DEL ENFERMO HISTÉRICO.

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