Trabajo final del curso MOOC Primeros Auxilios Psicológicos

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Trabajo final del curso MOOC Primeros Auxilios Psicológicos

Pautas psicoeducativas a propósito del escenario 2: Exceso de aforo.

a) Fase previa de diseño de la intervención, en la que se realizarán las siguientes tareas:

1. Identificar la población diana afectada por la situación descrita.

La población diana respecta a los asistentes a la discoteca que se podría presumir sean adultos jóvenes o adultos emergentes que para Uriarte Arciniega (2005) el rango de edad oscilaría ente 18 a 25 años. También se debe dar apoyo a los familiares de los afectados.

1. Detectar los distintos grados de afectación.

El grado de afectación es alta ya que hubo víctimas mortales a consecuencia de una negligencia por parte de los organizadores del evento lo cual es un factor de riesgo para la recuperación de las víctimas secundarias: los familiares de los afectados directos del incidente.

1. Reconocer las necesidades de los afectados.

Para saber las necesidades específicas de los afectados, se habría que indagar de forma respetuosa a los supervivientes aplicando las PAP, pero, de forma general, se podría intuir que podrían requerir estar en un lugar seguro lejos del lugar de los hechos que sea cómodo y seguro, que tengan posibilidades de hidratarse y alimentarse. También apoyo, protección contención y poder informar con buenas fuentes lo que ha sucedido, y responder preguntas que surjan con la información que sí se sabe, y lo que no se sabe tratar de averiguarlo para ayudar a la persona a calmarse. Es fundamental que las víctimas se reencuentren con sus familiares o su red de apoyo para finalmente ofrecerle información de servicios de ayuda psicológica por si necesiten ayuda tiempo después del incidente.

1. Prever la posible evolución

Si se han aplicado correctamente las PAP y se han satisfecho las necesidades expuestas por los afectados, la psicoeducación brindada podría animar a que los afectados y sus familiares pidan ayuda profesional para poder abordar su posible estrés agudo causado por el incidente y el duelo inminente por las pérdidas humanas. Por eso es importante hacer un seguimiento de la evolución de los afectados.

1. Establecer los objetivos generales y específicos de las pautas que se van a elaborar.

Objetivo general: Intervenir de manera efectiva en el lugar de la emergencia a los afectados primarios y secundarios para evitar el desarrollo de un posible Trastorno de Estrés Postraumático y minimizar el daño psicológico.

Objetivos específicos:

• Brindar asistencia práctica a los afectados con la finalidad de identificar y satisfacer necesidades urgentes
• Ayudar a conectar a los afectados con su red de apoyo y contener emocionalmente a los afectados y sus familiares
• Proporcionar herramientas de afrontamiento y autocuidado
• Dar a disposición información y orientación para que accedan a servicios de ayuda psicológica y social

b) Fase de elaboración y entrega de las pautas psicoeducativas que ayuden y orienten a la población afectada y que recojan:

1. ¿Qué les puede ocurrir? (posible sintomatología)

Es muy probable que después del incidente, los afectados primarios presenten signos de TEA, lo cual Se pueden identificar:

• Síntomas disociativos (embotamiento, desrealización, amnesia disociativa, despersonalización),
• Síntomas intrusivos (flashbacks que evocan recuerdos en forma de imágenes y hasta sensoriales),
• Síntomas evitativos (lo que le recuerde al suceso traumático le huye, puede ser personas, cosas, momentos similares),
• Síntomas de ansiedad (dificultad para alcanzar el sueño, hipervigilancia, hiperactividad motora, sentimientos de intranquilidad, sobresalto) y
• Detrimento en la funcionalidad del afectado, causando “malestar o sufrimiento clínicamente significativo que interfiere con el funcionamiento normal (..) para el desempeño de las actividades habituales” (Rojas-Medina, Vargas y Trujillo, 2008).

Los familiares de las víctimas mortales probablemente reaccionen de diferentes formas dependiendo del grado de apego o el lazo que tenían con la víctima, sin embargo, puede empezar a sentir estados de shock, embotamiento afectivo, ritmo cardiaco irregular, náuseas, temblores, sentimiento de incredulidad, rechazo o negación. Estas reacciones son adaptativas y normales ante la muerte de un ser querido, que pueden tardar aproximadamente un año en procesarse completamente (Meza Dávalos, García, Castillo, Suárez y Martínez, 2008). Si los síntomas se agravan, se debe consultar con un especialista

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