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‘A Los Seguidores De Huellas Ajenas' Neurosis


Enviado por   •  5 de Marzo de 2013  •  1.655 Palabras (7 Páginas)  •  347 Visitas

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PERSONAJES

REGINA

NEUROSIS

Regina está sentada en medio del escenario de cara al público. Sus brazos rodean sus rodillas, está comprimiendo todo su cuerpo en un hilo. Le gustaría desaparecer. Tiene los ojos vendados con un pañuelo de color negro. Empieza a estirar una pierna, se siente incómoda en tan poco espacio.

Se levanta.

Perdida, como falta de equilibrio olfatea el ambiente. Transcurren unos segundos donde parece que por fin se orienta. Con una mano, levanta el pañuelo de sus ojos. Mira asustada a su alrededor.

Regina se retuerce sobre sus pies mientras intenta llegar a conclusión. Está descalza con un vestido que acaricia el suelo. Se toca la cabeza, intenta pensar, pone los brazos en jarras. Suspira.

Ansiosa mira a todos lados.

REGINA (susurrando) No me duele que me duelas tú, me duele dolerme yo, no ser fuerte como para acordarme de olvidarte, dejarte ir. Me duelo al sentirme respirar, al sentirme viva y débil. Maldita flor en la ciudad, demasiada sombra. Que no me duele que me duelas tú, que no eres tú. Que no. ¿Soy yo? No, no, no, eres tú. Eres tú.

Se acerca al sillón rojo. Apoya el pañuelo sobre la mesa sin soltarlo. Enciende la pequeña luz amarilla. Mira a un lado, parece oír algo. Mira al otro lado, está segura de oírlo. Mira al frente. Silencio. Paz.

REGINA Sólo tú sabes calmarme… sólo tú.

Nunca digas lo que piensas

Sin techo

Sin límite

Lí– mi – te

Shhh… Nunca lo digas.

Regina permanece de pie unos instantes. Comienza a andar en círculos.

REGINA A veces me da por pensar. Pero no me culpo. Me dejo.

Me dejo en paz.

No es mi culpa no poder amar.

Tú multiplicas mis espejos

te me adentras en conversaciones,

en palabras que se escapan como finas huellas que nos persiguen.

Espirales que se pierden en el horizonte de tus ojos.

Hoy, derramo un espacio para tu perdón.

Hoy no soy más que tú.

Tú,

multiplicando espejos.

Sin importarme dejar o seguir con mi camino me dedico a observar las letras que tú lees en mi piel.

Llenando vacíos;

vicios, marcas, sueños.

Cuántas veces sin mirarme,

las regiones contrarias de mi misma

se me han desdibujado hasta los huesos.

Y en nuestros ojos se encontraban la noche antes de abortar el día,

y el día muriendo en el crepúsculo distraído.

Manos breves, sueños robados.

Lejanías, cantos.

Siendo esa parte de mí que te contiene,

Siento ese silencio tuyo que me lo dice todo

Cuando me amas te amas y termino amándote dentro de mí

Sin tocarte,

estás dentro….

Memorias ocultas en la piel y los ojos

Pasados creciendo sobre tierras ancladas

Donde te veo volar mientras me tocas con tus recuerdos

Eres de la luz y por eso tu sombra me arrebata

Yo soy tu reflejo en las calles muertas

Amarrando rincones recorridos por tus manos

Colgando del hilo que me tiende tu naufragio

Amándote me amo porque sigo siendo tú.

Despertando frente a un reflejo

Cada mañana tan cerca.

Tan cerca,

tan lejos.

REGINA Cuando la oscuridad y el silencio te arrancan los versos,

cuando lo llaman ‘trastornos mentales que distorsionan el pensamiento racional y el funcionamiento.’

Cuando del entendimiento sólo nace más duda.

Cuando de la observación, el desasosiego.

REGINA Sabes que siempre empieza bien.

Ese momento en que te planteas: ¿Está todo bien? Sabiendo que la respuesta es NO. No lo está. Es distinto, pero te gusta. Ya está aquí. Conoces la sensación, salivas, inevitablemente sonríes. La conversación pierde interés, qué coño! hasta esa persona carece por momentos de él. Pero te gusta, te sientes bien con ella, no te importa que ocupe tu tiempo, tu espacio, pero ‘eso’ ya está ahí.

Ya está. Sientes los pies descalzos, la lengua ágil y la mirada brillante. El pensamiento es más rápido. Ni siquiera se detiene. Ansioso va de un lado a otro, escudriña personas, sonrisas. ¿A cuántos has mirado hoy?

Ahí estás. Ahí está. Sabes que no durará mucho, debes aprovechar. Debes abrazarlo y hacerlo tuyo. Mierda. Ese pensamiento no. Ese no. In-ten-si-dad. Inevitable intensidad. Rapidez mental, va y viene a la conversación y mira y controla a todo el mundo de tu alrededor. Todo controlado.

Oh no, se irá. Se va a ir, siempre lo hace. Si. Todavía está aquí. Abrázalo.

Ni sientes las manos ni te aprietan los zapatos. ¿Frío? ¿Calor? Abrázame.

REGINA ¿Neurótica yo?

Enfermedad funcional del sistema nervioso caracterizada principalmente por inestabilidad emocional. Neurosis…

No… Yo siempre digo lo que pienso.

REGINA Del mayor sufrimiento las mejores obras

De las mejores mentes la mayor demencia

Así como la luz a la oscuridad

Que ya vienen… Ya están de vuelta…

Regina se levanta del sillón. No está cómoda en ese sitio, de repente empieza a sentirse extraña. Busca un nuevo sitio donde poder colocarse.

Arrastra brusca y torpemente el sillón a un lado del escenario y se sienta distraída. Sonríe.

REGINA Recuerdo el escalofrío cuando tu mano baja a mi cintura en un guiño

escondido en mi espalda,

sin que nadie vea, sin que nadie sepa, que tú, estás ahí con tu mano, cerca de mi ombligo, apoyado en mis piernas hambrientas

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