A lo largo de nuestros días y de nuestra vida nos enfrentamos con un fin de situaciones que ponen a prueba nuestra inteligencia emocional, como lo es la muerte de un ser querido

A lo largo de nuestros días y de nuestra vida nos enfrentamos con un fin de situaciones que ponen a prueba nuestra inteligencia emocional, como  lo es la muerte de un ser querido, ver enfermo a algún familiar, un amor inesperado, el divorcio de nuestros padres, una pelea con el mejor amigo en fin. Todos los días nos enfrentamos a diversas situaciones que nos generan diferentes sentimientos como la felicidad, el enojo, la tristeza, pero solo nosotros guiados de la inteligencia emocional podemos poner en practica esta habilidad para aprender a realizar acciones frente a una determinada situación y aprender a sobrellevar las cosas controlando nuestros impulsos, nuestras emociones, nuestros sentimientos, frustraciones, situaciones de estrés, de tal manera que estas situaciones no nos perjudiquen a tal grado de dañarnos.

Es fundamental conocernos a nosotros mismos, saber que sentimos en cada situación  y saber expresar ese sentimiento, saber hablar de ello. Y de esta manera seremos capaces de conectar con las personas que nos rodean, identificar lo que sienten y saber escucharlas.

Para eso es primordial educarnos en el aspecto de las emociones. La infancia es la etapa más importante ya que es la base de la educación integral de una persona; y por tal motivo es fundamental educar nuestros sentimientos, puesto que es un aspecto que forma parte de nuestra inteligencia emocional.

Si logramos desarrollarnos y perfeccionarnos en estos aspectos podemos llegar a ser más eficientes y eficaces con nuestro entorno o con las personas con las que estamos en contacto constantemente. Debemos tener presente que muchas veces actuamos por impulsos y es en ese momento en el que actuamos sin uso de razón, es por esto que es muy importante aprender a manejar nuestras emociones.

Entre otras ventajas, podemos resaltar que la Inteligencia Emocional favorece en gran manera los vínculos personales saludables, incluye la habilidad de compartir y entender también las emociones de otras personas.

Por otro lado, las personas con inteligencia en el campo emocional tienen más probabilidades de alcanzar un excelente rendimiento laboral.

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