APRENDIZAJE COLABORTIVO Y COOPERATIVO

APRENDER A CONVIVIR: EL APRENDIZAJE EN LOS GRUPOS SOCIALES

POR:

CLAUDIA HERNANDEZ AVILA

GUADALUPE ROSALIDIA LÓPEZ LÓPEZ

“El camino que va del niño al objeto y del objeto al niño pasa a través de otra persona” Lev Vigotsky.

El ser humano es un ser social por naturaleza; en esta construcción del conocimiento de aquello que asimila, acomoda y equilibra del ambiente están de por medio las habilidades cognitivas de las que también fue dotado en su génesis, pero es mediante su interacción con el otro que se robustece a sí mismo. En este sentido Yubero (2003) afirma que una característica esencial de las sociedades humanas, es la intención decididamente educativa que se da en las relaciones entre sus miembros, entonces el ser humano llega a serlo a través de los procesos de aprendizaje que realiza.

Existen diversas aproximaciones al estudio del aprendizaje, pero en esta concepción constructivista (cognitiva) está implicado un proceso interno, subjetivo y personal que se facilita gracias a la mediación o interacción con otros. En esta subjetividad son partícipes algunos componentes afectivos como el autoconocimiento, las metas personales, la disposición por aprender, las expectativas y las representaciones mutuas. (Díaz y Hernández, 1999). Luego entonces, es importante que el docente sepa que estrategias puede implementar (de manera deliberada e intencional) en sus intervenciones educativas y sacar provecho de este factor social.

En temas de educación existe un debate para diferenciar el aprendizaje colaborativo y el cooperativo, por nuestra parte comenzaremos definiendo en su forma más simple ambos términos. Pujolas (2009), define colaborar como “trabajar conjuntamente con”; cooperar significa “ayudar conjuntamente con, ayudarse, apoyarse mutuamente, interesarse uno por otro. Para Ferreiro ( 2003 ) colaborar es contribuir con algo, ayudar a otros al logro de un fin mientras que cooperar es obrar conjuntamente con otro para un mismo fin., Desde esta definición inicial podemos dar cuenta colaboración y cooperación difieren en los elementos implicados. Ahora bien ¿Cuáles son esos elementos que los hacen diferir?

Quienes intentan abrir brecha entre ambos aprendizajes señalan que el aprendizaje cooperativo difiere del colaborativo en que en el primero la utilización de grupos apoya un sistema de enseñanza que mantiene las líneas tradicionales del saber y la autoridad en el aula, para otros el aprendizaje cooperativo no es más que una subcategoría del colaborativo, para nuestro caso contemplamos el aprendizaje colaborativo y el cooperativo situados en un continuo que va de los más estructurado (cooperativo) a lo menos estructurado (colaborativo).

En el aprendizaje cooperativo las actividades y tareas están altamente estructuradas por el docente y exigen que los estudiantes trabajen juntos en una tarea en común, de tal manera que puedan intercambiar información y apoyarse mutuamente (Barkley, 2005).

La organización cooperativa en el aula favorece una concepción educativa que busca fomentar el diálogo entre iguales, el compromiso de la distribución de las tareas, la subjetividad e intersubjetividad a través del dialogo, motivación por las tareas de aprendizaje, el reconocimiento del grupo como elemento de apoyo al trabajo individual y la recompensa basada en el esfuerzo individual y colectivo (Latorre, 2010).

En este tipo de aprendizaje el docente adquiere el doble papel de experto en la asignatura y autoridad en el aula, así pues debe preparar y organizar las actividades en el aula que incluyen especificar los objetivos y habilidades de cooperación, planificar los materiales, asignar roles, dar instrucciones claras y definidas, estructurar la responsabilidad individual y grupal y supervisar y proporcionar asistencia en la realización de la actividad (Ovejero, 1990).

En el caso del aprendizaje colaborativo, Dillenbourg (citado por Díaz y Hernández, 1999) refiere que los integrantes de un grupo poseen objetivos comunes de aprendizaje y toman conciencia reciproca de ello, existe

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