Adicciones
Enviado por irene93 • 30 de Junio de 2013 • 1.627 Palabras (7 Páginas) • 220 Visitas
11-06-13.
Nombre: Irene Plaza.
Materia: Adicciones.
Resumen: Tabaquismo pasivo
El uso del tabaco se remonta varios siglos antes del descubrimiento de América. Originario del nuevo continente, su consumo se ha extendido por todo el mundo a través de los años, de manera que, en la actualidad, se consume en todos los países del planeta. Primero lo utilizaron nuestros antepasados con fines religiosos; ahora se consume en sus diversas presentaciones: cigarro, puro, pipa, etc. por millones de seres humanos, a pesar de que es perjudicial para la salud y la economía familiar. Desde 1964, en el primer informe del Surgeon General de EUA, se identificó al tabaquismo como la causa de muerte prevenible más importante. En la actualidad ha ido en aumento la atención a los efectos que produce el tabaquismo involuntario, o pasivo, en la salud. A finales de 1997, la EPA de California publicó una revisión que confirma la causalidad del cáncer pulmonar por el tabaquismo pasivo, así como de otras enfermedades respiratorias. Asimismo, indicó que el tabaquismo pasivo es causa de morbilidad y mortalidad por enfermedad cardiaca, retraso en el crecimiento fetal, síndrome de muerte súbita del recién nacido e inducción de asma en los niños.
El primer término utilizado para definir la exposición involuntaria al humo del tabaco es el de fumador pasivo. El humo ambiental del tabaco se deriva de dos fuentes: la principal y la colateral. El humo de la primera es un aerosol que es inhalado por el fumador, filtrado en sus pulmones y exhalado; el segundo es el aerosol que se emite al ambiente en forma directa por la combustión del tabaco.
Alrededor de 85% del humo que se encuentra en un espacio cerrado se deriva de la vía colateral, y prácticamente la composición de este humo es similar a la de aquel a que se exponen los fumadores activos, aunque se encuentra más diluido en el humo ambiental. Sin embargo, la exposición al humo de la vía colateral es constante durante el tiempo en que se está en ese ambiente; mientras que la exposición al humo de la vía principal se limita al tiempo en que se tarda en fumar el cigarro. Así, el fumador pasivo recibe concentraciones diluidas de productos nocivos para la salud en comparación con el fumador activo. La cantidad de sustancias a las que se encuentra expuesto el fumador pasivo es determinada por los siguientes factores: la concentración del humo, su densidad, el tipo de emisión del humo ya sea pipa, puro o cigarro; las características del mismo, sin filtro o con filtro; cantidad de alquitrán, de nicotina o de ambos; los adictivos; temperatura de combustión y otros factores propios del producto consumido, así como las características inherentes al sitio de exposición, es decir, tamaño del lugar, calidad de la ventilación, tiempo de exposición, número de fumadores, cercanía al fumador y otros. Se ha encontrado una alta correlación, inclusive una relación dosis-respuesta, entre los niveles urinarios de cotinina y la notificación de exposición al humo del tabaco por el propio individuo. Por otra parte, el nivel urinario de cotinina en niños se relaciona con el número de fumadores en el hogar, de fumadores externos y con el número de cigarros consumidos por la madre del niño las 24 horas previas. Así pues, los niveles de cotinina son una determinación válida y cuantitativa de la exposición en tiempo al tabaquismo pasivo.
De acuerdo con el National Research Council, el no fumador que tiene un cónyuge fumador tiene un riesgo relativo de sufrir cáncer pulmonar de casi doble en relación con aquellos no fumadores casados con no fumadores. En términos numéricos, de 12 000 muertes que ocurrieron en EUA por cáncer pulmonar no atribuibles al consumo activo del tabaco, se estima que aproximadamente entre 21% a 70% de ellas se pueden atribuir a la exposición involuntaria al humo del cigarro. De los estudios prospectivos se han sacado algunas conclusiones, en las que destaca el hecho de que el riesgo relativo promedio ponderado y consignado en los mismo para el desarrollo de cáncer en los no fumadores expuestos involuntariamente al humo del cigarro, es de 1.27, con intervalos de confianza de 95% de 1.05 a 1.53; esto significa que en el mejor de los casos existe un exceso de posibilidades de 5% de desarrollar cáncer del pulmón en los no fumadores expuestos en relación con los no fumadores no expuestos.
Durante los últimos 10 años se han incrementado los estudios acerca de los efectos de la exposición involuntaria al humo del tabaco sobre el aparato respiratorio, independientemente del cáncer pulmonar. Se presta más atención a la relación entre exposición involuntaria al humo del tabaco y la función respiratoria, pero los resultados de los estudios realizados son motivo de controversia, pues de nueve estudios publicados entre 1997 y 1989, cinco mostraron asociación positiva y cuatro no. Otro problema que ha sido abordado en el contexto de los efectos del humo inhalado de manera involuntaria es el asma. Hasta
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