Tabaquismo Y Adicciones
Enviado por rafael0116 • 13 de Noviembre de 2011 • 2.808 Palabras (12 Páginas) • 781 Visitas
Tabaquismo
Síntomas
Cuando comienza la consumición de tabaco y se vuelve una adicción, es decir no puede dejarse el hábito, los síntomas más comunes son:
• Respiratorios: Tos, expectación de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) provocando una disminución en la capacidad respiratoria y una menor tolerancia al esfuerzo con disnea.
• Cardio-circulatorios: Síndrome de Raynaud (cambio en la coloración cutánea). Taquicardia y enfermedades coronarias, extrasístoles ventriculares aisladas, hipertensión y hemorragia subaracnoidea en las mujeres.
• Digestivos: gastritis, recividos ulcerosos, manifestaciones bucales (color amarillento de los dientes), alteraciones gustativas, cefaleas, vómitos y diarrea.
• ORL: faringitis, laringitis, disfonía (constante en las mujeres), obstrucción nasal, sinusitis, insomnio y temblor de extremidades.
• Ocular: ambliopatía tabacoalcohólica.
• Cutánea: pigmentación marrón en dedos y alrededor de la boca y sudoración fría En caso de fumar pipa también aparece una depresión del labio inferior donde se apoya la pipa.
Causas
Existen varios factores de diversos tipos, al igual que distintas clases de fumadores. Los medios de comunicación, el cine, la publicidad contribuyen en gran medida a esta adicción. Las publicidades de tabaco o de artistas muy populares fumando, llevan a mucha gente a “probar” el hábito de fumar. En los adolescentes, se intensificaron las cifras de fumadores comparados con algunas décadas atrás. Esto se debe en gran parte a los medios de comunicación o a querer pertenecer a un grupo social, ser aceptado o simplemente cuando se ve a los padres o personas cercanas fumar, parece como si fuera algo no dañino.
Por otra parte, antes se recetaba el tabaco para antidepresivos. Sin embargo los riesgos de salud y porque crea una gran dependencia, se dejo de medicar. Sin embargo esta es otra de las razones por las cuales las personas se sienten atraídas a estos hábitos, el tabaco resulta ser un verdadero antidepresivo ya que da una sensación falsa de placer y satisfacción.
Según la causa podemos identificar distintos tipos de fumadores:
• Fumador negativo: Quien fuma en situaciones de crisis para relajarse.
• Fumador hedonista: Quien fuma de forma controlada y disfruta del humo del cigarrillo. Normalmente comienza a fumar porque el grupo social en el cual está fuma.
• Fumador crónico: Fuma en grandes cantidades pero lo niega y a veces no sabe que lo impulso a fumar.
• Fumador drogodependiente: Es dependiente, necesita cigarrillos porque su organismo se habituó a la sustancia. Son impulsados por medios de comunicación
Tratamiento
La mayor parte de los fumadores al tratar de dejar el cigarrillo se encuentran con el síndrome de abstinencia. Este síndrome aparece entre las 2 y 24 horas luego de dejar el último cigarrillo, varía según el grado de adicción y puede durar entre 30 días y 6 meses también, dependiendo del grado de adicción. Muchos de los fumadores, ante los efectos de este síndrome recaen en la adicción. Los síntomas del síndrome son:
• Irritabilidad
• Frustración o cólera
• Ansiedad
• Dificultades de concentración
• Insomnio
• Bradicardia
• Aumento del apetito y ganancia de peso
• Ansias de nicotina
• Depresión
• Somnolencia diurna
• Impaciencia
• Cambios en el REM (movimiento rápido de ojos al dormir)
• Disminución de catecolaminas (hormonas producidas por las glándulas suprarrenales como dopamina, norepinefrina y epinefrina.
• Disminución de la función tiroidea.
Para dejar el tabaco hay tratamientos farmacológicos y psicológicos. Entre los tratamientos psicológicos, los que intervienen al fumador (ya sean médicos, psicólogos, etc.) deben proponerle determinadas acciones que lo ayudaran a alejarse de la adicción y no tener la necesidad de recurrir a ella. Primero que nada, deben identificar las situaciones “gatillo”, es decir las que los impulsan a fumar (estar cerca de fumadores, situaciones estresantes, alcohol, sentirse ansioso, etc.) y establecer estrategias cognitivas para evadir recaer, entre ellas puede ser mascar chicles o caramelos, salir a caminar, ejercicios de relajación, tomar agua u otras bebidas frescas, etc.) Se estima que frente a la situación las ansias de fumar desaparecen a los 2 o 3 minutos y la estrategia APRA evadir la ansiedad es clave para no comenzar a fumar de nuevo, ya que una sola “pitada” es suficiente para recaer.
Como cualquier enfermedad crónica, el tabaquismo requiere un tratamiento médico prescrito por un profesional sanitario. A lo largo de los últimos años, han aparecido en el mercado muchos productos y remedios para ayudar a dejar de fumar, pero sólo unos pocos han demostrado su utilidad. Un tratamiento científicamente eficaz, tiene que haber sido sometido a estudios clínicos realizados por investigadores de prestigio sobre un gran número de fumadores y haber demostrado que es capaz de aumentar significativamente las posibilidades de éxito de quien está intentando dejar de fumar sin provocar efectos secundarios graves.
En general, en un tratamiento bien planteado, las personas que están intentando dejar de fumar pueden recibir dos tipos de apoyo: por un lado, una ayuda psicológica que les ayude a combatir la dependencia psíquica que padecen y, por otro, un tratamiento con fármacos que alivie la necesidad física de la nicotina.
En primer lugar, hay que decir que la decisión de dejar el tabaco depende sobre todo de la voluntad del fumador, pero también de las posibilidades económicas de cada uno para realizar un tratamiento de forma privada, y de la educación sanitaria que haya recibido.
A través del consejo anti-tabaco formado por un equipo de médicos y enfermeras, no sólo se pueden beneficiar aquellos pacientes que deseen dejar este perjudicial hábito, sino que las personas que conviven con ellos también pueden encontrar un gran alivio debido a la alta concentración de componentes nocivos que se encuentran en el humo del tabaco y que su entorno respira (los llamados fumadores pasivos).
Por tanto, las autoridades sanitarias proponen un tratamiento lento pero eficaz, que pasa por diferentes etapas, entre las cuales nos encontramos la precontemplativa, la primera etapa en la que el fumador todavía no considera seriamente el dejar de fumar, seguida de la contemplativa, en la que el fumador ya se plantea diatribas internas y dudas sobre la conveniencia de seguir fumando. La siguiente etapa es la de acción, donde
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