Admnistrarce asi mismo

PROCESOS ADMINISTRATIVOS

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GUSTAVO ADOLFO GOMEZ RODRIGUEZ

UNIMINUTO

ADMINISTRACIÓN EN SALUD OCUPACIONAL

III SEMESTRE

BARRANQUILLA

 2015

AUTOGESTIÓN Y ÉXITO

El ser humano desde que se estableció como especie, y comenzó a vivir en comunidad el éxito se convirtió en centro vital de esas comunidades, no es que todos los miembros buscaran ser exitosos, como ya lo estableció Freud en sus escritos, el sentido primordial es la supervivencia y la replicación; es decir vivíamos en comunidades para poder sobrevivir al un habitad hostil y a su vez poder encontrar parejas para replicar nuestros genes.

Sin embargo en cada comunidad o tribu existían ciertos individuos llamados a sobrepasar este “deber ser” de las cosas, miembros de la misma tribu que sin proponérselo mostraban mejor manejo de las habilidades necesarias para sobrevivir (Cazar, pescar, rastrear presas, manejo de plantas para medicina), ahora bien dado que se vivía en pequeñas comunidades el ser bueno en esas cosas, generaba un efecto domino hacia la tribu; luego entonces tenemos que el ser éxito dependía directamente del beneficio que generabas. A su vez estos exitosos sobrevivientes eran premiados con dos cosas: por un lado con mujeres y por el otro con la responsabilidad de dirigir la tribu. A esto es lo que conocemos como MACHO ALFA, y es la primera forma de éxito.

Con la llegada del comercio y el dinero, la sociedad sufre un vuelco hacia la obtención del ultimo (entiéndase dinero como poder de obtención de bienes) y la concepción de éxito y exitoso se traslado a la habilidad de manejar la primera con el objetivo de atesorar la segunda. Es en esta etapa donde nace el poder político, y su manejo en mayor o menor medida también constituyo una medida para determinar el éxito de una persona.

Con la llegada de la era del conocimiento y la información, las medidas siguen siendo las mismas, pero las estrategias cambiaron, se hacia necesario poder manejar una serie de habilidades diferentes a las anteriores, dichas habilidades tienen mas que ver con el auto conocimiento, la inteligencia emocional y el aprendizaje dinámico. Dicho de otra forma los nuevos triunfadores (y los antiguos) dependen mucho de poder auto gestionarse desde adentro hacia fuera, para poder manejar el alto volumen de información y estímulos del exterior, y así poder mantener el rumbo.

Luego entonces tenemos que el desafío de nuestra era es la autogestión, y en este aspecto el autor PETER F. DRUCKER en su escrito “LA ADMINISTRACION DE UNO MISMO”, nos brinda luces para poder afrontar el camino del éxito en los tiempos en los cuales vivimos, partiendo de la autoadministración como se sobre entiende.

El primero paso que recomienda Drucker, es conocer las fortalezas propias, lo cual resulta muy lógico, porque si fallamos en decir en que somos buenos, fallaremos al primer segundo en que emprendamos cualquier tarea propia o encomendada. Los resultados no se generan al azar y la mayoría de las veces requieren de trabajo arduo, pero dicho trabajo no será fructífero a menos que se realice en base a las habilidades que mejor manejamos o que requiere el entorno (recordemos al macho alfa, si la aldea no estaba cerca al agua ¿de que le serviría ser bueno pescando?).

Ahora bien, el discurso de conocer las propias fortalezas suena excelso, pero ponerlo en practica resulta muy difícil, en especial por la parte de identificarlas, ya que a veces nos equivocamos al momento de listarlas.

Autor nos arroja luces en este tema de identificar las fortalezas, y nos propone el utilizar una herramienta que a él le ha funcionado a lo largo de su vida, dicha herramienta es el ANALISIS DE FEEDBACK, que  no es otra cosa que el proceso de escribir metas en un latso no muy lejano, y después analizar los resultados obtenidos con los escritos en el inicio, a fin de identificar las posibles fallas y obviamente los puntos fuertes, ya que los primeros se deben mejoras, los segundos son el centro del análisis, ya que son las verdaderas fortalezas que tenemos. Obviamente es un método regresivo e inductivo lo cual lo hace más confiable y eficiente que las matrices ya conocidas (DOFA, FLOR, etc.), y claro llama la atención que fuera utilizado por Juan Calvino e San Ignacio de Loyola.

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