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Adolescencia Como Evasión Y Retorno


Enviado por   •  28 de Octubre de 2013  •  1.872 Palabras (8 Páginas)  •  924 Visitas

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LA ADOLESCENCIA COMO EVASIÓN Y RETORNO

A primera vista se vislumbra la idea que Arévalo quiere dar a conocer y sin temor a equivocarnos, creemos que el recorrido que, necesariamente, sigue el ser humano, como consecuencia lógica y necesaria de su desarrollo psicobiosocial.

Es un tratado, a nuestro modo de ver, de gran importancia, pues el conocimiento del hombre es lo que preocupa al hombre, es decir, nuestro empeño debe ser ese continuo acercamiento a nuestro próximo para entenderlo mejor.

La tarea no compete sólo al maestro, si por maestro entendemos aquel sujeto que reaparece todos los días en un aula frente a un grupo; que según nos dice Arévalo, idea que acogemos, maestro es todo aquel que dirige, encausa al sujeto. Así, tan maestro es el campesino que enseña el manejo del machete, como el catedrático en un aula, ambos tienen la tarea de encausar mentes inmaduras.

Según Arévalo, durante la adolescencia, se dan grandes fenómenos; uno de divorcio y uno de reconciliación. Como ya se dijo anteriormente estos dos fenómenos corresponden a un sentido axiológico. Se puede hablar, pues, de “un periodo de revaloración: o sea, una evasión y un retorno”1 .

En la opinión de Arévalo, algunos autores han tratado ya el problema del divorcio, no así el de la reconciliación o retorno. Los puntos que se propone desarrollar en el siguiente trabajo son los siguientes:

a) Abarcar la adolescencia panorámicamente.

b) Hacer notar que no obstante la inestabilidad de la superficie, en la zona interna hay una unidad de sentido que marca exactamente una evasión y un retorno.

c) Interpretación de la evasión y el retorno como manifestaciones externas de procesos internos de desvalorización y revalorización del mundo.

d) Proponer una explicación del retorno y como el adolescente latinoamericano retorna a su mundo.

e) Dar un bosquejo pedagógico como consecuencia necesaria de la interpretación axiológica de la adolescencia.

ADOLESCENCIA

(Lat. Adolescere = crecer) La adolescencia es un fenómeno humano que debe ser considerado en necesaria unión de los fenómenos somáticos y psíquicos. Cada uno de estos corren destinos un tanto diferentes, por tal razón debemos buscar los derroteros propios que nos lleven a una clara explicación, tomando en cuenta su individual naturaleza. Es decir, debemos recurrir a una clarificación de edad cronológica y edad mental.

El fenómeno espiritual del niño no se puede medir en mese, años, lustros, etc., como claramente nos dice Arévalo. La explicación que nos da es así: “la edad psicológicamente, no se calcula por años, sino por focos de evolución orgánica y espiritual, focos que se forman inevitablemente… Entre foco y foco se extiende largos periodos neutros, zonas ambiguas del desarrollo espiritual dentro de las cuales es prácticamente imposible marcar el limite donde termina la zona de influencia del foco anterior empieza la del siguiente”2.

Así pues, los fenómenos orgánicos y espirituales son el resultado de la maduración sexual. El individuo recobra conocimiento de su propia naturaleza. Vale la pena aclarar que el fenómeno sexual no es sólo una conformación orgánica, es sobre todo una esencia espiritual. La madurez sexual y el conocimiento del hecho no se da sin más. Con ese cambio orgánico despiertan las zonas emotivas y repercuten en las esferas mas elevadas de lo espiritual.

Toda esa contradicción de efectos que invaden el alma de los adolescentes fue la pauta para notar la diferencia con la niñez, acentuando aquí los caracteres de la nueva edad. Lo importante es, pues, atender al individuo en esta época y en este camino, de lo contrario nunca nos podremos formar una concepción clara del fenómeno y nunca prestaremos la atención que merece: estaremos tentados algunas veces a pensar que son trivialidades.

“En la misma medida en que nos alejamos del individuo, perdemos de vista la realidad concreta, figurada, y nos guarnecemos en otro modo de realidad, realidad más tenue, desdibujada, inasible … realidad a la que no pocas veces se le ha llamado idealidad”3.

Muchas conjeturas nos podemos formar acerca del fenómeno de la adolescencia si no fincamos nuestra tesis en hechos reales que el sujeto mismo está experimentando.

El problema no es fácil y si lo quisiéramos volver fácil sólo procederíamos a generalizar, pero en realidad, cada sujeto experimenta situaciones diferentes. Por tal razón el maestro debe tener gran capacidad para poder distinguir cada actitud en cada uno de los adolescentes. Por otra parte, el fenómeno de la adolescencia es difícil verlo bien, no podemos cuantificarlo, no podemos hacer un análisis de laboratorio. Las razones que nos señala Arévalo son:

1) La fugacidad de los fenómenos.

2) La inestabilidad personal, que nace del adolescente un sujeto movedizo, que torna sin dificultad de un gesto a otro.

3) El carácter contradictorio de la conducta, pues a menudo el adolescente se expresa y se comporta en visible contradicción con actitudes suyas anteriores, son opuestas e inesperadas que parecerían de intento para desorientar al observador.

Tuvo razón Rousseau al dar a la adolescencia un carácter de nuevo nacimiento. Se encuentra pues, el adolescente naciendo a un mundo desconocido. Es un nacimiento que no sólo afecta a lo corporal sino también a lo espiritual.

Los que trataron el problema dice Arévalo, han dado gran importancia únicamente a lo corporal, olvidándose del fenómeno espiritual. “Particularmente entre nosotros los de origen latino, lo sexual fisiológico se atiende y se valora más que los planos profundos del fenómeno. Eco, onda o halo, lo espiritual sólo ha merecido una atención secundaria”4.

Este trozo refuerza lo que ya dijimos con anterioridad y repetimos, lo espiritual se desatiende como si no

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