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Adolescencia ... El Fin De La Ingenuidad


Enviado por   •  13 de Mayo de 2015  •  1.578 Palabras (7 Páginas)  •  380 Visitas

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ADOLESCENCIA: EL FIN DE LA INGENUIDAD – LUIS KANCYPER –

El periodo de la adolescencia seria a la vez un punto de llegada y un punto de partida fundamentales. Como punto de llegada: vemos inscripciones y los traumas que en un tiempo anterior permanecieron acallados en forma caótica y latente y adquieren en este periodo, significación y efectos patógenos. Como punto de partida, es el tiempo que posibilita la apertura hacia nuevas significaciones y logros a conquistar, dando origen a imprevisibles adquisiciones.

Resignificación, memoria y confrontación generacional:

La resignificación activa una memoria particular relacionada con las escenas traumáticas de la historia críptica del sujeto. La resignificación de lo traumático acontece durante todas las etapas de la vida pero estalla fundamentalmente durante la adolescencia caracterizada por la presencia de caos y de crisis insoslayables. Es esta fase del desarrollo la resignificación de lo no significado se da para poder acceder al reordenamiento identificatorio y a la confirmación de la identidad. Es durante la adolescencia que el sujeto logra reordenar su sistema heteróclito de identificaciones que lo alienaron en el proyecto identificatorio original.

Todo sujeto tendrá que atravesar la confrontación con sus padres y hermanos, en las realidades externa e interna (psíquica). La confrontación conlleva el peligro de desestructurar su organización narcisista y arrastra y desencadena la desestructuración narcisista del otro. Es el momento en que el pasado misterioso, repetitivo e incomprensible se torna súbitamente en una realidad más clara y audible y al ser integrado y reordenado en la realidad psíquica, permite al adolescente reescribir su propia historia. El sujeto se define según como se resignifique según como reestructure su biografía para transfórmala en su propia historia.

En la situación analítica el analista requiere poder ejercer la funcion de un “aliado transitorio” del adolescente y de los padres del adolescente (función temporal y mediadora). Esto propia al analizante la circulación, el movimiento, el trayecto y el cambio en la relación dinámica entre las realidades intrapsiquica e intersubjetiva. El analista requiere funcionar en la realidad intersubjetiva como un aliado transitorio para que padres e hijos se animen a librar la batalla durante el acto de la confrontación generacional y fraterna. Al mismo tiempo, el analista requiere operar como un “otro auxiliar” para favorecer el transito entre las realidades material y psíquica.

Fin de la ingenuidad:

La adolescencia es un momento trágico en la vida por el fin de la ingenuidad (inocencia, carencia de experiencia, lo primitivo, heredado y no cuestionable). Es un momento trágico porque en esta fase del desarrollo humano se requiere sacrificar la ingenuidad inherente al periodo de la inocencia de la sexualidad infantil y del juego enigmático de las identificaciones alienantes e impuestas al niño por los otros. Estas identificaciones deberían ser develadas y procesadas durante este periodo y así dar a luz un proyecto propio desiderativo sexual y vocacional. Proyecto que logrado estructura y orienta su identidad.

El adolescente posee nuevas herramientas para reflexionar sobre los enigmas e impresiones del pasado. En esta fase del desarrollo tanto el adolescente como sus padres y hermanos requiere tropezar con ineluctables y variados escándalos (obstáculo que se impone en el camino como acto que provocas indignación y sobresalto. Refiere a estupefacción y desorientación). En este sentido la falta de escándalo opera como un indicador clínico de la sicopatología de la adolescencia.

El adulto ante el espejo de la ingenuidad:

1) El adolescente confronta al adulto con una nueva mirada que en su aparente y candorosa ingenuidad desnuda al adulto y le hace advertir los absurdos a los que se había acostumbrado.

2) El adolescente se afana por descorrer los velos que tapizaron la verdad del pasado del mundo de los adultos al que intenta corregir para asistir al alba de unos tiempos nuevos.

3) El adulto evita mirarse en el espejo del adolescente porque al reflejarse en el debe deponerle ejercicio de su abusivo poder intergenracional.

4) El acto de la confrontación desencadena en el adulto una actitud de oposición porque le inflige una vejación psicológica: lo enfrenta con su propia vergüenza, culpa y cobardía al comprobar su humillante fracaso ante el incumplimiento de los ideales y las ilustraciones del adolescente que había sido; y lo fuerza a una revisión cuestionadota del sentimiento de su propia dignidad

5) El adolescente intima a que el adulto confronte consigo mismo y expone al adulto a poner a prueba y a enfrentar la estabilidad de sus propios sistemas intrapsicquico e interpersonal.

6) El adolescente al mismo tiempo intenta poner fin a su propia ingenuidad, desafía el silencio de la ingenuidad defensiva de los adultos y al confrontarlos les aporta oportunidad para modificaciones en la construcción de la identidad individual y social.

ADOLESCENCIA Y A POSTERIORI -

La

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