Adultez Y Vejez

PSICOPATOLOGIA DE LA ADULTEZ Y VEJEZ

TRABAJO COLABORATIVO 2

CURSO: 100003_127

PRESENTADO POR:

MARISOL PORRAS PINILLA

CC.40215 654

TUTORA

DIANA CAROLINA PIERNAGORDA

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y ADISTANCIA UNAD

PROGRAMA CIENCIAS SOCIALES HUMANAS EDUCATIVAS

2011

FASE 1: El estudiante debe seleccionar un caso, ya sea real, referenciado por un profesional o que encuentre en la literatura científica.

CASO: Depresión en la adultez.

Nombre: José Alberto

Edad: 65 años

Sexo: Masculino

Conformación familiar: Vive con su esposa de 53 años, sus otros dos hijos viven aparte con sus propias familias, el mayor Juan, tiene un niño de 12 años, su otro hijo, Manuel aún no tiene hijos.

Formación académica: Hizo hasta el tercer año de bachillerato.

Nivel socioeconómico: Es un trabajador público de clase media-baja.

José Alberto es el típico hombre responsable, cumplidor de sus tareas como trabajador, esposo y padre de familia. A pesar de haber tenido una infancia difícil debido a que sus padres tuvieron comportamientos violentos para con él, empezó a trabajar desde la edad de 10 años como empacador de papas y legumbres en el campo de su natal Colombia, tenía como tarea diaria llevar a casa todo el dinero que ganaba en su día laboral, era el mayor de los seis hermanos, su padre (José) generalmente permanecía borracho y agredía permanentemente a su madre (Josefina), la cual soportaba toda esa violencia porque pensaba que debía ser sumisa y obediente en su papel como esposa, además que veía en él al protector de la familia.

Sus estudios generalmente se veían comprometidos y detenidos periódicamente debido a las exigencias de sus padres que daban mucho más valor al trabajo que José Alberto ejercía ya que prácticamente la familia dependía de ello. Logró terminar la primaria con muchas dificultades, pero no así el bachillerato, en el cual solo logró terminar hasta el tercer año. Toda su infancia y adolescencia se vio matizada por pasajes de violencia doméstica, violencia física y psicológica, se le había cargado sobre sus hombros el papel de responsable del mantenimiento de su numerosa familia a pesar de ser tan solo un niño, nunca tuvo la oportunidad de compartir regularmente con niños de su edad.

Conoció a María, su actual esposa, a la edad de 20 años, tuvieron un romance regular durante los siguientes dos años y luego la llevo a vivir a su casa que aún compartía con su madre, que a pesar de continuar siendo una mujer joven, había enfermado gravemente de diabetes, requería de asistencia constante y de medicina costosa, que él estaba cubriendo de su propio bolsillo, debido a la falta de seguro médico de su madre.

Luego de tres años de matrimonio con María, llegó su primer hijo, Juan, el cual trajo consigo mucha alegría a casa, creció en medio de la aceptación de sus padres, a pesar de que Juan tuvo una infancia complicada desde todo punto de vista, siempre tuvo un buen corazón y un comportamiento ejemplar a nivel familiar y social. Luego de 10 años de matrimonio, nació Manuel, el cual también fue bien aceptado en familia, luego a los pocos meses del nacimiento de Manuel, falleció la madre de José Alberto (Josefina) , luego de una larga convalecencia y falla renal.

Este fue su primer gran golpe que le asestaba la vida, la ausencia de su madre lo afecto profundamente y empezó con sus primeros signos de depresión, de repente se veía en medio del llanto y la soledad, perdía totalmente el ánimo, solía quedarse en cama durante días enteros. Solamente la presencia de sus hijos y su esposa lograba sacarlo de esas crisis emocionales, ellos eran su soporte psicológico, eran los únicos capaces de sosegar su tristeza.

Al paso de los años, Juan consiguió su primera novia, la cual era vista por José como una intrusa, veía en ella el motivo por el cual su hijo podría llegar a abandonar su hogar, por esta razón Juan, permanecía en casa de sus padres, a pesar de estar muy ilusionado con la idea de formar un hogar con su novia a la cual amaba tanto, sin embargo al cabo de cuatro años de noviazgo, Juan decide casarse, sabiendo que esto traería un gran dolor a su padre, pero muy en el fondo tenía la esperanza de poder manejar la situación con él.

Mientras tanto, su hermano menor, Manuel, se enfilaba en las fuerzas armadas, donde veía la posibilidad de crecimiento a nivel personal como intelectual, cumplió su servicio regular de 12 meses como bachiller y optó por seguir su carrera como suboficial del ejército, al cabo de dos años como suboficial cae gravemente herido en combate con fuerzas subversivas en las montañas de Colombia, pierde de tajo su pierna derecha, su mano del mismo lado queda paralizada y pierde la visión de uno de sus ojos. Este acontecimiento tan trágico, sume en una gran tristeza nuevamente a José Alberto, el cual lo acompaña en diferentes niveles de intensidad hasta hoy en día.

SÍNTOMAS:

Los últimos diez años han sido para él tristes, llenos de ansiedad o de sentimientos de vacío profundo, cada vez que habla con su esposa María no hace más que expresar su desesperanza, pesimismo, sentimientos de desamparo, de culpabilidad y de inutilidad.

Ha perdido su interés por su trabajo, no le interesa si es sancionado o no, no desea pasar momentos de entretenimiento con sus familiares o amigos, su deseo sexual ha sido dejado de lado por completo desde hace ya dos años atrás, se fatiga fácilmente, vivencia sus movimientos como en cámara lenta, ha perdido su memoria paulatinamente, tiene dificultades para concentrarse y tomar decisiones, presenta largos periodos de insomnio, en ocasiones no desea salir de la cama y pasa días enteros en ella sin ánimo de levantarse. Ha perdido el apetito drásticamente hasta el punto que su peso actual es un 30 % menor que el de hace dos años atrás, últimamente toca temas referentes al suicidio, se irrita muy fácilmente, además los dolores de cabeza son mas frecuentes y agudos, lo mismo que los trastornos estomacales y en muchas ocasiones no responden a tratamientos médicos.

PREVALENCIA:

A lo largo de la historia, la depresión y la vejez se han asociado de diferentes formas, de tal manera que se consideraban los síntomas regulares de la depresión como resultado inevitable de la vejez, tanto así que también se decía que cuando la melancolía se volvía crónica derivaba en demencia.

Debido a los diferentes cambios de carácter demográfico a nivel

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