Alcoholismo En Mujeres

ALCOHOLISMO EN MUJERES

La presión y el estrés por obtener un buen desempeño en el campo laboral, sumado a las responsabilidades del hogar, han contribuido a que hoy en día las mujeres sean más propensas a volverse adictas al alcohol. Los problemas de bebida en las mujeres han sido, en gran medida, ignorados, ya que por mucho tiempo el alcoholismo ha sido una enfermedad de hombres, sin embargo en el caso de las mujeres, dudan más en buscar ayuda, debido al juicio más severo de la sociedad. Las mujeres sufren doblemente al ser consideradas no sólo como enfermas, sino también como inmorales. No es de sorprender que las mujeres alcohólicas y sus familias se esfuercen por ocultar, enmascarar y negar el problema.

Las investigaciones muestran repetidamente que las mujeres beben, en primera instancia para calmar su soledad, sentimientos de inferioridad, y conflictos acerca de su rol sexual, independientemente de su estilo de vida, sin embargo las mujeres son más susceptibles a la toxicidad física del alcohol. Empiezan a depender más y más del alcohol que las protege de sus propios sentimientos, y antes de que se den cuenta, están sintiéndose apoyadas por dosis regulares de alcohol, simplemente para "pasar el día". Sin saberlo, se han convertido en alcohólicas.

Al observar el problema que enfrentan las mujeres alcohólicas se demuestra una vez más que no hay una sola causa para el alcoholismo; probablemente, se trata de una combinación de factores. Sólo podemos decir que este desorden es debido quizá a una combinación compleja de la conformación biológica y psicológica de un individuo, que reacciona con otra combinación compleja de factores externos que precipitan la dependencia del alcohol.

El alcoholismo es una enfermedad con cuatro características principales:

• Ansia: una fuerte necesidad de beber

• Pérdida de control: incapacidad para dejar de beber una vez que se comenzó

• Dependencia física: síntomas de abstinencia, tales como nauseas, sudoración o temblores después de dejar de beber

• Tolerancia: la necesidad de beber cantidades de alcohol cada vez mayores para poder sentir el efecto

El consumo excesivo de alcohol aumenta la presión arterial, endurece las arterias, provoca rigidez en el corazón de los hombres y agrandamiento en el de las mujeres, lo que eleva el riesgo de infartos y accidentes cerebrales. Tiene un efecto tóxico directo. Las mujeres no pueden lidiar con el consumo elevado de alcohol. Va directo al corazón y lo daña.

Las mujeres alcohólicas responden mejor al tratamiento que los hombres. Ellas son más frágiles ante el alcohol pero se muestran más receptivas a la hora de curarse. Sufren un alcoholismo más grave pero evolucionan más rápidamente. Su entorno las presiona menos para que beban. Un hombre tiene que dar más explicaciones.

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